Transfuguismo político creciente, mayor escrutinio del expediente ético de aspirantes a puestos de elección. Dos caras contrapuestas muestra el actual proceso de los partidos políticos en la escogencia de sus candidatos para los comicios municipales del próximo 7 de febrero.
Estas elecciones de autoridades locales por primera vez se celebrarán independientes de las nacionales, y en una sola fecha se escogerá a los alcaldes, regidores, síndicos y concejales de los 81 cantones del país.
La circunstancia algunos la ven como un riesgo de que, ante la falta de una lucha electoral por el gobierno central y diputados, los electores pierdan interés por ir a votar para gobernantes locales en general poco conocidos, aunque otros más bien lo ven como un aliciente para romper el tradicional abstencionismo en la votación municipal.
En lo que no ha faltado interés es en la participación de los partidos. Un número record de 86 agrupaciones se han inscrito, entre nacionales y cantonales, antiguas y debutantes, que se disputarán 6.069 cargos de elección.
Entre ellos se encuentran ciertas figuras que cambiaron de partido para postularse a alcaldes u otro cargo, o regresaron al que habían abandonado, o se refugiaron en uno nuevo que andaba en busca de un nombre conocido para atraer votos.
Dicho comportamiento se daba en el pasado y ahora se ha incrementado, favorecido por la flexibilización ideológica y la existencia de partidos similares entre ellos, por el desencanto y pérdida de lealtad partidaria, y la mayor importancia de la figura del candidato sobre el partido, fenómenos que han venido constatando los estudios de opinión pública.
Mientras tanto, las agrupaciones han venido armando sus papeletas municipales, y el pasado domingo 6 de setiembre la Unidad Social Cristiana (PUSC), en una concurrida asamblea nacional ratificó sus papeletas en 78 cantones.
Tres exdiputados fueron confirmados como candidatos a alcalde: Jorge Eduardo Sánchez, por el cantón central de San José; Eduardo Soto por Alajuela y Walter Céspedes por Limón.
Sánchez, tres veces legislador, es la ficha de los socialcristianos para pelear la alcaldía capitalina al también exdiputado Guido Granados, del Partido Liberación Nacional (PLN), y a Johnny Araya, candidato presidencial que renunció a la agrupación liberacionista para postularse por el nuevo partido Alianza por San José, integrado por políticos evangélicos.
Entusiasmado por el repunte del partido tras la debacle que sufrió en la década pasada con los juicios contra los mandatarios socialcristianos, Pedro Muñoz −presidente del PUSC− se atrevió a decir que van por 50 alcaldías.
Liberación Nacional “debe cuidarse, porque le podemos quitar la mayoría que ahora tiene”, afirmó Muñoz, quien alardeó que ninguno de los alcaldes socialcristianos ha sido cuestionado hasta ahora y además tienen los mejores índices de gestión.
Por su parte, el gobernante partido Acción Ciudadana (PAC) completó sus asambleas cantonales y tiene 600 candidaturas ratificadas; en la asamblea nacional convocada para el 19 de setiembre se terminaría de aprobar las que faltan, informó Edgar Chinchilla, presidente del tribunal electoral interno.
TRÁNSFUGAS
Al menú electoral le agregó picante la renuncia de Johnny Araya al PLN, y su postulación a la alcaldía capitalina por el nuevo partido Alianza por San José, donde lo acompaña en el puesto a vicealcaldesa Paula Vargas, esposa de Gonzalo Ramírez, diputado del partido evangélico Renovación Costarricense.
Otro ejemplo de transformación camaleónica es el alcalde Néstor Mattis, quien llegó al cargo por el PLN y ahora aspira a reeligirse por el Partido Auténtico Limonense; o el alcalde de Montes de Oca (San José), Fernando Trejos, quien se eligió por el Partido Renovación Costarricense, liderado por el exdiputado Justo Orozco, pero ahora busca la reelección con el Partido Restauración Nacional, del exdiputado Carlos Avendaño. En el 2006, luego de ser dirigente del PUSC, resultó alcalde por el grupo Unión para el Cambio, fundado por Antonio Álvarez Desanti, que desapareció cuando este regresó al PLN.
Ahora en Montes de Oca el candidato del PUSC es Gabriel Zamora, quien en la campaña pasada fue el jefe de acción del aspirante a la presidencia José Manuel Echandi, con el Partido Avance Nacional. Zamora ya había sido alcalde de este cantón, donde fue destituido en el año 2000 mientras el Ministerio Público lo investigaba por un presunto peculado.
Otro caso de trasvase político es el del cantautor Dionisio Cabal, que fue candidato a diputado y vicepresidente por Alianza Patriótica y ahora se postula para la alcaldía de Escazú por el Frente Amplio.
PLN apoya candidatos cuestionados
El Partido Liberación Nacional (PLN) celebró el pasado 29 de agosto sus asambleas cantonales para escoger a sus candidatos en los 81 cantones, en tres de los cuales fueron apoyados candidatos a alcalde que están cuestionados y tienen procesos penales o disciplinarios pendientes.
Las papeletas están en proceso de revisión para ver posibles inconsistencias, que se resolverían en la asamblea nacional en octubre, dijo Alvis González, presidente del tribunal de ética y disciplina liberacionista.
Los candidatos a alcalde Enrique Montoya (Puriscal), Deylon Arroyo (Golfito) y José Joaquín Brenes (Poás) recibieron el apoyo de los delegados cantorales el pasado 29 de agosto, a pesar de que los dos primeros están siendo procesados en el tribunal de ética del PLN, y el último fue impugnado ante el tribunal de elecciones interno.
El tribunal de ética había pedido no inscribirlos, pero se tuvo que mantener su nombramiento debido a una medida cautelar del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), ante un amparo electoral que ellos presentaron.
“Esperaremos que se resuelva el fondo del asunto, y que sea dándonos la razón (que no deben inscribirse)”, manifestó González.
Explicó que la posición del partido ha sido de búsqueda de la ética y lo que el tribunal interno hizo fue aplicar el artículo 14 del estatuto, que dice que ninguna persona que tenga intenciones de inscribirse para un puesto elección popular puede tener elevaciones a juicio, procesamientos, o condenas inscritas en el registro judicial.
Manuel Carballo, presidente del tribunal de ética, detalló que estos no fueron los únicos casos de candidatos que conoció ese órgano de disciplina. Hubo más, pero todos fueron derrotados en las cantonales, excepto en el caso de Golfito y Puriscal, en donde a pesar que el tribunal de ética y disciplina informó de los cuestionamientos, fueron elegidos. El caso de Poás fue una impugnación presentada directamente ante el tribunal electoral interno.
El asunto no está consumado porque los procesos siguen, hay otras instancias que deberán tomar decisiones y eventualmente podrían haber sanciones disciplinarias. “Estamos tomando acciones formales serias buscando enaltecer la política, esta es una nueva etapa dentro de Liberación Nacional”, aseveró Carballo.
Paralelamente, en medio de una pugna interna el alcalde de Alajuela, Roberto Thompson, fue detenido e interrogado por la Fiscalía 48 horas antes de la celebración de la asamblea cantonal, la cual lo nombró como candidato a la reelección.
A él se le acusó de presunto tráfico de influencias y fue suspendido del cargo mientras la Fiscalía lo investiga, proceso que él calificó de “show político”.
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