Con el fin de aclarar varias informaciones y declaraciones que aparecen en la publicación de referencia, me veo en la obligación, como abogado de SORESCO, de referirme al artículo del señor periodista Arguedas Ortiz, ya que no es justo que se presente solamente la versión de RECOPE sin siquiera dar la oportunidad a las otras partes de manifestarse al respecto.
En primer lugar los gastos de mantener a RECOPE sin refinar que no son recuperables y pagamos por todos los costarricenses son los $30 millones anuales que cuestan 401 empleados de RECOPE relacionados con las labores de refinación, de acuerdo al informe presentado por el Departamento de Planificación de RECOPE, o sea, RECOPE no refina desde el 2011, por lo que a la fecha se han gastado en esa empresa $120 millones en salarios y otros gastos por ese concepto que representan para los costarricenses ₡6 por litro. En esos gastos improductivos es que la administración de RECOPE debe concentrar su mayor esfuerzo, pues el reducirlos están dentro de su entero control. Ahora, no se trata de despedir personal inmisericordiamente y seguir agravando las condiciones de desempleo de Costa Rica, se trata de conseguir rápidamente la construcción de la refinería para que se revierta tal situación y más bien crear más empleo y beneficios al país. A continuación presento un cuadro resumen con los perjuicios y beneficios de hacer o no hacer una refinería para RECOPE.
Por otro lado, los grandes ganadores con todo este proceso de no hacer una refinería son los intermediarios extranjeros que venden los combustibles a RECOPE. El diferencial de ingresos de esas compañías transnacionales es de más de $450 millones al año, que pagamos los ciudadanos en el precio de los combustibles y que sale de nuestros bolsillos a depositarse en los bolsillos de grandes empresas extranjeras. Lo más curioso es que algunos costarricenses están favoreciendo a esos foráneos al externar opiniones confusas y sin fundamento profesional sobre el proyecto de la refinería. Además, en la situación actual, a pesar que el precio del petróleo este bajo, eso no se ve reflejado en los combustibles pues estos siempre tendrán un precio superior en base a la oferta y demanda internacional y la capacidad mundial de refinación. Con una refinería estaríamos realmente pagando precios de combustible menores y aprovechando los bajos precios del petróleo, pero, la situación actual sin refinación hace que dependamos de los precios que impongan los intermediarios extranjeros.
En las reuniones que sostuvieron RECOPE y CNPCI en China y en Costa Rica, efectivamente se acordó que RECOPE hiciera un nuevo estudio de factibilidad con el fin de que con sus resultados, RECOPE tenga más elementos para decidir técnica y profesionalmente que hacer con el proyecto. La posición de CNPCI es que el estudio de factibilidad actual fue aprobado en el 2011 por los gobiernos de China y Costa Rica y está acordado por ambos gobiernos hacer la refinería en el país y esa condición no ha cambiado, más bien con la visita del presidente Guillermo Solís a China se ratifico que Costa Rica y China están de acuerdo en hacer la refinería. Para los chinos es un mandato supremo de los máximos líderes de ambos países y por lo tanto es de cumplimiento obligatorio. Su cultura es de orden jerárquico y ellos entienden que las decisiones de alto nivel no son cuestionables y deben ejecutarse, por algo son tan exitosos en todos los proyectos que emprenden.
En lo técnico, las mejores compañías a nivel mundial y, que son realmente expertas y tienen la experiencia comprobada en materia de industria petrolera y gas, han revisado los estudio, la ingeniería y la oferta de ingeniería, procura y construcción y han dictaminado que técnica y económicamente todo esta correcto y más bien el proyecto está por debajo de los costos del mercado internacionales. Por eso CNPCI le ha manifestado a RECOPE que técnicamente y económicamente no ven razones para no continuar con el proyecto y, además, no se ha demostrado por parte de entidades y compañías realmente con experiencia y expertas en la materia que los estudios y la ingeniería hechas por SORESCO tengan problemas.
