Conflicto por las islas Malvinas, herencia colonialista en el siglo XXI

El conflicto por este territorio de ubicación estratégica, visitado por Charles Darwin y rico en hidrocarburos, es resultado de la vieja historia del colonialismo.

Recientemente visitaron Costa Rica el diputado de la Asamblea Legislativa de Islas Malvinas, nativo de Gales, Reino Unido, Barry Elsby, y la isleña de origen chileno, Jéssica Campos, quienes realizan una gira con el fin de lograr acercamientos que trasciendan el conflicto existente entre Argentina y el Reino Unido por esas islas.

Con el fin de conocer los puntos de vista tanto de quienes habitan en ellas, hoy bajo el dominio británico, así como de la contraparte argentina, UNIVERSIDAD realizó dos entrevistas por separado. Una, con el diputado Elsby, en la que también estuvieron presentes Campos, la Encargada de Negocios de la embajada británica, Melanie Smart, y la Directora de Prensa de la misma embajada, Denise Lewis. Y la otra, con el Embajador de Argentina, Martín Balza, quien fue el Jefe de la Unidad de Artillería de su país que participó en la guerra de Las Malvinas, entre 1980 y 1982. En esta última entrevista también participaron el Ministro de la Embajada de Argentina, Martín Recondo, y el director del Semanario, Ernesto Rivera.

En el año 2013, un referendo realizado por el Reino Unido -que no fue reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU)-, en Las Malvinas -ubicadas a 12.000 km de Londres y a 2.000 km de Buenos Aires-, dio como resultado que la población, mayoritariamente británica, eligió seguir bajo el gobierno inglés.


Congresista isleño Barry Elsby:

“Las Malvinas no son argentinas ni británicas”

P07-Colonialismo-barry-elsby¿Ustedes atribuyen al Gobierno argentino actual la imposibilidad de avanzar en un diálogo sobre la soberanía de Las Malvinas?

-Esperamos que la próxima administración en Argentina pueda ser algo parecido a lo que fue Carlos Ménem. Pragmática. En los años 90, cuando Ménem gobernaba, teníamos toda clase de convenios. Pero luego, con Néstor Kirchner y luego con Cristina, su esposa, todos esos acuerdos se rompieron. El único que permanece es el que permite un vuelo mensual de Chile a las Islas Malvinas por parte de Argentina. Podemos tener acuerdos en las áreas que ambos necesitamos. Comencemos con el comercio, con el intercambio científico. Cómo vamos a explorar los hidrocarburos en esa zona.

¿En ese futuro que imaginan, cómo manejarían el tema de la propiedad sobre los recursos naturales, como el petróleo?

-El petróleo le pertenece a las Islas Malvinas. No le pertenece al Reino Unido, no le pertenece a Argentina. La ONU reconoce a las Islas Malvinas como un territorio no autogobernado. Somos miembros de la lista del Comité de Descolonización. Y deja muy en claro que los recursos de un territorio no autogobernado pertenecen al pueblo de ese país. Eso no significa que no podamos trabajar juntos. En este momento, la exploración petrolera es realizada por Escocia, cuando esta exploración debería involucrar recursos y suministros de la región. Brasil y Chile tienen buenas industrias petroleras y podríamos todos trabajar juntos.

¿Y qué hacen Las Malvinas con el petróleo? ¿A quién se lo venden?

-Bueno, todavía no tenemos el petróleo. En el 2010 hicimos nuestro primer descubrimiento de un yacimiento equivalente a 400 mil millones de barriles de petróleo comercialmente viable. Se espera que sea extraído en el 2019. Y se venderá a quien finalmente lo compre. Nosotros nos quedamos con los derechos de propiedad y las ganancias se quedarán en las Islas Malvinas. Somos un país de 3.000 personas y seremos un país exportador de petróleo. Esa es la razón por la cual creemos que es necesario impulsar el comercio. ¿Por qué tiene que ser Escocia? Por eso es que esperamos que un nuevo Gobierno en Argentina tenga un enfoque distinto.

¿Cuál sería la relación política de Las Malvinas con Gran Bretaña?

