Me pregunto, ¿quiénes tendrían acceso a esos alimentos? Probablemente los miles de familias campesinas que han tenido y que tendrán que dejar de producir en sus pequeñas parcelas, migrando a la ciudad a engrosar los círculos de pobreza, no serán los más favorecidos con las medidas de comercialización internacional globalizada.
Si miramos toda la cadena alimentaria, el acceso o compra de alimentos figura entre los eslabones últimos de esta. En el sistema agroalimentario productivo interesa quiénes producen, qué producen, cómo lo producen, quiénes proveen y quiénes distribuyen los alimentos a la población? No basta con pensar en que hay disponibilidad de alimentos en un país, si las familias no tienen acceso a estos. ¿Qué tiene mayor costo social? ¿Disponer de una mayor variedad de productos y a menor precio, a costa del desestímulo a la producción nacional, la mayor migración del campo a la ciudad y miles de familias subnutridas o malnutridas? ¿Cómo se sitúa el TLC como convenio internacional respecto a nuestra Constitución Política y legislación nacional? ¿Qué sucederá con las medidas nacionales de mejoramiento nutricional de productos y la fortificación de alimentos, una medida sanitaria que no necesariamente sea del interés de las grandes transnacionales importadoras de alimentos a nuestro país? Respecto a la biodiversidad, reglamentación de origen y negociación de la propiedad intelectual, me pregunto, cuáles son las medidas de protección de nuestras especies comestibles? Con la patentización de semillas y uso de las transgénicas se le niega a nuestro campesino el derecho milenario, heredado de generaciones de familias dedicadas a la agricultura, de guardar las semillas para uso en la alimentación , de resembrarlas e intercambiarlas. El Ing. Luis Rodríguez participó en una mesa redonda sobre «TLC y Nutrición» y compartió un texto citado por G. Bush (Presidente de los Estados Unidos, junio 2001) que dice lo siguiente: ¿Pueden ustedes imaginar un país que no fuera capaz de cultivar alimentos suficientes para alimentar a su población? Sería una nación expuesta a presiones internacionales. Sería una nación vulnerable. Y por eso cuando hablamos de agricultura norteamericana, en realidad hablamos de una cuestión de seguridad nacional. Esta cita nos hace preguntarnos: ¿ Cuánto afectará el TLC a nuestra ya deteriorada soberanía alimentaria?