Gobierno conocía iniciativa de la empresa desde el año pasado, asegura gerente de Relaciones Corporativas.
La multinacional INTEL esperó el final del periodo electoral para anunciar el despido de 1.500 empleados de la planta de ensamble y prueba de procesadores que mantiene en Costa Rica.La empresa valoraba esta decisión desde el 2013 y había comunicado su evaluación al Gobierno desde el último trimestre de este año. Pese a ello, INTEL – Costa Rica decidió no realizar ningún comunicado público durante el proceso de las elecciones.
Así lo asegura Karla Blanco, gerente de Relaciones Corporativas de INTEL Costa Rica, tras comentar que la disposición final de la empresa se tomó de forma posterior a las elecciones presidenciales, a fin de no mostrar influencias en el proceso electoral.
“Intel es una empresa muy responsable y consciente de que el país estaba en proceso democrático en el que los costarricenses tenían que decidir quién era su gobernante, independientemente de acciones o factores externos como lo es esta (empresa)” aseguró.
De acuerdo con INTEL, la reunión final con los ejecutivos de la empresa y la Presidenta de la República, Laura Chinchilla, no se desarrolló sino hasta el 7 de abril: un día después de la declaratoria preliminar de las elecciones.
Desde el año paso, la multinacional evaluaba la necesidad de distribuir una de sus fábricas de ensamble y prueba de procesadores entre sus otras plantas existentes. Además de la planta costarricense, el resto de la red se encuentra en Asia: la región donde se localiza la mayoría de proveedores y clientes de la empresa.
En esa perspectiva, Blanco señala que era difícil que el Gobierno pudiera plantear alguna solución ante el problema que enfrentaba la multinacional.
“En realidad ellos plantearon diferentes escenarios y, lamentablemente, el mercado nos demanda algo diferente: había que distribuir la operación de una de las plantas entre las otras plantas y tenía mucho más sentido que fueran las de Asia. Era difícil que el Gobierno pudiera plantear algo particular” afirmó.
Pese a ello, Blanco menciona que parte de la discusión con el gobierno incentivó que la empresa mantuviera el Centro de Ingeniería y Desarrollo y el Centro de Servicios Globales, lo que representa 1200 colaboradores.
La gerente comenta que esta discusión permitió identificar la posibilidad de atraer nuevos campos laborales, de los que actualmente se concretan 200. La mayor parte de estos puestos de trabajo están relacionados con el Centro de Desarrollo de Ingeniería, que apunta a desplegarse como un espacio de investigación y desarrollo.