Además, agregó que él utiliza una lista de trece criterios para evaluar los aspirantes a socios, aunque aclara que no tiene reglas formales para seleccionar tales potenciales socios ni que tampoco existe pauta alguna para su escogencia. Señaló que el proceso no es automático y que los candidatos no tienen derecho alguno para ser seleccionados. Insistió en que negociar con su país es un privilegio.
Agregó que se analizará siempre si el aspirante ha apoyado a los EE.UU. en sus negociaciones en la Organización Mundial del Comercio por lo menos en la forma de resolver sus disputas. De la misma manera señaló que los aspirantes deben dar especial consideración a aquellos productos que son de particular interés para los EE.UU. y claramente anotó que los tratados deberán cubrir todos los sectores.
Quienes hayan estudiado lo que cubre el TLC, no se sorprendieron ni con la forma de hablar ni con las palabras del señor Zoellick en su visita a nuestro país, puesto que son bien conocidas; aquí repitió «una muerte anunciada».
Pienso que la única manera de llegar al fondo del TLC es borrar la ignorancia creada por la indolencia, poniéndonos todos a trabajar con diligencia en defender nuestros intereses mientras ellos defienden los suyos.
Para conocer más sobre el discurso del señor Zoellick, consultar www.tradewatch.org o comunicarse con Public Citizen’s Global Trade Watch: 215 Pennsylvania Ave SE, Washigton, D.C. USA 2003, teléfono 1-202-546-4996, fax. 1-202-547-7392.