Estamos logrando un esfuerzo de confluencia de las tres vertientes de pensamiento social costarricense que son el pensamiento social de la iglesia, la socialdemocracia auténtica y el socialismo.
La unión de sectores como el empresariado patriótico, los trabajadores y el Estado es la solución frente a la degradación que sufre la sociedad costarricense provocada por un grupo de «depredadores», expresó el economista Álvaro Montero quien es candidato a la presidencia, para el periodo 2006-2010, por parte del Partido Rescate Nacional (RN).
Como parte del ciclo de entrevistas que realiza UNIVERSIDAD a los candidatos a la presidencia, Montero expresó que Oscar Arias fractura a la sociedad costarricense, culpó al PAC de que no se realizara una coalición nacional, le restó significado a una unidad de izquierdas y se refirió a la posible canalización del voto joven en el voto protesta.
El candidato de RN, quien también ostenta un puesto en la Asamblea Legislativa, respondió el pasado miércoles 12 de octubre las preguntas de los periodistas Eduardo Ramírez, Ana Incer, Fernando López, Laura Martínez y Jeymer Gamboa, quien procesó la síntesis de la entrevista.
¿Cómo se define ideológicamente el partido RN?
RN es un partido patriótico, progresista y humanista. Lo integran representantes muy connotados del pensamiento socialcristiano, socialdemócrata y el pensamiento socialista costarricense, en el cual también ocupamos un lugar.
¿Qué ofrece el partido RN para atraer el voto de aquellas personas que están buscando una tercera opción al bipartidismo tradicional?
Hacemos un esfuerzo por demostrar que sí tenemos ideas y pensamientos apropiados para las condiciones actuales de nuestro pueblo. Hemos hecho un ingente trabajo intelectual, público, en distintos foros por demostrar el significado anexionista del TLC. Hemos hablado con jóvenes, maestros, campesinos. Tenemos una base social muy importante, sectores magisteriales que forman parte de nuestro partido. Es una tarea muy difícil porque el pueblo tiene la moral en el piso, la gente no cree en nada, ni en nadie.
¿Qué opina de las acusaciones que ha hecho recientemente Oscar Arias contra ciertos grupos, -que él ha llamado de izquierda-, cuando los definió como «un sector que se opone al desarrollo nacional y que porfiadamente sigue negando la globalización»?
Viniendo de una persona como él, que es supuestamente una persona informada, que tiene un manejo importante de los datos internacionales, desmerecen mucho su categoría. En el año 97 en el libro «La globalización contra los pueblos» digo expresamente que es absurdo que los hombres y mujeres que luchamos por el mejoramiento de las patrias ignoremos la globalización -fenómeno característico del capitalismo desarrollado- que está sujeto a cuatro condiciones: es consecuencia indirecta del derrumbamiento socialista, se da bajo el predominio de los organismo financieros internacionales, pone la revolución científica en beneficio del patrimonio de las grandes empresas transnacionales y es un fenómeno que se concentra en la economía de los países más desarrollados del mundo, y en la que nuestros pueblos se convierten en economías subsidiarias, sujetas a las exigencias de control y hasta la agresión directa de un país.
¿De ser elegido diputado mantendrá la tónica con las denuncias que usted ha realizado recientemente contra el candidato del PLN, Óscar Arias?
Estas son pequeñas muestras de la profunda degradación que ha sufrido la sociedad costarricense en manos de un pequeño grupo que podríamos llamar depredadores. Han decidido que las estructuras sociales y económicas del país funcionen y operen en beneficio de sus grandes intereses; por eso sostengo que Óscar Arias fractura a la sociedad costarricense y divide al pueblo.
Estamos por la unidad del pueblo costarricense con el objetivo de unificar los esfuerzos de los trabajadores manuales, intelectuales, el empresariado patriótico y el Estado en un solo proyecto.
¿Por qué no lograron una alianza los partidos de izquierda como cuando usted resultó elegido diputado por el partido Pueblo Unido?
Para nosotros no tiene ninguna significación la unidad de las izquierdas. La confrontación contra las actitudes agresivas y las imposiciones imperiales, debe estar conformada por sectores muy variados, desde la Iglesia hasta los intelectuales. Sería abusivo de nuestra parte decir que estamos intentando unir a la izquierda cuando lo que hay que unir son a los patriotas del país.
Sin embargo, tampoco se ha logrado una unidad de fuerzas -como a la que usted se refiere-, reunidas por un partido electoral…
Eso no se pudo hacer por culpa del partido Acción Ciudadana (PAC). Conversé con Otón Solís y con Alberto Cañas rogándoles que hiciéramos una consulta nacional, para ver quién podía encabezar esa coalición de fuerzas. Ellos no quisieron, siguen llamando a la unidad en torno a ellos. Fue el PAC el que se opuso a la unidad de fuerzas patrióticas.
También hicimos un esfuerzo con José Miguel Corrales para tratar una unión, pero José Miguel se encontró con que en el partido al que recién ingresaba había una confrontación.
¿En un eventual gobierno suyo cómo armonizaría la atención de las necesidades sociales con las tendencias de libre comercio y globalización?
Escribimos un pequeño ensayo demostrando cómo la política en CR se había pervertido porque los políticos se quedaron sin oficio. Los organismos financieros internacionales les dijeron lo que tenían que hacer, y los políticos se dedicaron a administrar el Estado y a hacer negocios. Es muy difícil retomar una agenda patriótica, pero hay que romper lazos, hay que atreverse a ser nosotros mismos. Costa Rica es un país que tiene enormes recursos financieros aunque digan lo contrario. Aquí se privilegian, se entregan, grandes cantidades de recursos que podríamos estar empleando en el desarrollo del país. Empezaríamos por un desarrollo hacia adentro sin menospreciar la inversión extranjera directa.
¿Qué acciones son necesarias para lograr una buena gobernabilidad frente a una eventual Asamblea Legislativa fraccionada?
El mejor sistema de gobernabilidad es la participación del pueblo. Darle voz al pueblo, que se interese por los asuntos públicos, politizarlo en el buen sentido de la palabra, convertirlo en una parte de la mecánica interna de discusión sobre los asuntos nacionales, desarrollar una cultura de participación que nos permita hablar posteriormente de descentralización de poderes locales.
¿Considera que el país debe redefinir su modelo de desarrollo?
Todo el siglo XX fue un prolongado proceso en el que se vinieron impulsando mecanismos en virtud de los cuales el pueblo costarricense fue fortaleciendo su institucionalidad, la construcción del Estado social de derecho y de servicio público, un Estado con salarios crecientes, un sistema de salud público, participación ciudadana, construcción de viviendas. Todo eso hay que repararlo, no es un viejo estilo, fue viejo hasta el momento en que se detuvo. Ese sistema costarricense de solidaridad, de participación, de colaboración, de distribución del ingreso hay que continuarlo y profundizarlo.
¿Cuál es su visión del voto joven en Costa Rica?
Tengo la impresión de que el voto joven en Costa Rica es la gran cantera del voto protesta. No frente a los grandes paradigmas contemporáneos, no lo veo todavía como la protesta contra el neoliberalismo o el TLC. Lo que he podido percibir es que los muchachos orientan sus sentimientos hacia el estado de repudio por una Costa Rica en la que no pueden controlar la corrupción, los bajos ingresos y la situación de sus familias. Esto les crea un sentimiento de frustración y enojo frente a la política. Uno de los medios para canalizar ese enojo es el abstencionismo. Otro será las organizaciones que logren mostrar un rostro de credibilidad frente a esos problemas que han padecido.