Ciudadanos no perciben «cambio» prometido y crece el desánimo

El primer año de gobierno del PAC evaporó las expectativas de un «cambio» político y el desánimo se adueñó de la mayoría de costarricenses.

El primer año de gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC) evaporó las expectativas de un «cambio» político y el desánimo se adueñó de la inmensa mayoría de costarricenses.

A 12 meses de que el presidente Luis Guillermo Solís tomara las riendas en Zapote, ocho de cada diez costarricenses no perciben el prometido cambio en el rumbo del país.

Peor aún, la gran mayoría no cree que el gobernante vaya a cumplir sus promesas de campaña y ve difícil que la situación económica del país mejore en el futuro cercano.

La fotografía social tomada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) para el semanario UNIVERSIDAD refleja un fuerte crecimiento del pesimismo.

Los hallazgos contrastan con el anhelo de cambio que motivó el masivo triunfo cosechado por el profesor universitario Luis Guillermo Solís en las rondas electorales de febrero y abril del 2014, y que llevó al PAC a desplazar por primera vez del gobierno al bipardismo de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.

La nueva encuesta del CIEP se realizó entre el 8 y el 30 de abril último, mediante 793 entrevistas telefónicas en todo el país, con un margen de error de ±3,5 puntos porcentuales al 95% de confianza (ver ficha técnica).

Pesimismo

Ante la pregunta: “En la última elección se habló mucho de cambio. ¿Considera usted que ese cambio se está viviendo?” ocho de cada diez personas (76,8%) respondió que no y solo dos de cada diez (19,9%) señaló que sí percibe este cambio. El 3,3% no respondió.

El rumbo del país se percibe más negativo luego de un periodo de optimismo.

En julio de 2014 –cuando UNIVERSIDAD-CIEP hicieron un sondeo sobre los primeros 100 días de gobierno- un 32% de los encuestados creía que el rumbo era bueno. Eso significaba un cambio respecto a las mediciones en 2013 durante el último año de la presidenta Laura Chinchilla.

En noviembre, sin embargo, quienes creían que el rumbo era “bueno” bajó a 25,4% y creció el porcentaje de visiones negativas hasta 30,9%.

Ahora, en abril 2015, la mitad de los encuestados (49,4%) tiene una valoración negativa: un 32,2% cree que el rumbo es malo y un 17,2% muy malo.

Solo el 18,8% lo considera bueno y menos del 1% muy bueno.

A la vez bajaron a la mitad las opiniones positivas sobre la gestión del gobierno.

En julio de 2014, un 39,2% calificaba como “buena” o “muy buena” la gestión del gobierno, mientras que ahora solo un 20,1% la considera como “buena” o “muy buena”.

Un año de pifias, ensayos, errores y tropezones parecen estar cobrando un alto costo político a la primera administración del PAC.

Punto y aparte es la política exterior del Gobierno, que es mejor valorada. Un 50,7% opina que el Gobierno ha conducido bien sus relaciones con los otros países del mundo; solo el 11,9% cree que ha conducido mal. En noviembre de 2013, las opiniones fueron también favorables.

La percepción de los encuestados sobre la situación política ha empeorado considerablemente desde julio de 2014 hasta hoy.

Entonces un 27,9% creía que la situación política era buena, mientras que ahora solo un 13,4% lo piensa así.

Además, de manera consistente, la percepción negativa sobre la situación política pasó del 32,4% en julio de 2014 al 39,1% en abril de 2015.

La encuesta revela además que cada vez más personas ven la gestión del actual gobierno igual o peor que la del anterior.

A la pregunta: ¿Cree usted que la gestión del gobierno actual es mejor, igual o peor que hace un año? un 43,8% de los encuestados respondió que la ve «igual» y un 32,8% dijo que la ve «peor».

Mientras que en la encuesta de noviembre pasado quienes valoraban la gestión del actual gobierno como «peor» que la del anterior era solo del 16,9%.

