Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, ofrecemos un vistazo a la composición de la próxima Asamblea Legislativa. Por aparte, la magistrada Ana V. Calzada examina el papel de la mujer en el Poder Judicial
A paso lento, pero seguro, avanza la sociedad costarricense en la inserción de las mujeres en las estructuras políticas de toma de decisiones, haciendo con ello justicia al género femenino que ha participado, junto a los hombres, en la construcción de este país, pero desde un lugar invisibilizado.
Sin embargo, la resistencia a la inclusión de lo femenino en los diferentes campos aún es muy marcada, tanto en los varones como en las damas, quienes siguen creyendo que «ellas son las reinas del hogar» y por tanto su mundo se limita a lo privado.
Un ejemplo de lo anterior es el proceso electoral, realizado el 3 de febrero, donde quedó conformada la nueva Asamblea Legislativa, en la cual una vez más no se cumple con la cuota de representación femenina de un 40%
Pareciera que las directrices emanadas del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), a fin de hacer cumplir dicha legislación aprobada en 1996, no fueron suficientes para asegurar a las mujeres esa representación en el poder legislativo.
Esto pese a que el padrón electoral de 2.279.851 personas está conformado por un 50.07% de varones (1.141.695) y un 49.92% de mujeres (1.138.156), cuya diferencia es de apenas 3.539 personas, según datos suministrados por Danilo Chavarría de la Dirección del Registro Civil.
Los partidos políticos cumplieron la resolución respecto a que los nombres femeninos debían incluirse en los puestos elegibles, según el porcentaje histórico de diputados obtenido por cada partido.
Sin embargo, dos hechos influyeron negativamente en dicha representación: los mecanismos de elección utilizados en los dos partidos mayoritarios -Unidad Social Cristiana (PUSC) y Liberación Nacional (PLN)-; y el que estos no obtuvieran en cada provincia el número de curules que en elecciones anteriores.
Respecto a los procedimientos, en el PUSC la asamblea del partido designó el lugar que le correspondió a cada candidato, que obtuvo más del 40% de los votos en las elecciones internas por provincia.
Las féminas ocuparon el primer lugar por las provincias de Guanacaste y Limón; un segundo por San José, Cartago y Heredia; y un tercero por Puntarenas y Guanacaste, en los cuales no resultaron electas. En Alajuela les correspondió el cuarto y quinto lugar, pero solo el primero fue obtenido por el PUSC. Completa la lista de las siete diputadas (ver recuadro) el quinto lugar por San José.
Los restantes nombres correspondientes a la cuota femenina fueron ubicados en puestos que no resultaron elegibles para el PUSC.
Más incomprensible resulta el procedimiento empleado por el PLN para elegir sus aspirantes a diputadas, mediante una fórmula desigual, donde ellas debían trabajar más que ellos y al final cada voto obtenido valía menos que el otorgado a los varones.
Las interesadas en aspirar a una curul debieron trabajar toda la provincia, mientras los varones lo hacían en la región electoral que querían representar. Posteriormente los votos obtenidos por ellas fueron divididos en el número de regiones electorales de esa provincia. Eso implica, por ejemplo, que cada voto dado a las candidatas guanacastecas solo valía 0.5 mientras el otorgado a los hombres era igual a 1.
Ante esta situación las afectadas presentaron a la Sala IV una acción de inconstitucionalidad, así como un recurso de amparo electoral ante el TSE, que aún no han sido resueltos.
También contribuyó a la poca representación femenina el hecho de que el Movimiento Libertario sacara seis diputados varones, por cuanto no colocó ninguna mujer en el primer lugar, aún cuando incluyó en sus nóminas diputadiles, como propietarios, la misma cantidad de mujeres y hombres que el Partido Acción Ciudadana (PAC), (28 y 29 respectivamente).