Con fundamento en lo anterior, CNPCI estuvo de acuerdo que por cuenta y riesgo de RECOPE se hiciera un nuevo estudio de factibilidad, se hicieran modificaciones al Acuerdo de Empresa Conjunta y se redujeran las operaciones en SORESCO mientras RECOPE hacia lo pertinente para tomar la decisión de seguir adelante con la construcción de la refinería. Ahora, el acuerdo entre socios se da en términos generales dentro de sus políticas de desarrollo de proyectos, por lo que el siguiente paso era que RECOPE presentara a CNPCI su plan de trabajo en detalle, los términos técnicos y alcances del nuevo estudio de factibilidad y la propuesta de cambios en el documento de Acuerdo de Empresa Conjunta, todo bien fundamentado y documentado, sin embargo, a la fecha RECOPE no ha presentado nada a CNPCI y sin esas propuestas detalladas no es posible llegar a acuerdos entre las partes y concretar acciones en tiempos bien definidos. Las buenas prácticas internacionales de gestión de proyectos y negociación indican claramente que ese es el camino a seguir en un caso como el del proyecto de la refinería. En esto quizá influyen los problemas de comunicación. En el Acuerdo de Empresa Conjunta se establece que el idioma oficial es el inglés, lo cual es de lógica, los chinos hablan mandarín y no hablan español, los costarricenses hablan español y no hablan mandarín, el idioma de las relaciones y negocios internacionales es el inglés, sin embargo RECOPE ha designado representantes que no hablan ni entienden inglés, mientras que los representantes chinos tiene un gran dominio del inglés, de hecho, de los tres miembros de RECOPE en la Junta Directiva de SORESCO dos no entienden ni hablan inglés, siendo este órgano el que toma las decisiones importantes en SORESCO. Por más que se usen traductores, en la traducción se pierde mucho de lo que realmente se quiere expresar y las discusiones se vuelven largas y muy cansadas, provocándose el no llegar a nada al final y continuar por tiempo indefinido con la postergación de las decisiones importantes.
El procedimiento es que RECOPE presente sus propuestas documentadas a CNPCI para que este las analice y así poder sentarse ambos en la mesa y tomar decisiones sobre acciones detalladas, concretas y definidas dentro de un programa de trabajo y presupuesto. En esto RECOPE ha actuado muy artesanalmente, como haciendo las cosas al “ojo del buen cubero”.
Sorprende que el Director de Legal de RECOPE indique que el juicio contencioso en contra de la CGR tenga como fin demostrar al socio que los estudios en lo técnico están bien y con eso tener el espacio para negociar, cuando el Sr. Mayid fue el actor principal en llevar a cabo esa demanda manifestando su convencimiento de que efectivamente la CGR está equivocada y no tiene competencia técnica para decir que está bien o mal. La CGR está equivocada y los expertos internacionales en materia de refinación del petróleo demostraran en su momento, que efectivamente la CGR emitió órdenes y criterios en base a análisis errados de sus funcionarios.
El acuerdo de empresa conjunta establece claramente que si entre los socios en dos reuniones consecutivas no se llega a acuerdos relevantes que afecten el desarrollo del proyecto, se está en punto muerto y se debe contratar un perito independiente que de un dictamen, el cual es vinculante para las partes. El punto muerto lo debe declarar y comunicar el socio que se considere perjudicado. Si RECOPE estima que se ha llegado a un punto muerto en los temas que ha planteado a su socio CNPCI, debe comunicarlo y ambos deben proceder a ordenar a SORESCO la contratación del perito independiente que del dictamen correspondiente. El resolver en el menor tiempo posible los asuntos relevantes del proyecto, por acuerdo entre las partes, por peritaje o por arbitraje en Londres, es una acción necesaria que define la continuación real del proyecto y evita mayores gastos.
Pensemos en el país, no agravemos la situación económica y social en general y en especial de Limón, con un despido masivo de empleados de Recope por su eventual cierre, por razones ilegitimas por ser contrarias a derecho. Lo digo para concluir la salvación es el proyecto de Refinería.
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