Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal:

Alicia Bárcena: “Costa Rica necesita un pacto social en el tema fiscal”

Según la Cepal, en América Latina la salida de capitales de manera ilícita alcanza los $150.000 millones

Según la Cepal, en América Latina la salida de capitales de manera ilícita alcanza los $150.000 millones, solo $10.000 millones menos que lo que recibe la región en Inversión Extranjera Directa.

Más que un acuerdo político, Costa Rica necesita un “pacto social” para emprender la reforma fiscal que tanto urge al país, estima la directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena.

Invitada por el Banco Centroamericano de Integración Económica en Costa Rica (BCIE) y el Centro de Investigaciones y Estudios en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), Bárcena presentó los datos del estudio “El panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2015”.

El informe de la Cepal muestra que América Latina vive hoy una coyuntura complicada, que contrasta con la bonanza que tuvo en el año 2007, cuando la mayoría de países (incluido Costa Rica) acumularon un superávit en sus finanzas públicas y lograron reducir sus volúmenes de deuda.

De este periodo, América Latina logró posicionar su deuda a montos moderados, donde Brasil ostenta la mayor obligación, con un equivalente al 62% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que países como Chile y Paraguay lograron llevarla por debajo del 22%. En el caso de Costa Rica, el estudio la cifra en un 42%.

El gráfico muestra cómo, mientras en los países de la OCDE la carga tributaria está basada en impuestos directos, en América Latina predominan los indirectos.
El gráfico muestra cómo, mientras en los países de la OCDE la carga tributaria está basada en impuestos directos, en América Latina predominan los indirectos.

En contraste, los países del Caribe muestran endeudamientos muy altos, por encima del 80% del PIB, y que en el caso de Jamaica llega hasta el 128% del PIB.

“Estamos en una tremenda encrucijada; tuvimos gran bonanza entre el 2002 y 2007, superávits gemelos en cuenta corriente y fiscales, pero no hicimos lo suficiente para transformar las estructuras productivas a profundidad”, comentó Bárcena.

Desde el 2012, las exportaciones regionales se encuentran en un periodo de estancamiento, con un bajo crecimiento en su volumen y un decrecimiento en el precio, mientras Sudamérica se enfrenta a la poca diversificación en sus ventas al extranjero, por su énfasis en las materias primas.

Ante este panorama, Bárcena puntualizó que 15 países de la región llevaron adelante sus reformas tributarias centradas en el impuesto a la renta, con lo que se busca mejorar la recaudación sobre el impuesto a la renta personal, por medio de una ampliación de la base imponible y gravar las” rentas de capital” que permiten mejorar la distribución.

La funcionaria enfatizó en que América Latina sigue siendo una región con profundas desigualdades, que se ven agravadas por sistemas tributarios altamente regresivos, donde la mayor parte de los ingresos fiscales provienen de los impuestos indirectos, de aquellos que gravan a todos en general.

CARGA DESIGUAL

Al comparar la estructura tributaria de América Latina para el periodo 2012-2013, la Cepal muestra que la carga tributaria promedio regional fue de 20,6% del PIB, cifra que queda muy de lejos al 33,7% de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), club al que Costa Rica pretende integrarse pronto.

En el caso de los países de la OCDE, su carga tributaria se distribuye en un 13% de impuestos directos, 11% de impuestos directos y un 9% en contribuciones sociales; mientras tanto, en América Latina los impuestos directos son un 6%, los indirectos 10% y un 4% corresponde a las cargas sociales.

Bárcena criticó que a diferencia de las regiones más desarrolladas del mundo, América Latina “recauda poco y lo hace mal”, además de ser una región donde existe alta evasión y las exenciones, que deberían ser incentivos temporales, se perpetúan casi como derechos para algunos sectores.

Según la jerarca de la Cepal, la salida de capitales ilícitos en América Latina alcanza los $150.000 millones, que está muy cerca de los $160.000 millones que recibe la región en Inversión Extranjera Directa (IED).

En América Latina, de la recaudación del impuesto sobre la renta, un 3,7% del PIB recae sobre las sociedades y solo un 1,3% sobre las personas; mientras en los países de la OCDE el 8,5% del PIB lo aportan las personas y el 3% las sociedades.

Lo anterior significa que mientras en América Latina el 28% del Impuesto sobre la Renta es tributado por personas, en la OCDE las personas representan el 76% de la recaudación de este impuesto.

Bárcena indicó que en la región la política fiscal ha jugado un papel limitado en la lucha contra la desigualdad. Países como Argentina, Brasil y Uruguay han reducido en promedio un 13% la desigualdad gracias a impuestos sobre la renta personal, las contribuciones a la seguridad social y las transferencias públicas en efectivo, mientras que otras naciones como Colombia, El Salvador, Paraguay y República Dominicana logran poco efecto sobre este indicador, con un promedio de apenas un 2%.

Justo en estos países se encuentran los de mayor desigualdad de ingresos de mercado y en ellos la política fiscal debería tener un rol redistributivo más activo, considera la Cepal.

Hay que fortalecer la tributación directa como indirecta, no queda otra; duele, pero la parte más difícil no es la parte técnica, es la económica y políticaAlicia Bárcena

“Hay que fortalecer la tributación directa como indirecta, no queda otra; duele, pero la parte más difícil no es la parte técnica, es la económica y política. Que el país defina quién quiere que lo financie: la deuda, los migrantes, o nosotros mismos nos financiamos y hacemos un pacto; necesitamos sociedades maduras para un pacto de esta naturaleza”, aseguró Bárcena.

El estudio de la Cepal también llama la atención sobre el papel de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la región, ya que estas generan más del 50% del empleo en la región, pero su aporte al PIB es de solo un 10%.

“El problema es que las pymes son el refugio de las crisis, no hay políticas que las acompañen”, reprochó Bárcena.

Para la Cepal, el gran reto de la región ahora es la “refundación” de su estructura productiva, en la que tiene que abandonar su énfasis en las materias primas, para buscar una estructura más diversificada y sostenible.

Bárcena también llamó la atención sobre el poco comercio intrarregional que existe en América Latina y el Caribe, pues mientras las economías del este de Asia tienen un comercio entre ellos que alcanza el 31% del valor total, los países de América del Norte (Canadá, México y Estados Unidos) alcanzan el 20% y América Latina solo un 10%, y uniones que están en boga −como la “Alianza del Pacífico” (a la cual Costa Rica se está integrando)− solo logran un 4%.

“Es necesario buscar pactos para la igualdad, para reactivar la demanda interna, diversificar las cadenas de valor, hacer ajustes”, aseveró.

A su parecer, la apertura comercial en la región también trajo pérdidas en lo fiscal, dado que solo se hicieron “renuncias fiscales” en los acuerdos de libre comercio, pero no se establecieron mecanismos para sustituir esas rentas que se dejaron de percibir, además de que en el caso costarricense se crearon leyes que obligan a gastos, sin que exista sustento en la parte de ingresos.

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