El punto más crítico de la relación entre Conavi y Lanamme fue el hundimiento de la Circunvalación sobre el río María Aguilar. (Foto: Katya Alvarado)Un momento crítico fue el hundimiento en Circunvalación, según el Lanamme.
Ministro Segnini integró esfuerzos de unidad ejecutora y fiscalizadora.
En la mesa donde se reúnen hay cuatro hombres y, por sí mismo el hecho apenas parece relevante, pero cada uno representa más que a personas: hay un ministerio encargado de dirigir la infraestructura de transporte del país, un consejo encargado de ejecutar esas obras, y el laboratorio que los fiscaliza, los cuales en conjunto representan casi un ecosistema vial completo.
Tras años de frías relaciones, tres instituciones claves en las obras públicas costarricenses –el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme)– se abocaron en el mes de mayo a intentar sobrevivir juntos, en una misma mesa.
Lo hicieron en al menos dos reuniones privadas de una comisión especial y en dos conferencias de prensa –el 12 y el 29 de mayo–, donde explicaron los pasos que seguirán para remediar 21 obras críticas en la infraestructura vial del país. Al menos ante las cámaras, los jerarcas de las tres entidades presentaron una cara común, que antes revelaba fisuras.
“Lo que pasa es que antes había un divorcio innecesario, de instituciones válidas que son parte del tesoro público nacional, como son la universidad y sus institutos, que nos tienen que colaborar y eso es lo que estamos haciendo”, explicó el jerarca del MOPT, Carlos Segnini.
Al Ministro lo escoltaron su viceministro de Obras Públicas, Mauricio González, el director interino del Conavi, Cristian Vargas, y el coordinador del Programa de Ingeniería de Transportes (Pitra) del Lanamme, Luis Guillermo Loría.
Esta es una tregua reciente, un alto al fuego entre las instituciones que conforman uno de los sectores más golpeados por la opinión pública en las últimas administraciones, y que tiene más costumbre de chocar que de coincidir.
¿El origen de sus disputas? Los dimes y diretes que mantiene sobre el estado de las carreteras y puentes del país. En los últimos años, daños viales como la platina −en el puente sobre el río Virilla− o el hundimiento sobre el río María Aguilar en la carretera de Circunvalación, le echaron leña al fuego.
“El punto más crítico fue el hueco en Circunvalación. Ese, en particular, fue muy crítico, porque nosotros intuimos bastante bien −desde el punto de vista de ingeniería− qué podía pasar. El Conavi tomó decisiones que nosotros fustigamos y al final teníamos razón. Eso distanció mucho, porque polarizó las instituciones”, recordó Loría.
LA DISTANCIA
El primer gran anuncio del actual ministro de Obras Públicas y Transportes fue el lunes 12 de mayo, apenas cuatro días después de asumir la presidencia de la República Luis Guillermo Solís. Ese día, Segnini hizo un anuncio impensable en labios de su antecesor: el MOPT, el Conavi y el Lanamme estarían juntos en una comisión, en la que también participaría la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Su misión era atender 21 puentes y alcantarillas en estado crítico y prioritarios para el país. Para llegar a este listado, Segnini le tomó la palabra al Lanamme en sus evaluaciones y firmó el decreto. El Conavi participa en la comisión, pero quienes determinaron cuáles obras estaban urgidas fueron los ingenieros del Lanamme, tras años de inspecciones.
Cuando un periodista le señaló el rol protagónico que parecía tener el Laboratorio, el ministro saltó: “Aquí está Conavi, aquí está don Cristian que le puede contestar. Nos estamos sentando todos. La diferencia, como le decía don Luis Guillermo (Loría), es que aquí hay un interés nacional y creo que el país tiene que entender que estamos trabajando todos en una misma mesa”, aseguró Segnini en la conferencia.
