Imagine que un día le avisen que no puede tomar agua del tubo porque tiene químicos peligrosos para su salud y entonces tiene que esperar a que pase una cisterna a dejarle el agua que usted debe recoger en cuanto recipiente disponga.
En Siquirres
Ahora imagine que debe recoger el líquido de la cisterna durante dos años y medio, y no puede reclamar por esa anomalía, porque su trabajo o el de algún familiar cercano podría estar en peligro.
Esa es la historia que han vivido durante estos dos años y medio las comunidades de Milano, El Cairo, Luisiana y La Francia de Siquirres, desde que supieron que el agua que consumían no se podía tomar porque está contaminada de agroquímicos utilizados en las plantaciones de piña cercanas.
Si bien para los casi 6.000 pobladores de esta región la noticia no era tan nueva, el percatarse de que el Tribunal Ambiental Administrativo comprobó que en las nacientes y ríos cercanas a Milano había 8 veces más bromacil que hace dos años, fue motivo de molestia, alarma y temor.
UNIVERSIDAD hizo un recorrido por las zonas en las que recientemente el Tribunal Ambiental advirtió que se había encontrado 4.8 microgramos por litro de bromacil, además de otros químicos, en el agua.
Una mezcla de enojo e impotencia es la que prevalece la gente en la población de Milano, mientras esperan que termine la interminable procesión de la cisternas que trata de aplacarles la sed en medio de aquel calor sofocante.
“ESTAMOS CANSADOS”
Son poco más de las 7 de la mañana, y las hermanas Lilibeth y Eliseth Urbina esperan pacientemente junto a sus hijos la llegada del vehículo, para poder empezar su quehacer diario.
Ollas, botellas y un estañón, todo recipiente es bueno para recolectar el agua que debe durar al menos dos días. Con ella podrán cocinar, beber y si es posible, bañar a los niños, para evitarles el contacto con el agua contaminada.
“Tenemos que recoger el agua porque nos dicen que las nacientes están contaminadas. Tenemos agua en la tubería, pero esa la usamos para lavar trastes y bañarnos nosotras, pero hoy amanecimos sin ella”, comentó Lilibeth.
Las hermanas Urbina piden que se resuelva la situación pronto, aunque saben que la construcción del acueducto que necesitan está lejos y “solo queda seguir recogiendo el agua para tomar”.
“Yo tengo dolores de estómago, manchas en el cuerpo, y a veces me da vomitadera”, afirmó Eliseth.
“Tengo manchas en el cuerpo, entre ellas una muy fea. Nunca he tenido manchas en el cuerpo hasta ahora. La mayoría de la gente de Milano está con manchas”, agregó su hermana.
Pasó el cisterna y finalmente llegó a la casa de Emérita Varela, quien espera con una incontable fila de botellas de refresco, como testimonio fiel del largo tiempo y la mucha práctica que ha adquirido en la labor de recoger el agua.
“No me acuerdo desde hace cuanto estamos recogiendo el agua. Siempre dicen que pronto se va a resolver, pero nada pasa. Ahora dicen que salió más contaminada y uno no puede ya ni bañarse”, afirmó Emérita.
Esta joven ama de casa es de las que afirma que el agua contaminada le produce alergias a la gente, y una de las tantas que repite la misma frase: “Estoy cansada de tener que esperar el agua del cisterna”.
“Greivin” también sale a recoger el agua para su familia, y como todos esperan que construyan un acueducto, ya sea que traiga agua limpia de una naciente sin contaminar, o que se conecte con la tubería de otras comunidades vecinas.
“Ha sido un gran problema, tener que “jalar” agua todo el tiempo, a veces con envases sucios. Todo esto causa problemas de salud; también porque hay brotes y otros males, lo cual nos preocupa porque aquí hay muchos chiquitos”, afirmó el joven.
Para este vecino de Milano, es difícil encontrar una solución cuando a la gente de la comunidad se le amenaza con que la piñera puede cerrar o haber despidos contra quienes reclamen.
“No es que uno quiera que cierren las piñeras, lo que pedimos es un acueducto nuevo nada más, la gente ocupa trabajar, y también necesita el agua”, comentó.