Además, mientras que en julio de 2014 el 31% pensaba que la situación política estaba mejor que antes, ahora solo el 11,9% la considera mejor.

En lo que respecta a la economía, la percepción se mantiene en los niveles vistos desde abril de 2013. Alrededor del 60% cree que la situación económica es mala o muy mala y, en concordancia, la gente sigue viendo el desempleo y el costo de vida como los principales problemas.

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La situación económica se ha visto con pesimismo y sin cambios notables desde hace dos años.

Si se compara con el pasado, cada vez más personas opinan que la situación económica es peor que hace un año: un 33,7% en julio 2014, un 39,4% en noviembre 2014 y un 46,7% en abril.

De cara al futuro en el plano económico tampoco hay campo para el optimismo.

Para el 31,1% dentro de un año la situación económica será igual, para otro 31,1% será peor y solo el 29,6% cree que será mejor. Esto cuando en julio del 2014 la mayoría (45,2%) sí esperaba que dentro de un año la economía estuviera mejor que en ese momento.

Expectativas

Congruentes con el sombrío panorama general, las expectativas de que el presidente logre cumplir sus promesas de campaña bajaron.

En julio de 2014 casi un 70% otorgaba algunas o muchas posibilidades al presidente de cumplir sus promesas de campaña. Ahora ese porcentaje se redujo al 41,5%, mientras que ahora casi el 60% cree que Solís tiene pocas o ninguna posibilidad de cumplir sus promesas de campaña, el doble de la cifra de julio (28,2%).

En su primer año al frente del gobierno, la imagen del mandatario Solís se devaluó. La imagen de Solís obtenía en julio del 2014 una calificación de 7,3; de esa posición pasó a 6,6 en noviembre de 2014 y en la encuesta de actual recibe una calificación de 5,9.

Por su parte, el expresidente Óscar Arias aparece como la personalidad política mejor valorada del país con una calificación de 6,4.

Si de instituciones nacionales se trata, la UCR mantiene su valoración puntera, con una calificación promedio de 8,6 mientras que el gobierno y la Asamblea Legislativa siguen en el sótano con las más bajas calificaciones (5,1 y 4,4 respectivamente), como ha sido la tónica en las anteriores encuestas.

Confianza

En comparación con la medición realizada a los 100 días del gobierno, la confianza en el presidente Solís baja. En julio un 68% confiaba algo o mucho, mientras que ahora lo hace un 42%.

Luego de la aplastante victoria de la segunda ronda electoral, en julio del 2014, el presidente disfrutaba de altos niveles de confianza. Dos terceras partes tenían entonces mucha o alguna confianza.

En abril del 2015 esa confianza se derrumbó: 16,3% tiene mucha confianza, la mitad de lo que había en los 100 días (33,6%); un 25,7% tiene alguna, en contraste con el 34,4% de los 100 días.

Al igual que en abril de 2014, la Asamblea Legislativa se percibe como el principal obstáculo que tiene el presidente, seguida en importancia por su equipo de trabajo, la incapacidad y falta de experiencia. Curiosamente la “oposición” figura como un obstáculo de menor relevancia.

Ficha técnica

Encuesta sociopolítica realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, del 8 al 30 de abril del 2015.

Muestra: Se completaron 793 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años entre el 8 y el 30 de abril durante la tarde y noche (15:00 a 21:00) de lunes a viernes.

Margen de error: ±3,5 puntos porcentuales al 95% de confianza.

Metodología: La encuesta se realizó a hogares con teléfono fijo, lo cual abarca aproximadamente al 53,8% de las personas mayores de 18 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Esto significa que toda generalización que se haga con base en estos datos debe referirse estrictamente a la población con teléfono residencial y no la población en su totalidad.

Colaboradores: Marisol Fournier, Lizeth González, Jesús Guzmán, Alina Menocal, Luis Vives y Adrián Pignataro (investigador principal).

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