invitado por la Cátedra Víctor Sanabria de la Universidad Nacional(UNA), el Cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga ofreció el 11 de febrero la lección inaugural del año académico.
Con puntualidad y un notable poder de convocatoria, este religioso con los grados de Obispo de Tegucigalpa, Arzobispo y desde hace un año Cardenal, se presentó ante un repleto auditorio Clodomiro Picado, para hablar de «Cultura y corrupción».
«No es correcto asociar siempre la política con la corrupción,» señaló, pues más bien «son los críticos de la corrupción quienes deben apropiarse de los espacios políticos necesarios para corregir el rumbo de la sociedad».
Para Monseñor Rodríguez la participación ciudadana es imprescindible «como fiscalizadora y auditora para pedir cuentas a los políticos.»
Sobre los procesos electorales en Centroamérica, el Cardenal aseguró que los grupos contendores deben buscar la «credibilidad» para garantizar la «gobernabilidad».
Recordó, ante el aplauso de la concurrencia, la creciente demanda ciudadana por una posible revocación del mandato en caso de que los gobernantes no cumplan las promesas hechas en campaña.
Según el prelado, es un deber cristiano participar de la democracia, aunque «es triste que en algunos países no se pueda votar por el mejor, sino por el menos malo».
EL HOMBRE-BONSAI
Dado a usar metáforas y refranes el Cardenal explicó que en este mundo globalizado se debería replantear la imagen de la justicia, para que no sea ciega. Y que en una sociedad donde prima la rivalidad sobre la solidaridad se debe cuestionar a qué ser humano aspiramos.
De acuerdo con Rodríguez, el hedonismo propio de la cultura del consumo dirige al ser humano hacia un «exitismo» prefabricado que lo deshumaniza y lo convierte en la mínima expresión de sí mismo, una expresión limitada y diseñada por otros: «el hombre-bonsai», definido por la máxima: «consumo, luego existo».
Es necesario volver los ojos hacia el Cristianismo e inspirarse en una cultura de austeridad que permita revertir los valores del ser humano hacia una definición basada más bien en el «amo, luego existo.»
LIBRE COMERCIO
El Cardenal cree que los cristianos de Centroamérica no han desarrollado una apropiada conciencia cívica, aún pues «aunque existe una estrecha relación entre corrupción, narcotráfico, criminalidad y violencia y aunque no todos somos violentos ni criminales, la mayor parte somos ciudadanos pasivos que contribuyen por omisión con los corruptos y sus actos.»
Sobre la integración centroamericana, «requisito indispensable para suscribir tratados de libre comercio» según indicó, considera que «todavía no podemos integrar países desintegrados internamente en el nivel familiar y en el nivel personal; debemos primero lograr sociedades integradas y de calidad, para así integrar a nuestros países.»
Sobre el inminente tratado de libre comercio con Estados Unidos, preguntó al público: «¿Pero es que existe el libre comercio?», refiriéndose a que este país es uno de los que más subsidian a sus productores y de los que entraban las exportaciones de nuestros países.
Este religioso salesiano, quien apoya la condonación de la deuda externa de los países subdesarrollados, habla cinco idiomas(conoce ocho) y toca varios instrumentos musicales, recibió el purpurado el 21 de febrero del año pasado en Roma.
El es uno de los dos Cardenales centroamericanos, el otro es Monseñor Obando y Bravo, de Nicaragua.
CONTUNDENCIA
Para el público en el auditorio, las palabras del Cardenal movieron emociones y arranques de entusiasmo y en más de una ocasión sus frases desembocaron en aplausos y expresiones de aprobación.
Para Jorge Arturo Chaves, coordinador de la Cátedra Víctor Sanabria, de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, «es un verdadero gusto contar con la presencia del Cardenal en este espacio de convocatoria para el análisis de las dimensiones éticas en la economía y el desarrollo.»
«El Cardenal es una persona que habla con una contundencia a veces inusitada para los costarricenses», observó.
La Cátedra Víctor Sanabria fue fundada hace casi 22 años. Entre sus invitados especiales para este año destaca la visita de la especialista española en Ética, Adela Cortina, por realizarse en junio próximo.