Edgardo Araya, diputado: Detrás de Cinde está una entidad privada que representa a la élite económica del país. (Foto: Katya Alvarado)
El debate que agita la Asamblea Legislativa, por el presupuesto ordinario de la República, dio pie para que el opositor Frente Amplio (FA) pusiera la puntería en la partida de ¢1050 millones con que el gobierno va a financiar a la organización privada Coalición de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Es preocupante que en momentos en que se pretende recortar recursos a varias instituciones para reducir el déficit fiscal, se destinen fondos de los contribuyentes para financiar una entidad que representa a los más ricos y favorecidos del país.Así lo manifestó Edgardo Araya, subjefe de bancada del FA, quien aprovechó para desempolvar en el plenario legislativo un informe presentado al gobierno de Estados Unidos por Herbert Beckington, inspector general de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID), quien cuestionó el manejo de los fondos utilizados para la creación de Cinde en la década de 1980.
El documento −incorporado a la investigación que abrió una comisión especial de la Asamblea Legislativa en febrero de 1988 (Exp. 10595)− denunció cómo fondos de la entidad que eran una donación al pueblo de Costa Rica, se destinaron a favorecer a políticos y empresarios influyentes.
Con dichos fondos se creó el Cinde y se estableció un esquema para evadir el pago del impuesto sobre la renta, de influyentes políticos y empresarios contratados para trabajar en la entidad con altas remuneraciones, menciona entre otros señalamientos.
Ahora, en la discusión del presupuesto nacional para el 2015 presentado por el Poder Ejecutivo, el diputado Gerardo Vargas Varela, jefe de fracción del FA, manifestó preocupación porque el Ministerio de Comercio Exterior (Cómex) destinó una suma millonaria para financiar al Cinde.
“Cinde es una entidad privada, que ha demostrado en casi 30 años de existencia ser autosuficiente, razón por la que no vemos necesidad de que ahora el Estado pase a financiarlos”, arguyó Vargas en la subcomisión de Asuntos Hacendarios que discute el proyecto.
Vargas propuso la semana pasada que dicha subpartida por ¢1050 sea redireccionada para fortalecer el Programa de Política Comercial Exterior del Ministerio. Sin embargo, la moción solo tuvo apoyo de Ottón Solís, diputado del oficialista Partido Acción Ciudadana, por lo que no fue aprobada.
En un comunicado, Cinde alegó que los fondos que se le giran son utilizados para “el apoyo de su gestión de atracción de inversión extranjera directa (IED) y generación de empleos de calidad en el país”, por lo que ese recorte “afectaría directamente la cobertura de los proyectos desarrollados por Cinde y por ende los resultados buscados”.
BENEFICIO
En el plenario, el jefe de fracción del Movimiento Libertario, Otto Guevara, defendió la financiación para Cinde, con el argumento de que esta es una institución apolítica, que beneficia al país, al promover la inversión extranjera y la creación de empleos.
“Otto Guevara dice que Cinde es apolítica, pero lo que hay que ver es quiénes están detrás”, refutó Edgardo Araya. En su opinión, el organismo representa a la elite económica del país y se le da un presupuesto millonario cuando hay problemas de déficit y las instituciones se están quedando sin recursos. Si es para atraer inversiones, para eso está el Comex, indicó.
Araya citó el libro de la periodista estadounidense Martha Honey, y el informe del inspector general de la AID, donde se reveló el manejo que se dio a fondos de la AID, para beneficiar al sector económicamente más poderoso del país entre 1982 y 1987, cuando el representante de la agencia estadounidense era Daniel Chaij y se fundó Cinde con recursos de esa entidad.
En referencia a la creación de este ente, el inspector Beckington anotó que “me merece especial preocupación un plan de pagos de salarios utilizado por Cinde, que virtualmente permitió a todos sus altos funcionarios la evasión de impuestos costarricenses”.