Señalan que medidas del gobierno son insuficientes e incidirán en una recuperación más difícil para las personas de más bajos ingresos y para la clase media.
Costa Rica enfrenta el peligro de caer en una “recesión estabilizada”, en la que sectores importantes de la economía ven su caída frenada, pero no lograrán una recuperación del terreno perdido durante la crisis económica.
Así lo expusieron los especialistas del Observatorio de la Coyuntura de las escuelas de Economía y Sociología de la Universidad Nacional (UNA), durante la presentación ante la prensa de su último estudio titulado Monitoreo de la Crisis: Producción, empleo y propuestas de política.
En la actividad participaron los economistas Henry Mora, Carlos Carranza y Roxana Morales, quienes explicaron que el estudio buscó atender las preguntas de si ha tocado fondo la recesión económica y si se ha iniciado la recuperación. Para ello analizaron el comportamiento de varios sectores productivos claves, como el turismo o el industrial, con énfasis en la situación del empleo.
Entre las principales conclusiones a las que llegaron, destaca el hecho de que en una economía que sigue en recesión, “el único sector que muestra una leve recuperación es el industrial, pero puede ser ilusoria; mientras tanto la actividad de los otros sectores estudiados o sigue decreciendo o logra estabilidad, pero sin repuntar”.
Los especialistas puntualizaron que “mientras no haya un repunte en el mercado laboral, que dé cuenta de que las empresas recuperan la confianza, no se puede hablar de recuperación económica”.
En ese sentido, los datos recabados por el Observatorio son preocupantes, pues recordaron que hace un año y medio el empleo crecía a un ritmo de un 10%, pero hoy ese crecimiento es 0%. “No se están creando nuevos empleos, pero la fuerza laboral, es decir las personas que pasan a formar parte de la Población Económicamente Activa (PEA), cada año crece en un 3% y estas personas pasan directamente a engrosar las cifras del desempleo o de la actividad informal”, señaló la especialista Roxana Morales.
De acuerdo con datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), aportados por el Observatorio, entre octubre del 2008 y julio del 2009 en Costa Rica se perdieron 41.469 empleos y se generaron 22.882, lo cual implica un saldo neto de 18.614 puestos de trabajo perdidos.
MEDICIÓN DE SECTORES
El instrumento que el Observatorio de la Coyuntura utilizó para medir la evolución de los diferentes sectores, es el Índice Mensual de Actividad Económica (IMEA) calculado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Según explicó Carranza a UNIVERSIDAD, cuando ese Índice alcanza un valor de cero, significa que no hubo crecimiento del sector y la recesión se da cuando llega a tener valores negativos, lo cual implica que en vez de crecer el sector más bien pierde terreno y es cuando se empiezan a perder empleos, aunque usualmente “con que llegue a 0,5% ya se considera en recesión”.
Lo que ha llevado a los especialistas a advertir el riesgo de una “recesión estabilizada”, es que para varios sectores de la economía se aprecia una estabilización en su actividad dentro de márgenes negativos de crecimiento a los que los ha llevado la actual coyuntura.
En el caso del turismo, que se midió a partir de la hotelera, desde abril del 2008 empezó una baja fuerte y el crecimiento del sector se detuvo del todo hacia agosto del año pasado. Esa tendencia se mantuvo y llegó casi al -10% en abril de este año, desde entonces ha experimentado un ligero repunte y en mayo se ubicó en -9,2%, pero los especialistas se mostraron preocupados pues en lo que queda del año el sector deberá hacer frente a la llamada temporada baja.
La misma situación atraviesa el sector agropecuario, que durante el 2008 fue el segundo en importancia por la cantidad de empleos que aportó al país con un 12,01% de la fuerza laboral, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Desde agosto del 2008, el Índice de Actividad para el sector agropecuario conoce valores negativos. De acuerdo con los mismos datos del BCCR, entre febrero y mayo de este año las cifras parecen mejorar y en junio se estabilizan en un –2,07%.
Los economistas sentenciaron que la construcción es uno de los sectores “más golpeados” y que, al emplear mano de obra abundante y barata, el impacto de su caída se manifiesta tanto en el área total construida en el país como en el empleo. Desde marzo y hasta junio, el IMEA de esta actividad se ha visto estabilizado en un -5,69%.
El sector industrial es el que presenta un repunte más claro. Tras haber tocado un fondo por abajo del -15% del IMEA en enero de este año, empezó un ascenso en su actividad que lo ha llevado en junio pasado a marcar un -6,21 que sin embargo sigue siendo preocupante.
Mora especificó que las cifras que se reportan en este rubro son muy influenciadas por la actividad de la multinacional Intel.
