En vísperas de que la junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) nombrara nuevos gerentes, miembros de la comisión investigadora de la Asamblea Legislativa sobre la crisis de la Caja le cuestionaron a Ileana Balmaceda, presidenta ejecutiva, que el proceso de nombramiento realizado pudiera ser “un traje a la medida” en un intento por confirmar en sus puestos a los actuales gerentes interinos.
Balmaceda negó que haya sido así, pero confirmó que los cuatro gerentes estaban entre los elegibles, y que la junta directiva había terminado de hacer las entrevistas y estaba lista para tomar la decisión.
En sesión del pasado lunes 12 de marzo, la junta directiva confirmó en el cargo a la gerente interina de Logística, Dinorah Garro, y nombró como gerente financiero a Gustavo Picado, actual gerente administrativo. El cambio vino con la gerencia médica, con Mauricio Vargas, exviceministro de Salud, en la gerencia administrativa, donde fue nombrado Fernando Campo, quien ocupó un puesto de gerente en la Contraloría General de la República entre el 2001 y 2009. Los nuevos gerentes asumirán funciones en 30 días.
Balmaceda se presentó el pasado 7 de marzo a la comisión especial investigadora de la Asamblea Legislativa sobre la crisis de la CCSS, donde expuso el procedimiento y los criterios que se tomaron en cuenta para la selección de las ternas que presentó a la junta directiva para la escogencia de los cuatro puestos de gerente sacados a concurso.
Lo hizo acompañada de jefes de los departamentos de recursos humanos y la asesoría jurídica de la institución, y representantes de la firma Price Watherhouse Coopers, que la Caja contrató por ¢18 millones para realizar el proceso de evaluación y preselección de los postulantes a los puestos.
A preguntas de los diputados y luego de la prensa, Balmaceda declinó identificar culpables de la crisis de la institución, pues sostuvo que no se puede señalar a nadie en particular, ya que la crisis es resultado de procesos que se han venido dando años atrás, donde hay corresponsabilidad de todos, funcionarios y usuarios.
Insistió en vincular la crisis de la Caja a la crisis económica del país, diciendo que la institución se nutre de los empleos y si hay una crisis en el país bajan los empleos y la institución tiene una crisis financiera porque las cuotas bajan.
Ante la pregunta de por qué si había crisis se aumentaron los salarios y se crearon más de 10.000 plazas nuevas en cuatro años, replicó que se lo pregunten a Eduardo Doryan, que era el presidente ejecutivo durante la anterior administración.
A otra pregunta de periodistas de si no creía que los altos puestos ocupados por los actuales gerentes son responsables de las malas decisiones y sobre por qué la junta directiva permite que participen en el concurso para ser nombrados en propiedad, Balmaceda repuso que los gerentes participan desde el punto de vista técnico en las propuestas que se presentan a la junta directiva.
“Aquí no es que yo defienda o no defienda a los gerentes actuales; el doctor Zeirith Rojas (gerente médico) no participó de estas decisiones, (pues entonces) estaba como director de la clínica de Coronado. Dinorah Garro (gerente de Logística) estaba en el Hospital San Juan de Dios; Gustavo Picado (gerente administrativo) estaba como director de Recursos Humanos, e Iván Guardia (gerente financiero) estaba como director financiero”, apuntó.
A la institución no la manda un gerente, la manda un equipo de gente. Además está la junta directiva y la junta directiva toma decisiones con base en los informes que se le dan. Por otra parte, la institución no es solo financiera. “Hay también una crisis de gestión, que hemos estado analizando, y a ustedes les consta que hemos estado tratando de movilizar los recursos con base en la gestión para optimizar los recursos. Hay 29 hospitales, hay 103 áreas de salud, hay cualquier cantidad de directores en oficinas centrales. ¿Entonces es uno el culpable cuando hay desperdicio de recursos? No, tenemos muchos culpables, todos, los funcionarios de la institución y la población somos corresponsables. ¿Por qué? Por el abuso de los servicios, mal uso de los recursos, no buscar la eficiencia, la pérdida de las citas, no utilización de un fármaco que se le otorga en la Caja, no cumplir con el tratamiento. O sea, la institución es una institución compleja y todo suma”, expresó.
Reiteró que no le corresponde a ella identificar culpables, para eso hay procedimientos administrativos que se han abierto, otros ya están cerrados. La auditoría ha estado investigando procesos que ya se han cerrado, comentó.
¿Y la auditoría ha establecido alguna responsabilidad?, se le preguntó. Dijo que “la auditoría ha emitido diferentes informes donde ellos han estado evidenciando que la crisis institucional viene de muchos años atrás, donde ya se estaban viendo vicios en ese sentido, y que tal vez no se tomaron las decisiones en el momento más oportuno. Pero hay informes de auditoría en todo caso”.
ELEGIBLES
Luego que Balmaceda confirmó que el actual gerente financiero Iván Guardia era uno de los preseleccionados, el diputado Gustavo Arias, del Partido Acción Ciudadana (PAC), le preguntó si ella no cree que el funcionario tiene responsabilidad en el problema financiero de la Caja y si lo recomendaría a la junta directiva para el puesto.
Cómo puede ser seleccionado simplemente por los atestados, si uno de los problemas más serios que tiene la Caja es el financiero y él ha estado por 15 años como director financiero, cuestionó Arias.
Esto es para que los ciudadanos tengan claro cómo es que se dan las decisiones, señaló el diputado Arias. “Yo no puedo compartir jamás que una persona que ha estado 30 años en la institución, 15 años en la parte financiera, y si tenemos (en la Caja) un problema financiero que es el más grave, aquí se esté defendiendo para que siga nombrado”, dijo Arias.
Para el diputado Walter Céspedes, presidente de la comisión legislativa, el proceso de selección de los nuevos gerentes fue un “saco a la medida” que mandó a hacer la presidenta ejecutiva.
Le preguntó a Balmaceda si ella se sentó con la empresa seleccionadora a elaborar el perfil de los puestos de gerente, y ella lo negó.
Aquí lo dice –repuso el diputado leyendo un documento relativo a la contratación de la empresa seleccionadora- que el contratista deberá realizar una actividad de carácter inicial con la presidencia ejecutiva y el equipo contratante. “Usted como presidenta de la Caja elaboró el saco y le dijo a la empresa: hágame este saco de esta medida”, afirmó Céspedes.
Según el legislador socialcristiano, estas son las dudas que les quedan a los costarricenses sobre las decisiones en la Caja, y es que la elección de gerentes no es un tema legal, sino que es un asunto ético y moral que preocupa al costarricense.
Céspedes cuestionó cómo era posible que entre los elegibles estuviera Zeirith Rojas, que acaba de cobrar ¢8 millones más en su salario y no se dio cuenta que tenía que devolverlo y pretende ser el gerente médico.
Dijo que cómo era posible que estuviera el gerente financiero Iván Guardia, que estuvo de acuerdo en el aumento de salarios y que se nombraran 10.000 funcionarios, lo cual significó “un terremoto” financiero que le metieron a la Caja en cuatro años y no dijo nada.
Estos son aspectos que la empresa seleccionadora no puede valorar pero que la presidenta ejecutiva sí puede hacerlo, pues es la persona que está al frente de la institución y necesita brazos que la ayuden a sacar adelante la institución que no es suya, sino del país, indicó.
“¿No le parece que es raro que todo el mundo quiere que haya un cambio en la Caja, que se cambien las gerencias, y ustedes insisten en estas personas?, espetó Céspedes a Balmaceda.
Los diputados convocaron a Balmaceda de nuevo para esta semana, y también al expresidente ejecutivo Eduardo Doryan.
