Un acuerdo del Concejo Municipal de San José ratificó a la empresa Berthier EBI de Costa Rica S.A como la encargada de movilizar las más de 550 toneladas métricas de basura que genera el cantón capitalino diariamente; esto a pesar del malestar que el Relleno genera entre los habitantes de La Carpio, lugar donde la empresa ubica el denominado “Parque de Tecnología Ambiental”.
“A nadie le gusta tener a un relleno sanitario cerca, ni a mí me gustaría, pero si la empresa cumple los requisitos entonces eso quiere decir que lo está haciendo bien”, justificó el gerente de servicios municipales de la Municipalidad de San José, Marco Vinicio Corrales.
Por este servicio la empresa EBI recibirá tan solo por lo que resta del año ¢938,158.556, según consta en un oficio emitido por la tesorera municipal, Donay Vargas Salazar.
A lo que César Martínez, líder comunal de La Carpio, manifiesta: “No es justo que ellos tengan beneficios y nosotros tengamos que pagar con nuestra salud; es que el Relleno está en el patio de nuestras casas, y eso es bastante fuerte”.
El acuerdo entre la Municipalidad y la empresa fue firmado a pesar de la existencia de un fallo de la Sala Constitucional que pone en duda la vida útil del Relleno Sanitario de La Carpio, y por medio del cual se solicita a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), revisar el estudio de impacto ambiental, en el que se consigna “que la capacidad es de 1,8 millones de toneladas de desechos durante 10 años”, mientras que EBI ha reportado al menos 2,6 millones de toneladas, desde el 2001.
El gerente de servicios municipales de la Municipalidad de San José afirmó: “Nosotros contentísimos con ese fallo de la Sala; ese Relleno no solo funciona para San José, por lo que también nos preocupa la vida útil, y queremos conocer esa información, ya que esto tendría un impacto en los planes de la Municipalidad a mediano y largo plazo”.
Los mismos vecinos de La Carpio confirman que el Relleno está agotando su vida útil: “Lo que ahí queda es una pequeña celda, yo no soy ingeniero pero en un par de años eso está al tope; sí es cierto que tienen la intención de ampliarse, pero han tenido problemas para hacerlo, pero si es por lo que existe ahorita no les queda mucho”, indicó César Martínez, representante de La Carpio.
Sin embargo, el funcionario municipal explicó que el Relleno podría tener más vida útil de la que parece, ya que la empresa compró un terreno contiguo, que pretenden acondicionar: “También hay que tomar en cuenta que la basura de nosotros es una basura con una gran cantidad de humedad, así que la parte que ya habían terminado de rellenar se les ha bajado como 7 o 9 metros, lo cual aumentó la capacidad del Relleno, porque el agua ha ido saliendo de la parte compactada”.
La Empresa Berthier EBI también pone a disposición de la Municipalidad de San José, la utilización del Relleno Sanitario el Huaso, ubicado en Aserrí; no obstante, la oposición de los vecinos de esta comunidad frena el ingreso de los camiones de basura.
A pesar de esta opción, los habitantes de La Carpio se mantiene en desacuerdo por la renovación del permiso para el traslado de desechos del cantón de San José a su comunidad, debido al impacto negativo que sufren: “que en las noches uno no pueda dormir, o estés dormido y eso te despierte y te asfixie, y uno no sepa para qué esquina de la casa irse para estar mejor, eso es evidencia que la empresa no está haciéndolo del todo bien”; ese fue el principal reclamo de César Martínez, líder comunal de La Carpio.
Martínez aseguró además que la salud de las personas vecinas de esta comunidad no está en venta: “Nosotros valoramos nuestra salud más que el dinero que la empresa EBI aporta a la comunidad, porque antes que ellos llegaran, La Carpio existía y estamos saliendo adelante, y sin ellos salimos adelante, porque el Relleno puede cerrar, que ahí seguimos viviendo y con proyección”.