Por su parte, Carranza lamentó que el sector agropecuario “está más abajo incluso de lo que se podría esperar” y apuntó que “no puede pensarse en una simple ayuda en la forma de condonaciones de deuda”, sino que más bien se debe plantear una política “para repensar el sector agrícola más tradicional”.
Al señalar las responsabilidades del gobierno por el manejo que ha hecho de la recesión, Carranza puntualizó que la estrategia del Poder Ejecutivo ha consistido en fortalecer las exportaciones hacia mercados nuevos; sin embargo, los datos a junio de este año señalan que las exportaciones en general de Costa Rica bajaron en más de $700 millones con respecto a junio del 2008.
Carranza también lamentó que el eje económico del gobierno se ha centrado sólo en dos instituciones, el BCCR y el Ministerio de Hacienda, pero otros órganos “no han tenido la presencia fundamental que debieran”, como es el caso del Banco Hipotecario para la Vivienda (BANHVI).
“El programa de vivienda debería ser reactivo pero no lo es, en términos generales las políticas del gobierno no han tenido el logro esperado y se necesita una mayor coordinación interinstitucional”, subrayó.
El especialista enfatizó la necesidad de plantear un mayor plan de contingencia, pues “el Plan Escudo es insuficiente, para levantar a los sectores deprimidos se requieren políticas sostenidas por lo menos a lo largo de un quinquenio”.
“Hay una ausencia total de plan de recuperación de sectores de bajo ingreso y de clase media que han tenido pérdidas sensibles, las respuestas del gobierno no profundizan la recuperación económica y social y la consecuencia será que habrán sectores que no se recuperarán y se verán contraídos”, lamentó.
9-set-09
Salir de la recesión no es salir de la crisis
UNIVERSIDAD tuvo la oportunidad de conversar con el economista Henry Mora, luego de la presentación del Observatorio, para ampliar conceptos sobre la recesión y la crisis.
Se ha dicho que las causas de la crisis son estructurales, propias del sistema capitalista que depende de ganancias ficticias generadas por la especulación financiera. Eso implica que mientras no se cambie ese sistema la salida a la crisis es transitoria. ¿Cuál es su opinión al respecto?
– La crisis y la recesión son cosas diferentes. La recesión es un fenómeno de coyuntura, la crisis es estructural, sus causas son estructurales y van más allá del sector financiero y el capital especulativo. Los límites del sistema también se han evidenciado muy claramente en el agotamiento de una serie de industrias tradicionales, en Estados Unidos la más visible es la automotriz.
Esta crisis estructural no se resuelve este año ni el siguiente, lo que están tratando de hacer es salir de la recesión.
Entonces salir de la recesión no es salir de la crisis y después se puede volver a caer en otra recesión.
– La economía mundial capitalista ha entrado en una etapa de reiteradas crisis secuenciales desde mediados de los años 70. Tras una gran expansión que se dio en los 90, se pensó que se entraría en una época de largo crecimiento, pero los datos han negado eso.
Ningún gobierno ni organización mundial está atacando las causas estructurales de las crisis, se mantienen intactas, el mundo capitalista ha inflado la economía con enormes inyecciones de capital para alejar del abismo al sector financiero y salvar algunos sectores que están en franca decadencia, como el automotor. Esto temporalmente eleva las tasas de crecimiento y el Producto Interno Bruto (PIB) para dar la apariencia de que se sale de la crisis, pero en realidad no se logra, de lo que se puede salir es de la fase coyuntural recesiva.
Hay una alta probabilidad de que la economía mundial entre a una fase de decadencia prolongada, porque las condiciones estructurales son graves y la forma en que se atacan son tales que no parece haber una posibilidad de ingresar a una fase de crecimiento.
¿Cómo se cambian esas condiciones estructurales?
– Hay que pensar en salidas postcapitalistas que tienen que ver con la emergencia de nuevos sectores, de nuevas formas de actividad económica, como la economía social y la economía solidaria, nuevas formas de articulación de la producción con la ciencia y la tecnología, el estado y la academia.
El cuello de botella de la crisis estructural capitalista tiene que ver con el hecho de que productividad de los sectores de servicios no crece. Se tenía una gran expectativa de que estos sectores, particularmente los de alta tecnología, sacaran al capitalismo de esta situación de crisis prolongada y lo lanzaran a 25 ó 30 años de crecimiento más o menos estable.
Eso no ocurrió, en parte porque para que de veras se dé un crecimiento en la productividad de esos sectores, incluidos los de ciencia y tecnología y las universidades, se necesita una proletarización del trabajo científico, lo cual es un proceso en marcha.
Mi tesis es que el sistema capitalista está llegando a sus límites, a la vez que ha creado una crisis muy seria en su entorno social y ambiental.