La causa es la falta de controles sobre el desarrollo de los proyectos, dice la Auditoría.

El retraso de casi dos años en la instalación de la red transmisión inalámbrica en banda ancha con la tecnología WIMAX para clientes empresariales y residenciales le está costando pérdidas millonarias al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), corroboró un estudio de la Auditoría de la institución.

Los retrasos provocan a su vez atrasos en la comercialización de los servicios y la recuperación de la inversión, a lo que se suman pérdidas por los servicios que actualmente se está prestando y no se cobran. Las pérdidas podrían alcanzar los $8,5 millones (alrededor de ¢5.000 millones), si se cumplen las previsiones de costos de inversión y operación señalados en el estudio de factibilidad, según el estudio entregado el pasado 15 de octubre al gerente general, Abraham Madrigal. (AGPT/EE/03-2009-AFIN/EE/04-2009).
El estudio concluye que las fallas se deben a la “ausencia de controles adecuados”  desde la gestión inicial del proyecto, recomienda realizar un nuevo estudio de factibilidad, en un plazo de 30 días, entre una serie de medidas correctivas.

El estudio fue encargado por la auditoría para verificar si existen controles adecuados y suficientes de los proyectos denominados Sistema Inalámbrico Empresarial (SIE) y Evolución del Sistema Inalámbrico Empresarial  (E-SIE). El primero consiste en brindar 1.200 servicios inalámbricos nuevos o de respaldo a clientes empresariales utilizando la tecnología WIMAX, y el segundo consiste en adecuar la plataforma del SIE para brindar  35.000 servicios de voz y datos para clientes residenciales y empresariales.

Según la enciclopedia libre por Internet, WIMAX son las siglas de Worlwide Interoperability for Microwave Access (interoperabilidad mundial para acceso por microondas), mediante la cual se trasmiten datos usando ondas de radio. Una de las ventajas que se atribuye a esta tecnología es que permite ofrecer servicios de Internet por banda ancha, en zonas donde los costos del tendido de cable o fibra resultan altos debido a la baja densidad de la población o las dificultades del terreno.

El ICE adjudicó en el 2006 la instalación del proyecto SIE por un monto de $11.2 millones a la empresa costarricense Datatell Tres Mil S.A., intermediaria de Airspan Networks, firma con sede en Florida, EE.UU., que comercializa la tecnología WIMAX. En el 2008, la subgerencia de Telecomunicaciones mediante contratación directa y a un costo de $14,9 millones inició una segunda etapa, E-SIE. Esto se hizo a pesar de que el estudio de factibilidad elaborado por la División Gestión Sectorial de Telecomunicaciones recomendó en marzo del 2008 emprender el proyecto E-SIE, “siempre y cuando el proyecto SIE haya recibido la aceptación a satisfacción del ICE”, cosa que no ha sucedido.

Según se informó en la prensa en su oportunidad, la tecnología WIMAX iba a estar funcionando a fines del  2007, y cubriría el  42% del territorio nacional.

Para ello se adquirieron 125 radiobases y 1.200 equipos terminales, entre otros implementos junto con entrenamiento para el personal. No obstante, al 29 de junio pasado solo había 77 radiobases y  248 clientes instalados, dice el informe de la Auditoría.

Para el servicio de E-SIE fueron compradas 35.000 CPE (terminales para clientes), que ante los atrasos de la plataforma que lo soporta permanecen embodegadas Wgadas.

Según el estudio no fue posible obtener información comparativa sobre un plan piloto de tecnología WIMAR iniciado en el 2006 por Radiográfica Costarricenses (RACSA), empresa del Grupo ICE. RACSA adquirió por compra directa una radiobase, y luego amplió a 12 radiobases para satisfacer necesidades de 12.000 clientes residenciales y empresariales en el área metropolitana.

El pasado 14 de setiembre la diputada Leda Zamora y otros legisladores del Partido Acción Ciudadana (PAC) pidieron a la Contraloría General de la República (CGR) investigar al presidente ejecutivo del ICE, Pedro Pablo Quirós; al gerente Abraham Madrigal, al subgerente de Telecomunicaciones, Claudio Bermúdez, y al auditor general, Raúl Rivera, entre otros funcionarios, por las decisiones tomadas  en relación con estas inversiones (ver UNIVERSIDAD del pasado 30 de setiembre Nº. 1824).

Solicitaron una intervención inmediata de la CGR para que se determine si existen delitos y se aplique la ley.
La denuncia acusó a la Auditoría del ICE de no haberle dado seguimiento a estos proyectos e ignorar los señalamientos que hizo la CGR en el 2007, por lo que a juicio de los denunciantes la hace responsable de los desastrosos resultados en que desembocaron los proyectos SIES y E-SIE.

La CGR había hecho llegar un informe a la administración del ICE en el 2007, manifestando preocupaciones sobre la planificación de compras de tecnología para telecomunicaciones por parte de la institución.

