Segunda carta al Dr. Carlos Luis Arrieta Salas, jefe ORH-UCR

En la primera carta le hablé acerca de gestar un programa para los administrativos, similar al de los practicantes de colegios; le voy a proponer otra posible solución; como usted sabe, existen compañeras y compañeros que les gustaría cambiar de trabajo, por distintas o muy parecidas razones; también hay jefes que les agradaría cambiar personal;  sé que existe la figura de la permuta; yo participe en una hace unos años atrás; en este tipo de cambio deben estar de acuerdo las dos personas que van a cambiar y sus jefaturas; el periodo de prueba es de tres meses y si nadie reclama, las personas se quedan donde cambiaron; también sé que algunas personas son trasladadas con todo y plaza; tengo conocimiento de al menos un caso, en el cual se le pidió a una persona que buscara otro lugar, que se fuera con todo y plaza, claro que en forma temporal; la solución de la que le hablo es que por medio de reclutamiento se abra una especie de mercado laboral, donde las personas interesadas en cambiar de lugar de trabajo o de clase de trabajo se inscriban, sin temor a ser perseguidas o excluidas en su actual lugar de trabajo; podría darse por medio de traslado temporal de plaza o también de permuta normal o temporal; claro, habría que modificar algunos reglamentos; sé que eso se puede hacer si hay disposición de las autoridades; en fin, la idea es no solamente traer a colación la situación, es también proveer una o más soluciones.

Siguiendo con el tema de la experiencia laboral, para ningún trabajador administrativo o docente es un secreto que los puestos de autoridad −como el de  decano o director− son escogidos por medio del voto docente; también sabemos que en el caso de las vicerrectorías y oficinas Administrativas es cada cuatro años, siendo estos nombrados por la administración de turno, en ninguno de estos casos interviene la ORH, salvo para los requisitos y el proceso de la acción de personal. Hasta donde yo sé, en ninguna institución, llámese escuela, colegio, instituto, parauniversitario, universidad, en ninguna le enseñan a las personas a ser jefes, a cómo tratar a los subalternos (agradeceré si alguien sabe de alguna que sí enseñe al respecto, favor indíquemelo para salir de la ignorancia); gracias a Dios hay muchos docentes y administrativos que cuando son escogidos para esos puestos son verdaderos líderes; su carisma es arrollador y logran sus metas; pero como dicen en el campo: “no hay grupera que no chime”; existen los que no saben tratar a los colaboradores: su comportamiento es prepotente, odioso, abusivo, son personas que cuando no tienen poder son normales, pero al obtenerlo se transforman; hay algunos que ni siquiera saben cómo es el manejo de la instancia que está administrando; hace poco en un boletín de concurso interno para un puesto de jefatura decía así: “Se requiere de una persona proactiva y con buen trato”. Pero me estoy saliendo del tema; este asunto lo trataré en: “Capacitación y talleres para docentes y administrativos”. Volviendo a lo de la experiencia con lo de los puestos antes mencionados, creo que tanto los docentes que escogen a sus decanos y directores, como las administraciones, deberían solicitar como requisito a las personas que van a ocupar un puesto de ese tipo, un curso general básico sobre: derechos laborales, acoso laboral, acoso sexual, Convención Colectiva, atención al cliente, manejo de presupuesto, medios de compra y otros que se consideren pertinentes (estos temas también será tocados con más amplitud en otras notas), que los faculte para ocupar el puesto administrativo por el que están optando;  puede ser expedido por la ORH y avalado por alguna entidad o entidades de la misma Universidad; tal vez algo como las tutorías que se hacían por medio de la Sección de Desarrollo Humano; creo que la UCR como institución de vanguardia busca la excelencia y si sus líderes son excepcionales, sus colaboradores también lo serán. Gracias.