Considerando el grado de intoxicación que existe en el significado de las categorías del pensamiento y del sentimiento, tanto espacialmente, así como en la lógica de la conversación, no nos debe sorprender que el hombre moderno sea un caso repleto de lo anónimo.
La alienación y el ser una no persona, provienen no solamente de su masificación humana, sino de la imposibilidad de encontrar símbolos adecuados de transformación.
La conversación es pues vacía y no apunta a una realidad que lo mueva a algo que le sea verdadero o al menos importante.
Solamente en las últimas semanas se indicó en La Nación y otros periódicos que la Iglesia Católica de Costa Rica suele actuar de millonario prestamista. El contraste con el mensaje de conversión de los Evangelios no puede ser más intenso. Casi peor aun es la conversación periodística de Monseñor Ulloa, que parece contestarle al periodista con un cinismo insultante al público lector. Es lastimoso pensar que el mensaje de Cristo en los Evangelios no tiene más paradero que un sentido de teología catequética de tipo administrativo y mediocre. Una orientación de dicha naturaleza parece estrellarse contra la filosofía y la teología moderna, además del corazón espiritual y místico del cristianismo. Los mercaderes no solamente están en el Templo, sino que son los obispos mismos en este caso.
Otro significado que evade lo valorativo de una comunicación sana es el mundial de fútbol en Sudáfrica. En un país adonde proliferan los tugurios más espantosos del mundo y una epidemia de Sida extremadamente peligrosa, se derrochan billones de dólares en deporte. Delante de los ojos de los miserables de Dios, se despilfarran gigantescas sumas con la finalidad de mantener la lujuria de un mundial. Me imagino que los comerciantes empresariales y los hoteleros de Sudáfrica (mayoritariamente blancos) serán los principales beneficiados.
Son significados sin significado o sea son no significados. Excitan eso sí las emociones, pero no son un camino que guíe a una realidad profunda o factible. No se está viviendo una realidad humana si no se puede disfrutar de símbolos que transformen o alternativamente que profundicen. Sí abundan las distracciones, para evitar ambos de estos destinos y un comercio que se enriquece con el proliferar de dicho estado de ausencia de un yo significativo.
Por ende el yo comienza a desaparecer al no estar en un aquí o en un allá de comunicativo. Tanto mi especialidad como mi espacialidad, quedan comprometidos por falta de un yo dichoso y repleto de propósito trascendente y evolutivo. Y es que la vida humana no puede dejar de tener propósito dichoso y feliz. Sino el nacer sería el comienzo de un suicidio lento y doloroso, que culmina en la muerte. A manera de Segismundo en La Vida es Sueño, tendríamos que declarar que “el pecado mayor del hombre es haber nacido”. En la feliz religión del hinduismo, se mantiene que el Señor Indra, destruye la falsedad y el engaño, que es generada por la ignorancia contraria al destino de la conciencia. En vez de obispos tontos, cínicos y prestamistas, quizás deberíamos tener gurus y maestros iluminados.
La ausencia de conversación, símbolo y significado, se denota en la educación secundaria de Costa Rica. Se ha perdido en grado alarmante, el camino de una educación de tipo más humanista. Por ende se gradúan jóvenes salvajes que saben usar computadoras, pero que desconocen casi todo lo demás . El antepasado cultural no existe para ellos, ni la historia de la civilización.
Las universidades públicas deberían tener más de un año de cursos generales. Yo propongo que los cuatro años de bachillerato deben de tener al menos un curso de generales por cada semestre. Una especie de “College” tipo inglés, canadiense o estadounidense. Un “College” de orientación humanista, que gradúe caballeros y damas, más no monstruosidades en busca de un mayor sueldo. La carrera profesional no se debe abandonar, pero si debe complementarse con fines de formar un humano y no una bestia. Nos podemos imaginar que difícil es esto si aun ahora, con solamente un año de generales, no se desea otorgar los fondos suficientes para mantener el crecimiento mínimo de las universidades.
Desde luego pueden esas masas ir a las universidades privadas adonde en tres años se gradúan profesionales. He sabido de algunas de esas que contratan bachilleres universitarios para dar clases, indicando de nuevo que se puede ser profesional sin serlo a la vez. Otro ejemplo del vacío en que llega a caer el contenido de símbolo y significado. No se está, aun más que se logra estar. El vacío si/no vence la presencia. Ese si/no a partir de un yo genuino, es parte de la contaminación psicológica y espiritual que debemos vencer. Mas es un tóxico complejo de destruir. Véase el ejemplo del derrame de petróleo en el Golfo de México. La compañía B.P mintió desde el principio en casi todo. Aun teniendo en cuenta la extrema seriedad del asunto, siguió engañando al público y al gobierno de los Estados Unidos. Un ejemplo más de lo no genuino estableciendo una conversación que indica que si lo es y falsificando así lo simbólico y lo significativo. Un si/no altamente venenoso. Son tantos predadores sobre un destino humano.
Usualmente lo científico como lo objetivo, no carece de significado, pero si puede carecer de relevancia. Resulta que no había ningún plan de emergencia para lidiar con un derrame de petróleo de esa magnitud. Tampoco lo había en el caso de Katrina. No había plan de emergencia para con el terremoto de Haití. La ciencia no estaba meramente muda, estaba irrelevante.