El Programa de Ingeniería de Transportes del Lanamme −la sección del Laboratorio encargada de inspeccionar la red vial nacional− fue creado en 1995 y siete años después, la ley 8114 consolidó su misión y le asignó el 1% del impuesto a combustibles como presupuesto. Desde entonces, el Pitra ha evaluado carreteras, puentes, contratos y alcantarillas.
El Conavi es apenas más joven. Inició sus operaciones en 1999, con el encargo de velar por la conservación de la red vial nacional, dejando las rutas cantonales bajo la tutela de las municipalidades.
Por su rol fiscalizador, el Lanamme no siempre ha tenido la mejor relación con el Conavi y el MOPT. Luis Guillermo Loría puntualizó que ha visto pasar 14 ministros por la cartera de Obras Públicas y Transportes, y solo tres de ellos eran “muy cercanos al Lanamme”.
La propia Contraloría General de la República señaló en el 2013, que el Conavi no tiene procesos para valorar e implementar los estudios que hace el Lanamme. Cuando ese año avanzó en la Asamblea un proyecto de Ley para hacer vinculantes los criterios del Laboratorio, al menos dos diputados aseguraron a UNIVERSIDAD que el entonces jerarca del MOPT, Pedro Castro, intentaba frenar la iniciativa. A la fecha se encuentra varada.
“En algunos momentos quisieron dejarnos sin dinero; muchas veces cuando el dinero pasaba por el Conavi nos cerraban la plata y nos dejaban sin sueldo por muchos meses, y eso fue en otra época. Y recientemente no hay duda que la relación con don Pedro Castro no fue buena del todo, particularmente al final”, lamentó Luis Guillermo Loría.
PROMESAS
La coordinación de las instituciones parece fluir mejor ahora. Incluso, el mandatario Solís inicialmente nombró a una funcionaria del Lanamme como viceministra de Infraestructura, pero ella desistió del cargo. Guillermo Santana, también del Laboratorio, sí está presidiendo el Instituto Costarricense de Ferrocarriles.
En tres semanas de trabajo conjunto, el Conavi, el MOPT y el Lanamme han logrado mostrar una cara unida. La primera duda que surge es si, después de años de divorcio, esta luna de miel aguantará. La otra duda es qué pasará con la alianza cuando el ministro Segnini ponga su cartera a trabajar al ritmo que quiere.
Si nos apegamos a las promesas de campaña, el Lanamme tiene un futuro más prometedor. En su plan de gobierno, Luis Guillermo Solís prometió intervenir la red vial nacional, mediante la construcción de las obras más urgentes. Esto se haría “bajo la asesoría y fiscalización del Lanamme, Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos y el Instituto Tecnológico de Costa Rica”, acotó.
El destino que el equipo de campaña de Solís tenía para el Consejo Nacional de Vialidad era seco en su planteamiento: “gestionar el cierre del Conavi”. Así aparece en el plan de gobierno. La realidad que halló el ministro Segnini a su llegada al MOPT, lo ha obligado a ver este cierre como algo paulatino.
“Lo primero es empezar por una reestructuración administrativa, que lo podemos hacer vía reglamento, para hacerlo de manera más eficiente mientras se impulsan las reformas legales que deben ser por Ley, y la reforma legal es más lenta”, dijo el jerarca a UNIVERSIDAD.
Por eso ahora coordinan el ministerio, el Consejo y el Laboratorio, en una troika inédita que reúne al planificador, el ejecutor y el fiscalizador de la obra pública nacional en una misma mesa de trabajo.
Por ahora los une un objetivo en común: solucionar las 21 obras que el Ministerio señaló como prioritarias, que el Lanamme determinó en mal estado y que el Conavi tiene bajo su tutela. Después ya se verá.
“De ahora en adelante seguiremos coordinando mucho mejor, debido a esta comisión que se ha nombrado y atendiendo las recomendaciones y haciendo las obras que se requieren en cada una de ellas”, aseguró Cristian Vargas.