Pedro Pablo Quirós, presidente ejecutivo del ICE, señaló que el proyecto de ley para la apertura del mercado eléctrico puede ser peligroso para el país.
A casi dos semanas de dejar el cargo, el presidente ejecutivo saliente del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Pedro Pablo Quirós, dijo que el proyecto de la Ley General de Electricidad, que pretende abrir el mercado eléctrico y cuya discusión se dará en el inicio del próximo gobierno podría tener consecuencias negativas para el país debido a la crisis que aún le afecta.
Quirós manifestó en un foro realizado el 12 de abril en las instalaciones del Museo del ICE que este proyecto significa un “foul” o jugada peligrosa a la organización del sector eléctrico. En esa actividad, organizada por la Asociación de Empleados del ICE (ASDEICE) con apoyo de otros sindicatos, asistieron decenas de empleados y empleadas de la institución pública.
El jerarca señaló que este es un momento inoportuno para aprobar la iniciativa y que de darse un cambio, no debería aplicarse sino hasta dentro de cerca de 10 años.
“Dos reuniones que hubo sobre este borrador (del proyecto) me dan la no continuidad”, afirmó en clara alusión a las razones por las cuales no mantendrá en su cargo en la próxima administración, pese a ser liberacionista. El actual presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, Eduardo Doryan, será su sucesor para la administración de Laura Chinchilla.
UNIVERSIDAD informó semanas atrás que el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias mencionó en una actividad pública que enviaría a la Asamblea Legislativa el proyecto que contenía 300 artículos y quedó en 146, y que busca dar paso a que otras compañías públicas y privadas se integren al mercado de la generación de energía (Ver nota edición 1843: “Apertura eléctrica consolida cambio de modelo de desarrollo”).
Este proyecto daría continuidad a la Ley de Fortalecimiento y Modernización de las Entidades Públicas del Sector Telecomunicaciones, en su paso por abrir el mercado a la competencia a empresas del área.
El 19 de abril el Frente Interno de Trabajadores del ICE convocó a un paro de labores para manifestarse en contra del proyecto. (Ver cuadro aparte: “El otro combo”).
DEBILIDADES Y RIESGOS
Quirós mencionó que el proyecto de ley de apertura del mercado eléctrico tiene varios portillos.
“En la vida no es malo invertir para hacer plata, pero con reglas. El modelo (de apertura) es muy español, y Costa Rica está cometiendo un error al copiar modelos extranjeros”, subrayó.
Comentó que ahora las circunstancias son distintas ya que hay factores como el cambio climático, que pueden influenciar en el campo, así como tipos innovadores de energía, como la solar, eólica, magmática y maremotriz.
Añadió que para modernizarse, el ICE requiere entre $700 y $1000 millones en inversión. De no estar al día, con esta ley la generación eléctrica podría pasar a manos de las compañías privadas.
El proyecto, prosiguió, cambia el entorno del mercado, pero esto no quiere decir que todas las industrias van a adquirir la energía generada en suelo costarricense.
“Una empresa grande puede comprar electricidad en algún país vecino y la que no quiere arriesgar, no invierte, y paralizaría al país. Es darle la capacidad al consumidor de que compre donde quiera y al inversionista en invertir donde quiera”.
Paro contra “el otro combo”
Los funcionarios y funcionarias del ICE efectuaron un paralizaron labores el pasado 19 de abril, para manifestar su oposición al proyecto de la Ley General de Electricidad.
Rolando Segura, trabajador de la institución y miembro de la Comisión de Enlace, estimó que a la actividad arribaron cerca de 500 personeros de distintas partes del país. Manifestó que esta es la acción de arranque y que buscarán a partir de este momento contactar a los movimientos populares para mostrar su descontento con el proyecto, al que le denominan “El otro combo”, en referencia al Combo del ICE, paquete de leyes que en el 2000 pretendía la apertura del sector de telecomunicaciones.
Francisco Aguilar, coordinador del Frente Interno Trabajadores ICE, criticó que este es un proyecto que no nace del diálogo entre sectores, sino que viene de las cámaras empresariales que llegaron a un consenso para abrir el mercado de la electricidad y cambiar el modelo costarricense que ha sido exitoso.
Reconoció que ese requieren modificaciones en el sector eléctrico y que no estarán en contra de una ley que abre posibilidades de desarrollo. Pero se opondrán siempre que sea una iniciativa con la connotación exclusiva de abrir el área.