-Siempre tendremos vínculos muy cercanos con Gran Bretaña, que es un país muy democrático. Nuestra relación es muy intensa y cercana y siempre lo será. Antes de la guerra [entre Argentina y Gran Bretaña, en 1982] éramos una colonia británica. No hay duda de eso. No todos los miembros del gobierno local eran elegidos. Algunos eran simplemente designados. Y muchas decisiones eran tomadas por el gobierno del Reino Unido. Pero después de la guerra tuvimos tres cambios constitucionales y cada vez más poder recae en los miembros de la Asamblea Legislativa de Las Malvinas [integrada por ocho personas]. Elegimos a nuestro poder Ejecutivo y tomamos nuestras propias decisiones sobre el uso de nuestro dinero. El Gobierno británico siempre ha sido claro en que contamos con su apoyo cuando queramos, pero nosotros manejamos nuestro propio país. El gobernador británico participa en las reuniones de nuestra Asamblea, pero no tiene derecho al voto. No somos independientes porque así lo escogimos en el referendo de 2013, pero somos un país que se autogobierna.

Pero, la población actual de Las Malvinas es resultado de la invasión británica del siglo XIX…

-Argentina les dice que la población de Las Malvinas fue traída por Inglaterra en botes y puesta allí. No es el caso. Sí, tenemos lazos muy fuertes con el Reino Unido, pero las familias que viven en Las Malvinas están allí desde hace nueve generaciones. De acuerdo al último censo, el 10% de la población viene de América del Sur y la población nació en 53 países diferentes. Hay muchos chilenos y mucha gente de Uruguay. Y Argentina no quiere que eso se sepa porque eso no coincide con lo que dicen de que es un territorio colonial. Y nosotros vemos un futuro cercano al Reino Unido, pero mucho más cercano a Centro y Sudamérica.

Entiendo que usted es de Gales [una región del Reino Unido]

-Soy de Gales. Vine a Las Malvinas en 1990 con el propósito de quedarme por dos años y me quedé.

¿Cómo imagina usted que será una solución futura al conflicto por Las Malvinas?

-Sea que nos independicemos, sea libre asociación, sea plena integración con otro país o sea una “cuarta opción” todavía no definida, el Comité de Descolonización de la ONU debe ayudarnos en ese proceso, pero desafortunadamente ese Comité está sesgado. Uno de sus miembros es Siria. Pero adondequiera que vamos hablamos del derecho a la autodeterminación. Porque dicen que Argentina debe hablar con el Reino Unido, y el Reino Unido dice que no lo hará sin la gente de Las Malvinas. Al final del día, los resultados de una conversación así, si se diera, tendrían que ser sometidos a la voluntad del pueblo malvinense, mediante un referendo. No estamos en contra de hablar con Argentina. El punto es que Argentina no quiere. Solo quieren dialogar en sus propios términos. Y una reforma constitucional introducida por Néstor Kirchner prohíbe otra cosa como no sea que Las Malvinas sean de Argentina.

¿Ustedes estarían dispuestos a llegar a algún futuro acuerdo de soberanía compartida, por ejemplo?

-Realmente, no creo. Si usted hiciera esa pregunta en Las Malvinas ahora, la respuesta sería 110% que “no”. Hemos dejado de ser una colonia británica y no queremos ser una colonia argentina. No creo que Las Malvinas serán jamás una colonia de Argentina. Creo que el futuro está en nuestras propias manos.


Embajador argentino Martín Balza:

“Las Malvinas son incuestionablemente argentinas”

p-07-Colonialismo-Balza¿La posición de Argentina sobre las Islas Malvinas depende del Gobierno que se encuentre en el poder?

-El tema Malvinas, para el pueblo argentino, independientemente de cualquier posición partidista o ideológica, está en la Constitución Nacional. Es una causa nacional, una razón de Estado y un sentimiento. Van a cambiar los gobiernos de cualquier signo: extrema izquierda, extrema derecha, pero el tema Malvinas, no. La posición se mantiene.

¿Con el referéndum realizado en 2013, cambió en algo esta situación?