La diferencia es que el segundo lo hizo utilizando un mecanismo de alternabilidad entre los sexos, de tal manera que las papeletas de tres provincias (San José, Cartago y Puntarenas) fueron encabezadas por una mujer y las otras cuatro (Alajuela, Heredia, Guanacaste y Limón) por un varón, pero a continuación seguía el sexo opuesto. Esta agrupación aportó a la Asamblea Legislativa siete diputadas, que representan la mitad de las curules obtenidas.
Por su parte, el PLN eligió seis diputadas, una por el primer lugar de Heredia, dos por el segundo lugar de Guanacaste y Cartago y tres por San José.
En total, en los próximos cuatro años 20 féminas ocuparán una curul, lo que significa un 35.08% de los 57 diputados que conforman el plenario legislativo. Los restantes 37 son varones, para un 64.09%.
PORCENTAJE POSITIVO
Este porcentaje es muy positivo respecto a los años anteriores, pues aumentó en casi 16 puntos porcentuales respecto a la elección de 1998, que fue del 19.29%, gracias a las 11 diputadas electas y pese a que la cuota del 40% había sido aprobada dos años atrás. En 1994 fue de 15.78% con 9 legisladoras, y en el 90 de 14.03% con 8 designadas.
Esto representa un total de 48 legisladoras que ocuparon una curul en las últimas cuatro elecciones nacionales, mientras se eligieron 180 varones, gracias a la forma de conformar las listas de candidatos diputadiles en propiedad.
Esta misma situación desigual en la representación de los géneros se da en el nombramiento de regidores y síndicos, sin embargo la comparación no es posible por cuanto el TSE no ha terminado el conteo de los votos.
Se trató de conseguir las estadísticas de elecciones anteriores, pero la Oficina de Comunicaciones informó que estas no son segregadas por género, lo cual fue corroborado por Bernal Hernández, de la oficina de archivo del TSE.
Tampoco se puede realizar la comparación en el poder ejecutivo, por cuanto todavía no hay presidente electo. Sin embargo los candidatos a la segunda ronda -Abel Pacheco y Rolando Araya- cumplen con el 40% al llevar una candidata a la vicepresidencia. En la elección anterior Miguel Angel Rodríguez presentó las dos.
Respecto a los ministros, hasta la fecha 14 mujeres han asumido estos puestos: Oscar Arias designó 30 varones y dos féminas (6.25%), Rafael Angel Calderón 21 y tres (12%), José María Figueres 19 y dos (9.52%), y Rodríguez 15 y dos (11.76%). Como se observa, ni el porcentaje ni el número de mujeres designadas ha subido. Habrá que ver el nombramiento del gabinete del próximo gobernante.
Esta desigual relación, que no corresponde con el porcentaje de mujeres y hombres que conforman el padrón electoral, se presenta en los demás estratos del ejercicio del poder político, siempre que se trate de cargos de dirección superior, sea este por designación directa o por elección.
MUJERES ELECTAS DIPUTADAS
Partido Acción Ciudadana:
Margarita Penón, primer lugar por San José
Epsy Campbell, tercero por San José
Elvia Navarro, quinto por San José
Martha Zamora, segundo por Alajuela
Ruth Montoya, tercero por Cartago
Emilia Rodríguez,segundo Heredia
Daisy Quesada, primero por Puntarenas
Partido Unidad Social Cristiana:
Aída Faingezicht, segundo por San José
Gloria Valerín quinto por San José
Liliana Salas cuarto por Alajuela
Rocío Ulloa segundo por Cartago
Aracelly Salas segundo por Heredia
Ligia Zúñiga primero por Guanacaste
Carmen Gamboa , primero por Limón
Partido Liberación Nacional:
Laura Chinchilla primero por San José
Kyra de la Rosa cuarto por San José
Joyce Zurcher cuarto lugar por Alajuela
Nuri Garita segundo por Cartago
María de los A. Víquez primero por Heredia
María Lourdes Ocampo, segundo por Guanacaste.
Movimiento Libertario: 0 diputadas