Winkelman et al. en su trabajo “The Supernatural as Natural” nos parece indicar que el hombre primitivo emuló los rituales animales para establecer sus propios rituales y mitos. Una capacidad de conversación, que nos parece decir que se buscaba tener la naturaleza del animal como magia chamánica y tribal. Ciertamente es una mitología que es consonante en la ecuación hombre/naturaleza/cosmos. ¡Es un milieu donde lo alucinatorio y lo para-alucinatorio, no es lo loco, sino lo sobrenatural! El hombre descubre las plantas psicodélicas y las aprende a combinar. No por ello viola leyes tribales ni aun las de las teocracias sacerdotales posteriores. No por ello se vuelve loco. Hoy en día hasta las plantas psicodélicas están prohibidas como parte de un Schedule I u Horario I por la DEA y otras agencias igualmente poco visionarias. El milieu es uno de prohibiciones ciegas y de gratificaciones inmediatas. Es el milieu del materialismo. Como reducir el ser humano a un/a dependiente de la tecnocracia y de la carencia de la narración mítica y sacra. Lo mítico y sacro sustituido por el bullicio de la voracidad del consumismo. Un concepto del tiempo basado en una atomización islética de partículas de una experiencia carente de continuidad. Al carecer de lo sacro y de lo mítico, de lo mágico y milagroso, el hombre llega a carecer a su vez de lo místico y de lo numinal. La racionalidad de tipo apolinio y solar no bastan para comprender, por sí mismos la naturaleza de la condición hombre/cosmos /Dios. El pneuma o espíritu se separa de la ciencia como consecuencia propia de la ausencia de síntesis. Consecuencia de una atomicidad polarizante. De nuevo, el materialismo siempre aborda ecuaciones en que el hombre queda desvastado por el hombre.
Las orientaciones materialistas siempre tienen que aplastar algo sacro en el ser humano. De esa manera contaminan con el ridículo de una soledad carente de dirección hacia lo relevante. Gratificación inmediata es una solución a dicho conflicto y una forma de ocultar a través del placer, las neurosis de la carencia del amor y de la solidaridad añoradas. La caridad y la misericordia se llegan a relegar a conventos y a monasterios, pero no a la economía ni al trato de prójimos. Se llegan a considerar como casos especiales y no la verdadera naturaleza humano. Hoy en día sabemos que los animales y en especial la rata, tienen fuertes tendencias solidarias y empáticas. Se ayudan mutuamente cuando uno de ellos se encuentra en problemas. También se sabe que los niños son de una orientación de ayuda interpersonal y solidaria. Pero se sigue predicando que nadie es el prójimo de su semejante. Que el otro no existe. Porque grita el rico: ¿me tienen que quitar el dinero para dárselo a un pobre? ¡Yo trabajé mucho para conseguir ese dinero! ¡Acaso soy el guardián de mi prójimo! Vaya contraste con el mensaje de los Evangelios. De la Compasión Eterna predicada por el Buda. De la sabiduría del Bhagavad Gita cantada por el Señor Krishna.