Sobre una necesaria reforma curricular educativa

Vivimos en una sociedad globalizada, que cambia aceleradamente, con procesos complejos (económicos, productivos, tecnológicos

Vivimos en una sociedad globalizada, que cambia aceleradamente, con procesos complejos (económicos, productivos, tecnológicos, informativos y otros), y nos ahogan en un mercado desregulado, con un individuo aislado de su realidad, provocando estrés y alterando las conductas humanas, que deshumanizan y que cosifica la naturaleza, lleno de consumo. Si bien la educación es una de las instituciones más importantes de la sociedad, Claudio Naranjo, externa que la educación actual sirve para domesticar a la gente, para que sigan siendo unos corderitos alienados por los medios de comunicación (intereses privados corporativos, tecnología), ya que no contribuye a la gente, a pensar, a crear. De ahí que la educación convencional está en crisis estructural (modelo academicista, psicologista o tecnologista), colapsa la enseñanza-aprendizaje autoritaria, que exige pruebas que solo miden la repetición, no la comprensión ni creación de conocimientos, basadas en la memorización estéril y la escasa motivación de los educandos por aprender, con métodos conductistas, sin participación activa del educando, con faltas de respeto hacia los educandos e imposición de criterios. El educando termina siendo pasivo ante la realidad y solo piensa en consumismo y riquezas materiales. Por eso, cada vez se cuestiona más la educación oficial, que se torna acrítica, ahistórica, sesgada y descontextualizada.

Pero, todo sistema educativo debe re-valorar los estilos de desarrollo y cuestionar el progreso convencional, que se basa en la perenne degradación ecológica y agudización de los problemas sociales. Aquí no cabe lo neutro, lo apolítico, sino todo un compromiso con la sociedad y el ambiente, base para romper con toda tipo de educación neocolonizada que predomina y sus planteamientos antropo-mercado-céntricos. Siendo, necesario desarrollar una sociedad más solidaria, justa y sustentable, de corte eco-céntrica. Donde el individuo-colectivo viva en sociedad integrada, para la transformación hacia una vida más humana, natural, digna y creativa. Y en este proceso, infiere Paulo Freire, solo la educación crítica puede jugar ese papel, al estimular las potencialidades humanas debidamente.

Hoy surgen nuevas herramientas pedagógicas, que desarrollan varios ámbitos del ser humano, desde lo físico, cognitivo hasta lo intuitivo, lo emocional, lo multicultural, lo ecológico, lo ético, espiritual y otros, porque ha cambiado la manera de enseñar-aprender, el nivel afectivo e interés emocional se fortalece. También están las herramientas biointeligentes o biolúdicas, las “intuitivas”, que trabajan en conexión mente-corazón; donde el coeficiente emocional es tan importante como el intelectual.

Así, se aplica la interacción y transformación personal y social, en un proceso de concientización, sensibilización y criticidad de la realidad en que vive un individuo o comunidad; mediante el conocimiento-reflexión-acción de todos. Exaltándose en el proceso educativo, la interacción y socialización entre los seres humanos y su entorno, que responde a las necesidades, pero regulando sus intereses. Los métodos de enseñanza y aprendizaje deben replantear un nuevo currículo educativo, que como alternativa, debe estar al servicio del desarrollo humano integralmente (Aguilar A., Bize B. 2011). Quizás por eso, Finlandia decidió eliminar su sistema de educación, basado en la enseñanza por materias y su enfoque monodisciplinario, ya obsoleto de estudio de la realidad. Y lo reforma a un proceso por fenómeno o temática. Para ello, se requiere de una estrategia pedagógica transdisciplinaria y transversal. Esto se logra, con la idea de anclar un tema problema a analizar (una política de gobierno, una organización, una realidad compleja), que aborde y resuelva el problema de la crisis pedagógica. Entran aspectos, como la contextualización, la historicidad, la dialéctica del sujeto-objeto y para ello requiere ser analizada por múltiples disciplinas; lo que le permitiría comprender mejor la realidad o problema, coyuntural y estructural. Además, de métodos participativos, constructivos y de acción continua, bajo el enfoque de efecto-causa-solución de la realidad. Aunque ya existen propuestas pedagógicas, que permiten un proceso educativo más cualitativo.

La educación trata de las responsabilidades políticas críticas que debe tener el sistema educativo en el estudio de relaciones pedagógicas y socio-ambientales; el preparar a los educandos para que sean capaces de generar los cambios necesarios que aseguren y propongan un desarrollo sustentable; de ahí que, el proceso de enseñanza-aprendizaje no puede ser neutral ante la situación de crisis social y ambiental.

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