Ley de electricidad con oposición y adeptos
El proyecto de la Ley General de Electricidad se topará con un fuerte debate de colocarse en la nueva Asamblea Legislativa, que asumirá el próximo 1 de mayo. UNIVERSIDAD consultó a los futuros jefes de fracción para conocer el criterio de las agrupaciones que ocuparán el Congreso.
Viviana Martín, Partido Liberación Nacional
“Es el principal proyecto en el que la futura fracción está concentrada, por la apuesta del país en enfocarse en generar energía más barata, usando sus fuentes renovables sin depender de energía térmica. Si se quiere mantener la satisfacción de la demanda ciudadana, se deberá incrementar la producción. Las autoridades del ICE han señalado que en las condiciones actuales tendrían graves problemas para hacerle frente al aumento de la demanda que tendremos en los próximos 10 años, se requiere de nuevos agentes de mercado que vengan al país bajo un marco de transparencia y regulación absoluta. Nos parece conveniente la apertura de la inversión en fuentes de energía limpia, además por la utilización de recursos autóctonos y la alternativa de creación de más fuentes de empleo en nuestro país”.
Juan Carlos Mendoza, Partido Acción Ciudadana
“El proyecto tiene desventajas como la participación privada sin límites, el trato igual para entes desiguales, el aumento en costos de regulación y es la puerta hacia la privatización absoluta de los servicios públicos. No ha existido un debate sobre el modelo energético que queremos, y los impactos sociales y ambientales que esta ley puede traer. Esta es inconveniente porque estamos en un momento de crisis y de peligro para la institucionalidad. Es desmantelar el mercado para abrírselo al sector privado y preocupa que se oriente a la exportación, porque debería asegurar primero la demanda interna”.
Danilo Cubero, Movimiento Libertario
“Es trascendental que se apruebe el proyecto a la mayor brevedad, tenemos las condiciones propicias para generar energía. Para el partido es tan importante, que lo colocamos dentro de los cinco proyectos que le presentamos a la presidenta electa Laura Chinchilla, incluso puede ser promovido como el número uno, estamos preparados para legislar. Es fundamental que el ICE no sea el único comprador, esta ley no afectaría para nada la institución, pues sigue siendo el máximo generador en el mercado. Los libertarios somos amigos de la institucionalidad y queremos al ICE”.
Víctor Granados, Partido Accesibilidad sin Exclusión
“Sería imprudente por parte de la administración que este proyecto sea el primer tema que veamos, porque crearía división entre las fracciones. Se debe revisar mucho el tema de cooperativas de producción o empresas sociales que existan, queremos saber cuál es la protección que tendrá, no sencillamente una ley acomodada a las empresas privadas. Lo vemos con desconfianza, en principio estamos en contra por nuestra idea de Estado, hay que ver qué tan urgente es ir a esa liberación. Es el último proyecto de una gran agenda económica y agresiva en contra de la institucionalidad pública, pretende que perdamos participación del Estado.
José María Villalta, Frente Amplio
“El proyecto es innecesario y cuestionable, lejos de solucionar el problema, lo va a agravar, porque afectará lo que funciona bien. Hay una falta de inversión oportuna y creciente explotación de los recursos hídricos, esta ley favorece los intereses de extranjeros al exportar la electricidad. Al igual que el Combo del ICE, favorece el negocio de generadores privados, aunado a la apertura en telecomunicaciones. El problema no es solo el ICE, esto afectaría a gran cantidad de comunidades, si el Gobierno piensa entrar con este proyecto, será una declaratoria de guerra desde el comienzo de la administración”.
Justo Orozco, Renovación Costarricense
“Estamos analizando el proyecto y hemos estado leyendo reportajes, sabemos que puede afectar los intereses del país. Somos un partido de oposición, estamos investigando para saber hasta qué punto conviene su aprobación. Somos un partido patriótico, y parece que este va por la corriente neoliberal, por lo que lo vemos con recelo y no lo vamos a apoyar a ciegas, no nos vamos a casar ni irnos de cabeza. El proyecto sería un complemento del TLC, y nosotros estuvimos en contra de ese acuerdo comercial”.
El próximo jefe de fracción Walter Céspedes, del Partido Unidad Social Cristiana, explicó que no han discutido sobre el proyecto y que no han tomado una posición. A su vez, se buscó la opinión del diputado electo por Restauración Nacional, Carlos Avendaño y se dejaron mensajes en su celular, pero a la hora del cierre no hubo respuesta.