-Los isleños son plenos ciudadanos británicos. Entonces, no son una tercera parte. La parte es el Reino Unido. No tenemos que hablar con ellos. La población total de Malvinas no sé si llega a 2.800, de los cuales unos 1.500 son británicos… Hay coreanos, hay muchos chilenos. Antes de la guerra se atendían en Argentina, en las instalaciones hospitalarias de Comodoro Rivadavia. Las islas, en extrema síntesis, fueron usurpadas en 1833 por el Reino Unido.

En un folleto oficial, ellos afirman que ese año “el capitán Onslow retoma el control de las islas para Gran Bretaña. La guarnición argentina se va de Port Louis a Buenos Aires acompañada de cuatro civiles. Los otros colonos (entre ellos argentinos) se quedan”.

-No, la guarnición argentina no se fue. Desde 1810 Argentina tenía una guarnición pequeña, pero poblada. Estaba allí al mando de un Comandante, y la echaron. La población que vivía allí antes de la ocupación británica nunca tuvo estatus de población originaria, era argentina. No había población originaria. En 1883 echaron a esa población que era argentina y trasplantaron población británica. Es una población trasplantada. De manera que hay dos partes. Las Malvinas son incuestionablemente argentinas. Históricamente, porque pertenecían a la corona española; geográficamente, porque está en la plataforma continental; y jurídicamente, por unas 36 resoluciones de la ONU, particularmente la Resolución 2.065, del año 1965, cuando en Argentina había un gobierno constitucional. Y esta es también la posición de la ONU y de EE.UU. El principio de autodeterminación de los pueblos no rige en el caso Malvinas porque no se trata de un pueblo originario. Y para la ONU, el nombre del reclamo es Malvinas/Falkland. Yo comprendo las exigencias electorales que debe tener el señor Primer Ministro Cameron. Esto es un resabio colonialista en pleno siglo XXI. En cuanto a los isleños, nuestra Constitución dice que la Argentina se compromete a respetar sus intereses y su forma de vida.

¿Cuál es la perspectiva que Argentina ve para este conflicto y los pasos siguientes en la agenda diplomática?

-La forma de recuperar Las Malvinas no es la violencia, no es la guerra. El objeto de la sanguinaria recuperación mediante la guerra, en 1980, fue una causa justa en manos bastardas. Porque si salía bien, prolongaba la dictadura. La posición de la ONU es clara. Pero, con los isleños no nos podemos sentar a dialogar sobre la soberanía. Sí con el Reino Unido. Lo que sucede es que un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, como es el Reino Unido, se resiste permanentemente a cumplimentar una resolución de la Asamblea General.

¿Esta resistencia del Reino Unido es por razones geopolíticas, por su interés en el petróleo que hay en la zona?

-Las dos cosas le interesan al Reino Unido. Por un lado, están las reservas de hidrocarburos y la riqueza ictícola también. Pero, más que eso, está la importancia geopolítica que tiene. Sin la base en las islas Asunción, también en el Atlántico, no hubieran llegado hasta Malvinas. Por eso la militarización del Atlántico Sur, que es una zona de paz. Controlando las Islas Asunción, Malvinas y las islas de Diego García, se controlan todos los pasos interoceánicos del Atlántico Sur con el Océano Índico y con el Pacífico. Hay una inteligencia estratégica de este control. ¿Qué pasaría en el mundo si el Canal de Panamá quedara fuera de servicio? Queda el paso del Atlántico al Pacífico por el Sur. Y en esto, Argentina cuenta con el apoyo de todos los países latinoamericanos del Atlántico Sur, que son tres: Brasil, Uruguay y Argentina. Y los 21 países africanos están en contra de esa militarización. El aeropuerto nuevo construido en Malvinas por el Reino Unido es una base tremenda. Tiene como 3.500 metros, galpones subterráneos, etc. ¿Este gasto tremendo es para defenderse de un ataque argentino? No. El disparate fue pelear con la tercera potencia mundial, apoyada por la primera. Vamos a seguir insistiendo. Tenemos el apoyo de muchos foros, como la ONU, la OEA, Celac, Mercosur, el Grupo Río, el G-77 más China, los principales organismos internacionales.


 

 

 

 

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