PROYECTO EN VEREMOS
Mientras el vehículo cisterna continúa su recorrido, Xinia Briceño, presidenta del Acueducto Rural de Milano, afirma que la compañía Corporación de Desarrollo Agrícola Del Monte S.A, debe colaborar con una solución al problema del agua.
“Ellos han dicho que están anuentes a pagar el daño, aunque es imposible, porque tendrían que hacer de nuevo la naciente; pero por lo menos podrían aportar algo para el nuevo acueducto”, manifestó Briceño.
La dirigente explicó que una de las alternativas es construir el acueducto desde la naciente, que está dentro de la finca piñera, para lo cual la Asociación del Acueducto Rural estaría dispuesta a comprar parte del terreno necesario.
Sin embargo, Briceño asegura que la empresa un día parece dispuesta ayudar, pero al siguiente amenaza con despedir a los esposos de las mujeres que valientemente se lanzaron a las calles a reclamar su derecho a beber agua potable.
“Y lo peor es que no es solo el bromacil, hay otros 25 químicos más , pero nosotros ni siquiera sabemos exactamente que es lo que pueden causar en la salud, y nadie nos lo dice. Este problema tenemos que enfrentarlo nosotras solas, porque el Gobierno, que debería estar con la gente, es también culpable al darle permisos a estas empresa”, advirtió Briceño.
“Cuando estaban dando los permisos, ellos sabían que el agua que tomábamos estaba cerca, y no les importó; a ninguna institución le importan los seres humanos que vivimos aquí, y por desgracia también pasa en otros lugares cercanos”, añadió.
FUMIGACION EN LA PUERTA
Otro de los puntos que señaló el Tribunal Ambiental al cerrar la empacadora de la piñera, es que las zonas de cultivo no respetan las distancias de retiro respecto de ríos y otras propiedades.
Doña Eneida sufre en carne propia los efectos de ese “descuido”. “Ayer estábamos atrás haciendo una limpieza y de pronto todo se empieza a poner blanco, y el viento traía un olor muy fuerte, por todo lado se veía el aire color blanco. No sé qué clase de veneno era, pero estaban fumigando”, relató la vecina.
La distancia entre la raquítica cerca que separa las piñas del camino, y la casa de doña Eneida es menor a los 10 metros, cuando los reglamentos para este tipo de cultivos obligan a que exista un retiro de al menos 30 metros.
Según Eneida, a veces las fumigaciones se hacen en la noche y otras en las mañanas. A veces les avisan que desayunen antes, porque se va a fumigar.
La pobladora comentó además que el ganado se ve afectado no solo por las fumigaciones, sino también por la mosca que produce la piña luego de que es cortada.
Xinia Briceño comentó que la comunidad se siente atrapada “entre la espada y la pared”, pues no desean tener problemas con la compañía para no perder los trabajos, pero tampoco pueden permitir que se les prive del derecho a tomar agua potable.
“Perdí mi trabajo por protestar”
Jeffrey López era vigilante de seguridad en la finca piñera, y al salir de su trabajo a las 6 de la mañana del 21 de mayo, decidió acompañar a varias personas de su comunidad a protestar por su derecho a beber agua potable.
Pero ese mismo día, a Jeffrey le avisaron que ya no llegara a trabajar más, pues lo habían visto entre la gente de la manifestación.
“Cuando fui a presentarme, me dijeron que no tenía trabajo. Yo entraba a la media noche pero me dijeron que no fuera, que estaba despedido por participar en la protesta”, comentó López.
Con una niña de 6 años y su esposa embarazada de seis meses, Jeffrey tiene que buscar ahora cómo dar sustento a su familia, aunque las alternativas no son muchas.
“Estoy buscando otro puesto, pero está dura la cosa. En piñera ya no, y ahora estaba hablando con el señor de la platanera; y si no viajar afuera a buscar, porque aquí está feo solo hay piñera y está cerrada para mí”, aseguró.
Este joven asegura que no se arrepiente de haber participado de la manifestación, pues lleva mucho tiempo ya de soportar la “rasquiña” y alergias que causa el agua cuando se bañan, así
como esperar la distribución del agua de consumo diario.