DEFICIENCIAS

El estudio de la Auditoría corroboró inconsistencias en la información presentada en los  análisis  financieros realizados para el inicio del proyecto SIE, lo que se evidencia, por ejemplo, en que se presentó un estudio de factibilidad con datos de inversión de $5 millones, monto inferior al que se requería para desarrollar el proyecto según el estudio de mercadeo, que cifró el monto en $8,4 millones.

“No hubo control adecuado de la información que se le presentó al consejo directivo, en relación con la sostenibilidad financiera del proyecto SIE por parte de la subgerencia de telecomunicaciones, ya que los datos de inicio de trámite y los presentados al consejo directivo variaron sustancialmente en cuanto a cantidad de clientes e ingresos, pero no en cuanto a los gastos de operación”, indica el documento.

Además, se evidencian deficiencias en la planificación relacionada con la demanda y oferta de servicios empresariales. En particular, cuando se planteó el proyecto no se hizo un análisis integral para satisfacer la demanda de los servicios del sector empresarial, donde se  consideraran otros proyectos que se estaban desarrollando en el sector, mediante los cuales también se podían satisfacer los servicios. Ejemplo de esto es la ampliación de la red denominada RAI, que se concluyó antes que el proyecto SIE y ha logrado satisfacer parte de la demanda que se esperaba cubrir con el proyecto SIE.

Entre otros problemas encontrados se señala desatención al arreglo de averías reportados por los clientes, atrasos en el inicio de cobro de multas por parte del administrador del contrato, debilidades de control respecto al cobro de multas de los bienes adjudicados.

En particular, se observó que al 23 de junio pasado se le habían recibido al proveedor 80 obras del proyecto SIE, de las cuales 73 tenían observaciones referentes a la red de acceso y 25 de esas 73 tenían observaciones correspondientes a electromecánica. Eso significa que el 92% de las obras realizadas se aceptaron con pendientes menores.

Pese a que el cartel de la licitación permite la aceptación de las obras con pendientes menores, el hecho de que el 92% de las obras recibidas se estén aceptando en esta condición pone en riesgo la operación adecuada de infraestructura y la calidad esperada de la red, advierte el informe.

Señala que hay inoportunidad en la atención de averías en los equipos durante el plazo de garantía de la instalación del sistema, y el mantenimiento correctivo está por debajo del 80%, que es el mínimo aceptable.

Esta situación puede provocar un incremento en el riesgo de desatención de los servicios de un cliente empresarial o grupo de ellos, o bien a elementos de red o infraestructura, así como el deterioro de la imagen de la institución ante los clientes empresariales servidos a través de esta red, apunta.

El hecho de no estarse cobrando los servicios que se están instalando a clientes empresariales afecta negativamente la pronta recuperación de la inversión de acuerdo con la estimación efectuada por la administración en la etapa de planificación del proyecto.

El informe advierte el riesgo de que con un servicio de esta calidad, en un mercado de competencia existe la probabilidad de que los clientes se marchen con otros operadores, con perjuicio para las finanzas del ICE.

UNIVERSIDAD quiso conocer el punto de vista de Datatell, pero la recepcionista comunicó que el director general, Edwin Cordero, estaba ocupado y no podía atender. Dijo que le trasmitiría el pedido de devolver las llamadas, cosa que no se había producido al cierre de esta edición.

Problemas con WIMAX

El ICE es mencionado en publicaciones especializadas, entre otras empresas en varios países que tienen problemas con la  tecnología WIMAX de Airspan. Por ejemplo, Wireless Market América Latina.net menciona que el proveedor de servicios australiano Buzz Broadband declaró el año pasado que la tecnología WiMAX era “un desastre” y que Airspan era el suplidor, con equipos que no cumplían con las exigencias. (http://www.wirelessal.net/344437-Irregularidades-de-alto-vuelo-A-pesar-de-todo-Airspan-sigue-haciendo-negocios.note.aspx).
Cita estudios de acuerdo con los cuales factores como atrasos en el desarrollo técnico de WIMAX, la falta de financiación a causa de la crisis financiera global, y modificaciones en las regulación de telecomunicaciones en países como México y Brasil, han contribuido a que en América Latina se observe un crecimiento mínimo y, en ocasiones, negativo de las conexiones a banda ancha por medio de WIMAX.
Los operadores están optando por otras soluciones en banda de 2.5 megaherzios (en vez 3.5 mhz. utilizados en WIMAX), que representan menos inversión y mayor eficiencia en el uso del espectro a la hora de dar los mismos servicios. Esto no implica un abandono total de la tecnología, sino que ha evolucionado de ser contemplada como acceso primario en zonas remotas, a ser una solución interina mientras los operadores contemplan otras alternativas tecnológicas, explica.