Costa Rica se queda estancado en su índice de desarrollo humano con respecto al resto de países latinoamericanos.
Las capacidades de las mujeres no se reflejas en los ingresos económicos en comparación a lo que perciben los hombres señala el último Informe sobre Desarrollo Humano.
El aumento de la brecha entre ricos y pobres, la baja tasa de matrícula en secundaria y los bajos ingresos que perciben las mujeres en comparación con los hombres son las tres llamadas de atención para el país que se extraen del Informe Sobre Desarrollo Humano 2005.
Dicho Informe fue entregado a los medios de prensa el martes 6 de setiembre por parte de la coordinadora del Programa de Naciones Unidas (PNUD) Lara Blanco y el representante residente del PNUD José Manuel Hermida, en el que se dio a conocer que Costa Rica bajó del puesto 45 al 47 en la clasificación sobre Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Hermida explicó que este cambio no se debe a una caída en el valor de su índice, pues este ha subido, sino a depuramientos en las metodologías de evaluación y aumentos reales de otros países que los han llevado a ubicarse por encima de esta nación.
Si bien es cierto Costa Rica mantiene un alto porcentaje de alfabetización (95.8%), una alta expectativa de vida al nacer(78.2 años) y un buen ingreso per cápita ($9606), el aumento en el valor del IDH en 0,838, con respecto al 0,834 del 2004 no es significativo en relación con el resto de países latinoamericanos.
Según el informe, la concentración del ingreso en los sectores más privilegiados ha ampliado la brecha económica entre ricos y pobres. Este dato se puede extraer del coeficiente de Gini que de 0,388 (1997) pasó a 0.465 en el (2003). Entre más se aleja el valor de cero significa que más deficiente es la distribución del ingreso en el país.
Otro de los datos reveladores es que un 2% de la población vive con menos de 1$ diario (C.486 al tipo de cambio actual) a lo que hay que sumar que un 9.5% vive con menos de $2 (C.972).
El otro dato preocupante que dio a conocer el IDH es el de matrícula educativa en primaria, secundaria y universitaria con un 68%, ubicando al país en el puesto 112 de 173 países. Este porcentaje revela la tasa de matrícula más baja del grupo de países con alto IDH.
Según el documento, la mayor deficiencia en matrícula, con respecto al resto de países, se presenta en secundaria con un 66%.
Por otro lado, el IDH también llama la atención sobre la desigualdad en el ingreso económico entre hombres y mujeres.
Según los datos del IDH, a pesar de que existe un alto fortalecimiento en las capacidades de las mujeres, logran los mejores niveles de estudio y mantienen buenos porcentajes en puestos de representación, esto no se traduce a la hora de percibir ingresos en comparación con lo que ganan los hombres.
La desigualdad abismal se refleja en el ingreso per cápita anual donde los hombres reciben $14.000 mientras que las mujeres perciben $5.236.
Un aspecto que toma en cuenta el informe es el índice de potenciación de género en el que Costa Rica ocupa el puesto 19. Aquí se toma en cuenta mujeres que ocupan escaños parlamentarios, mujeres que son altas funcionarias y directivas, profesionales y trabajadoras técnicas. Sin embargo, la deficiencia se presenta entre la relación de los ingresos estimados entre mujeres y hombres, rubro en el que Costa Rica se ubica en el puesto 128.
ECONOMIA EXCLUYENTE
Para la socióloga Silvia Lara, si bien Costa Rica no bajó su índice en el IDH, los datos reflejan un estancamiento con respecto a otros países latinoamericanos. Manifestó que los datos son interesantes en términos de comparación con otros países.
Lara dijo que era preocupante los niveles de escolaridad promedio con respecto a América Latina, sobretodo en la población que va de los 15 a los 24 años.
Ese retraso tiene consecuencias en el nivel de escolaridad de la población «que ha sido históricamente el factor más importante de competitividad de nuestro país».
Según Lara, es una llamada de atención muy importante ya que «la ventaja competitiva y comparativa sobre la que siempre nos hemos preciado, que es el nivel de escolaridad de la población, se está perdiendo paulatinamente porque no hemos logrado aumentar la matrícula en secundaria de manera significativa».
Con respecto a la brecha económica manifestó que es un crecimiento que sólo genera oportunidades para ciertos sectores. En este sentido las oportunidades están más claramente ligadas a los sectores exportadores y a la industria de manufactura ubicada en zonas francas y todo lo que tienen que ver con el desarrollo del sector financiero producto de la apertura financiera.
Según Lara esto refleja que no es cierto que la apertura de la globalización, o los tratados de libre comercio automáticamente van a producir un beneficio para todos.
«Requerimos un estado que defina como función principal corregir las exclusiones que produce el mercado. Venimos experimentando un crecimiento económico concentrador y excluyente y si no se toman medidas de política pública activas para corregir las exclusiones, esa brecha se seguirá ampliando».
Lara también manifestó preocupación por la desigualdad en el ingreso económico de las mujeres con respecto a los hombres.
«Esa igualdad de capacidades que tenemos las mujeres con respecto a los hombres no se traduce en igualdad de oportunidades y tampoco en igualdad de resultados. El Estado invierte una gran cantidad de recursos públicos para garantizar la igualdad en el acceso a la educación, pero luego toda esa inversión la desaprovechamos porque paralelamente le estamos dando un mensaje a las mujeres de que su lugar es su casa»
A criterio de Lara, se requieren políticas públicas fuertes por parte del Estado con el propósito de corregir esas distorsiones que producen las relaciones de poder y los patrones socioculturales que sesgan o que provocan esa desigualdad.
Para la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica (IIS), Juliana Martínez los datos sobre género del IDH coinciden con un estudio de la Unidad de Mujer y Desarrollo de la CEPAL sobre Equidad y Género en los Servicios Financieros.
Del estudio se desprende que las brechas de ingreso en los sectores financieros, «que es un sector moderno y hasta cierto punto privilegiado de la economía», es mayor que en la economía en su conjunto.
Para Martínez, esta brecha salarial tiene que ver con la segregación ocupacional que sufren las mujeres en diferentes sectores de la economía.
«Esto no se cambia solamente con una cuota o con marcos normativos, tiene que ver con prácticas organizacionales. Se debe incorporar el ente de género en la definición de la calidad del empleo para reducir las desigualdades en materia de salario y generar procesos para revertir la segregación», explicó.
– El Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) 2005 se realizó con datos del 2003 y con información proporcionada por entidades oficiales.
– Sólo cuatro países de Latinoamérica descendieron posiciones en la clasificación del IDH (Costa Rica, Venezuela, Honduras y El Salvador)
– El país con mejor IDH es Noruega y el país que tiene peor IDH es Níger
– El IDH se puede acceder en el sitio web: http://hdr.undp.org