El gerente de servicios municipales reconoce que existe un impacto para la población cercana al Relleno, pero sostiene que La Carpio es actualmente la única opción viable con que cuenta la Municipalidad de San José para depositar los desechos sólidos: “En el Área Metropolitana no existe ningún relleno que cumpla las condiciones mínimas para depositar la basura, entonces tenemos que buscar un equilibrio entre la Municipalidad, la empresa y la comunidad”.
Ante este malestar, la población de La Carpio ha visitado en las últimas semanas dos veces las instalaciones de EBI. El líder de la comunidad explica: “Muchas cosas han quedado en el papel, porque ellos se anunciaban como un proyecto de punta en el que prácticamente no iban a afectar a la comunidad; pero que nuestras familias tengan que sobrevivir por al menos cuatro horas a asfixias por los intensos malos olores que te afectan las vías respiratorias, eso nos demuestra que un proyecto como estos no debe estar cerca de una comunidad”.
“Es que si fuera que vamos donde el guarda y le decimos que cierre la llave del mal olor, pero sabemos que así no se soluciona el problema”, sostiene Martínez.
Aún así, el gerente de servicios municipales de la Municipalidad de San José defiende a la empresa con la que han trabajado durante 10 años: “Puedo decir que si hay algún relleno sanitario controlado en el país es ese, donde todos los meses se verifican los resultados de laboratorio de la planta de lixiviados, se regula parte de los olores, pero como toda empresa dependiendo del clima, puede generar algunos olores”.
De lo que sí están seguros los vecinos de La Carpio es que en cinco años la empresa tendrá que renovar los permisos de funcionamiento y que en ese momento presionarán a las autoridades para que su voz se haga escuchar. “Ahora que llega el fin del primer ciclo de los 15 años, o si se agota por la misma capacidad del Relleno antes de este tiempo, tenemos que estar vigilantes para que un permiso más no se dé, ya que la experiencia vivida no da para más”, sentenció César Martínez, líder comunal de La Carpio.
DESACUERDO POR COMPENSACIÓN
Como parte de los acuerdos adoptados desde el año 2001 para la instalación del Relleno Sanitario en la comunidad de La Carpio, está el pago de un “impuesto” por tonelada métrica que ingrese a este Relleno.
La tarifa fijada en la actualidad es de ¢110 por tonelada, para un promedio de 900 toneladas diarias; que se traducen en al menos ￠3,500.000 mensuales, reinvertidos en obras públicas.
No obstante, este monto no es proporcional al impacto que la comunidad recibe diariamente, tal y como lo menciona César Martínez: “Según ellos, están dando el alma por dar esos ￠110, pero lo que nosotros pedimos es lo que nos han prometido, pero solo se han conseguido migajas en relación con el daño que hace el Relleno”.
La población de La Carpio solicita desde el inicio del año un incremento de ￠20, y además que a partir del próximo año el aumento se fije automáticamente en un 10%, petición que ha sido negada por el gerente de la empresa EBI, Juan Vicente Durán: “El encargado está muy reacio a aportar los incrementos, por lo que en este momento el convenio debió firmarse en enero y hasta ahora no se ha logrado, porque él no está de acuerdo en la solicitud que le hace la comunidad, y si usted ve, nosotros no estamos pidiendo nada del otro mundo”, afirmó César Martínez.
Martínez además sostiene que a la comunidad de La Carpio la han llevado a un estado de indefensión que ocasiona que solamente mediante la presión popular se logren los objetivos: “A veces nos van acorralando a una situación de esas, y por ahí es que la gente no ha querido repetir la historia porque aquí justamente se recuerdan las manifestaciones anteriores en las que se ha propiciado la mala imagen de La Carpio”.
Nos comunicamos con Guillermo López, encargado de prensa de la empresa Berthier EBI, quien nos indicó que el gerente general, Juan Vicente Durán, se encontraba fuera del país, por lo que intentaría enviarle nuestras consultas vía correo electrónico; no obstante, no recibimos su respuesta.