“Yo participé por buscar un bien para el pueblo, si ellos nos quitaron el agua limpia, ellos tienen que devolverla, en ningún momento estamos pidiendo cerrar la piñera, nada más que nos dieran algo que ellos mismos nos han quitado. Pero ellos no lo ven así”.
Edgar Cambonero, Alcalde de Siquirres:
“En contra de tener más piñeras al cantón”
El Alcalde de Siquirres, Edgar Cambronero, aseguró que ya está “cansado” de los problemas que causan las plantaciones piñeras en su cantón, por lo que buscan alternativas a este tipo de producción.
“Para defender la salud pública, el Concejo Municipal tomó un acuerdo declarando una veda a la siembra de la piña hasta tanto no se pongan al día con el respeto a los humedales y los plaguicidas que son un atentado contra la población”, afirmó Cambronero.
Sin embargo, esta medida no duró mucho, pues las empresas interesadas interpusieron un recurso ante un tribunal contencioso administrativo, con el que lograron paralizar la decisión municipal.
Cambronero responsabilizó a los ministerios de Salud, Agricultura y Ambiente, de los problemas que viven los habitantes de Siquirres con el suministro de agua, pues considera que son estas han dado los permisos para que las piñeras funcionen y utilicen los agroquímicos.
Sin embargo, una de las críticas que realizó el Tribunal Ambiental sobre el caso de la piñera de Del Monte en Milano, fue que el municipio de Siquirres no debía haber otorgado una patente para la planta empacadora, si la empresa no contaba con la Viabilidad Ambiental que otorga la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA)
“No creo que se hayan dado los permisos, ellos hacen creer que tienen todo listo para echar a andar sus proyectos, no creo que la Municipalidad haya dado permiso sin tener listo lo de SETENA”, respondió Cambronero ante la consulta de UNIVERSIDAD.
Recordó que como alcalde está en contra de la expansión piñera en su cantón, que ya alcanza las 4.000 hectáreas sembradas, pues considera que hay otro tipo de empresas y actividades menos problemáticas para el ambiente y que producen mayor bienestar a la población.
“El problema es que ellas han trabajado por la libre e incluso están exentas del pago de impuestos porque están acogidas al régimen de zona franca, lo que no deja de ser difícil para la Municipalidad”, afirmó.
Obtienen compromiso del AyA
Las poblaciones de El Cairo, Luisiana y La Francia, salieron el 1 de junio a manifestarse nuevamente en la ruta 32 (San José- Limón) para exigir la construcción de un acueducto que les permita tomar agua con tranquilidad.
Julián Ruiz, integrante de los Kioscos Ambientales de la Universidad de Costa Rica (UCR), comentó que el movimiento se inició desde las 2:30 a.m, y a media mañana había logrado reunir a suficientes personas como para paralizar el tránsito en la carretera.
La comunidad exigió negociar con el gerente de Acueductos y Alcantarillados, Guillermo Arce, de quien obtuvieron horas después un compromiso firmado para que se les construya un acueducto.
Según el documento, el inicio de obras debe ser el próximo 1 de julio, pues de lo contrario las comunidades volverán a tomar medidas de presión.
Piñera afirma que no utiliza bromacil
Los representantes de la empresa Del Monte, dueños de la finca cerrada por orden del Tribunal Ambiental; indicaron en un comunicado de prensa que en su finca no se utiliza bromacil desde hace más de un año, por lo que es “imposible” que se encuentre este químico en el agua.
“Adicionalmente, el estudio elaborado por el Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional consigna hallazgos de residuos de otros productos que NO se usan en el proceso de empaque de piña. Además, es importante mencionar que la finca Babilonia se ubica en Germania de Siquirres y la única naciente que se encuentra dentro de su área de influencia es Milano”, afirmó la empresa.
La empresa también contradice la versión del Tribunal Ambiental en cuanto a que no cuenta con la viabilidad ambiental otorgada por SETENA, y afirma que la planta empacadora que fue cerrada tiene todos los permisos.
Además, del Monte afirma que el Tribunal Ambiental actuó con “alarmismo”, pues la dosis permitida de ingesta de bromacil en Estados Unidos es de hasta 90 microgramos por litro, por lo que 4.8 no sería riesgoso para la salud.
La piñera apelará la decisión del Tribunal Ambiental.