Las negociaciones de la 20° Conferencia Climática de la ONU empezaron en Lima, con la participación de más de 3.000 delegados de 195 países. (Foto:COP20.Pe)
Desde hace 75 años, la costa Pacífica costarricense no había tenido un año como el 2014. En julio, la visita del presidente Luis Guillermo Solís a Nicoya coincidió con la peor sequía que ha visto la región en poco más de 70 años, producto de una manifestación extrema del fenómeno El Niño.
Mientras el presidente Solís hablaba por las celebraciones del 25 de julio, los campesinos guanacastecos cavilaban acerca de cómo enfrentar la falta de lluvia en la zona. A mediados del año, el país había perdido ¢10.500 millones por la aridez inusitada del 2014, principalmente en agricultura y ganadería en el Pacífico.
Efectos como estos son cada vez más frecuentes, debido al incremento de la temperatura global que provoca cambios en el clima mundial. Centroamérica tiene claro que tendrá menos precipitación y más eventos atmosféricos extremos, si el planeta continúa calentándose.
Con el fin de contener tales efectos negativos cuando todavía son manejables, los gobiernos de 195 países están reunidos en Lima, Perú, para la 20° Conferencia Climática de las Naciones Unidas (COP20), en donde del 1 al 12 de diciembre tienen como misión definir el borrador de un acuerdo mundial sobre reducciones en la emisión de gases de efecto invernadero.
En otras palabras: o el planeta cambia su modelo de desarrollo o llegará a cambios irreversibles durante el próximo siglo, los cuales harán incompatible la vida humana.
“Lima es el momento decisivo para el futuro del régimen multilateral sobre cambio climático, basado en reglas que estamos negociando. En la COP 20 vamos a sentar las bases de la arquitectura de un régimen mejorado, que guiará nuestras acciones colectivas e individuales en materia de cambio climático, a través de un acuerdo universal y jurídicamente vinculante”, dijo Giovanna Valverde, jefa negociadora de Costa Rica, en su intervención en la plenaria inaugural.
La ciencia es clara: si los países del mundo no logramos reducir las emisiones, nos quedará poco planeta para vivir. Sin embargo, existen medidas como la reducción en el consumo de combustibles fósiles y la implementación de energías limpias, que pueden tomarse a tiempo para reducir cambios demasiado violentos, comentó.
Sin embargo, transformaciones de patrones conocidos ya se están dando. El fenómeno de El Niño puede empeorar en las próximas décadas por los efectos humanos sobre el ambiente, señaló un reporte del Panel Intergubernamentel del Cambio Climático, una organización que analiza miles de investigaciones científicas sobre el tema.
Por eso, para Costa Rica es fundamental incorporar desde ahora medidas de adaptación, para limitar las consecuencias negativas que estos cambios tendrán para las personas y el ambiente, pues el dióxido de carbono puede permanecer en la atmósfera hasta 100 años.
LA CATÁSTROFE
La Conferencia busca evitar un escenario catastrófico, donde las continuas emisiones de gases a la atmósfera dañen por completo la dinámica del planeta. Si no se logra un acuerdo para esto, el futuro es comprometedor.
El estilo de vida de inicios del siglo XXI está lleno de emisiones de gases de efecto invernadero, que rápidamente calientan el mundo. De seguir esta ruta, el mundo será cerca de 4°C más caliente para el 2100.
Esto es complicado de visualizar, así que imagine Puntarenas ahora, agréguele a un día promedio varios grados más de temperatura. Para el 2100, el mar habrá aumentado 80 centímetros en todo el mundo; entonces, la ciudad, como la conocemos, estará bajo el agua. Las tormentas marinas serán más frecuentes, lo mismo que las inundaciones sobre lo que quede arriba del nivel del mar. Sumado a lo anterior, se habrá perdido una parte importante de las especies del mundo.
Empeñados en evitar esto, delegados de 195 países están reunidos para encontrarle una solución al problema. La ciencia ofrece una matemática sencilla: si mantenemos el aumento de temperatura bajo 2° con respecto al inicio de la Revolución Industrial, podemos evitar la catástrofe.
“El año 2014 amenaza con ser el más caliente de la historia humana, y las emisiones siguen subiendo. Debemos actuar con urgencia”, expresó la costarricense Christiana Figueres, en la ceremonia de apertura de la mencionada conferencia.
No hay soluciones sencillas para limitar ese calentamiento global (por eso llevan 20 años reuniéndose para buscarlas), pero hay lineamientos generales. Lo que sabemos es que lograr ese límite de 2°C extra en el 2100 requerirá un enorme esfuerzo. Para alcanzarlo, se debe reducir entre un 40% y 70% las emisiones de gases en el 2050, y llegar a eliminar por completo su uso en el 2100.
Solo un cambio liderado por la ciudadanía y con reformas importantes en el sector de energías renovables, podrá evitar que cada año sean peores las sequías en el Pacífico de Costa Rica y toda Centroamérica.
Giovanna Valverde, jefa negociadora de Costa Rica:
Ser receptivos nos hace atractivos para otros grupos
Costa Rica juega un papel especial en las negociaciones de este año, al ocupar Giovanna Valverde la presidencia temporal de la Alianza Independiente de Latinoamérica y el Caribe (Ailac), un foro progresista dentro de las negociaciones climáticas, que busca un acuerdo en el que se comprometan los países desarrollados y los en vías de desarrollo.
¿Cuál ha sido la clave para manejar la presidencia de Ailac?
−Ser receptivo a las diferentes posiciones que ha habido dentro del grupo y eso es lo que nos hace atractivos a los otros grupos, tanto de derecha como de izquierda, desarrollados o no, somos un grupo flexible. Si uno se sienta con las personas y entiende cuáles son sus prioridades, uno puede encontrar la posibilidad de satisfacer a todos los países.
También habrá pesado la autoridad moral que tiene el país en temas ambientales.
−Por supuesto, sin duda alguna; por ejemplo, el papel de Fonafifo en los últimos 17 años. Aquí no hay un solo país que no haya escuchado hablar del pago por servicios ambientales o REDD+. También nuestra meta de carbono neutralidad nos ha dado credibilidad moral, desde el 2007 para acá. También estamos felices porque viene el ministro de Ambiente y Energía, el de Agricultura y Ganadería, la viceministra de Ganadería y el viceministro de Asuntos Exteriores, porque Costa Rica este año además preside Celac.
En el ámbito local, cuando la gente piensa en cambio climático, piensa en mitigación y carbono neutralidad. ¿Cómo explicamos a la gente que es más que eso?
−Hay que explicarles que adaptación es una forma de reducir la vulnerabilidad al cambio climático. Costa Rica es vista como un ejemplo que está reduciendo emisiones, pero también sabe la importancia de que si los grandes no reducen las emisiones, eso tiene una consecuencia en los demás, que serán más propensos a ser atacados cada vez de una manera más y más agresiva a los impactos del cambio climático. Esto conlleva una serie de consecuencias, como el aumento de humedad, que significa que vas a tener más bacterias y más patógenos que harán que la agricultura se vea afectada. Es una cadena de eventos seria.