Los negociadores del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) han insistido en que sin un tratado de libre comercio para 2007, cuando venzan la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC) y la CBTPA sobre textiles (Caribean Basin Trade Partnership Act) nuestras exportaciones a Estados Unidos disminuirán dramáticamente y se perderán miles de empleos.
Sin embargo, el estudio «El TLC y el empleo en Costa Rica», elaborado por Mauricio Castro y Juliana Martínez para la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) cuestiona este tipo de aseveraciones y más bien insiste en que la producción para el mercado interno no mejorará con el Tratado de Libre Comercio, y en varios sectores caerá dramáticamente en el corto o mediano plazo.
También analizaron el documento representantes del sector empresarial del país, que refutan sus críticas. Por su parte, el Ministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, considera que los investigadores están errados en sus apreciaciones, pues su análisis es exclusivo de empleos directos y no tomaron en cuenta la cantidad de trabajos indirectos que produce el acuerdo comercial. «El estudio que realizó COMEX es más integral y técnico», dijo. (Prensa Libre 30/04/04).
Los investigadores citan datos del informe de COMEX, «El Empleo en el Sector Exportador», de setiembre de 1998, donde se informa que las empresas que dirigen su producción a la exportación emplean, de forma directa a 359.282 personas.
Además, según COMEX, actualmente el sector exportador genera 500.000 empleos directos e indirectos, es decir, un 30% de la población ocupada. Pero ¿todo el empleo del sector exportador está ligado a EE.UU.?, preguntan Castro y Martínez, y acaso ¿todas las exportaciones a EE.UU. dependen de la vigencia del TLC?
NO TODO VA A EE.UU.
«Las exportaciones a EE.UU. solo tienen que ver con una parte de esos empleos. Del 100% de las exportaciones costarricenses, un 47% no está dirigida a EE.UU., sino a Canadá, México, Centro y Suramérica, Unión Europea y Asia fundamentalmente», señala el documento.
Marco Vinicio Ruiz, coordinador del Consejo Empresarial para las Negociaciones con EE.UU. (CONCAUSA) es uno de los que avala las cifras de COMEX y -consultado por UNIVERSIDAD- opinó que ha visto cierta manipulación de los números por parte de la ANEP.
Agregó que el estudio sólo se enfoca en acceso a mercados, dejando por fuera las salvaguardias, las normas técnicas y toda la seguridad de un marco jurídico para las inversiones.
Según el documento, el 53% que Costa Rica exporta a EE.UU. se rige por dos regímenes de exportación: la ICC y la CBTPA; y otra parte se exporta con cero aranceles o con aranceles muy bajos por el proceso de desgravación que EE.UU. ha desarrollado durante muchos años y que aplica a la gran mayoría de países con quienes comercia. Si ese país decidiera aumentar los aranceles para esos productos, ese aumento se aplicaría al resto de los países, se indica.
Al respecto Marco Vinicio Ruiz indicó que es cierto, que si EE.UU. modifica este arancel, lo haría con todo el mundo; pero lo único que respetaría dicho país serían los acuerdos fijados en los TLC. «Tiene que respetar los acuerdos comerciales firmados; hace pocos días, por ejemplo, República Dominicana aumentó sus aranceles a todo el mundo excepto a los países con los que tiene acuerdos», puntualizó.
LA BENDITA ICC
El 11% de nuestras exportaciones depende de la ICC; pero según los investigadores este régimen no vence sino que es una ley de EE.UU. con plazo indefinido. Es decir, las posibilidades de que la eliminen son las mismas de que deroguen el TLC después de firmado, o que se le introduzcan mecanismos que pongan restricciones y hasta suspensiones del intercambio comercial, como ya ha sucedido en ocasiones, y no solo por razones sanitarias, fitosanitarias o de seguridad nacional.
Existe la posibilidad de que EE.UU. excluya a un país de la ICC -admiten- pero este solo lo han aplicado para países como Cuba y es prácticamente imposible en el caso de Costa Rica, porque los principales productos exportados a EE.UU. por medio de la ICC son piña y melón, cultivados por grandes empresas estadounidenses ubicadas en Costa Rica, aunque también lo hacen productores nacionales; productos que EE.UU. no elabora como yuca y malanga; o los que aunque EE.UU. produce, no son autosuficientes, como el concentrado de jugo de naranja.
El representante del sector empresarial dijo que aunque esto es cierto, las empresas estadounidenses se pueden trasladar a otros países y también hay otras que se benefician de la ICC y no son de ese país.
¿Y LOS TEXTILES?
En el sector textil costarricense trabajan aproximadamente 20 mil personas. Este sector asegura y mejora el régimen actual de exportación por medio del TLC, según afirmaron. Esto sin embargo permitirá mantener las condiciones de trabajo precarizadas y en muchos casos inhumanas, al menos por unos pocos años. En efecto, la crisis en el sector de maquila es inminente, pues tiene dos plazos fatales. Uno es el vencimiento de la CBTPA el 30 de setiembre de 2008, o antes si entra en vigencia el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El otro es 2005, cuando las maquiladoras de la República Popular de China entrarán a competir por medio del sistema de la Organización Mundial de Comercio (OMC) «sin cuotas y con salarios infrahumanos con los cuales jamás podremos competir», informa el estudio.
«Esto no es culpa del TLC pero tampoco puede ser resuelto por el Tratado».
Asimismo, el documento recuerda que el TLC no es un tratado en EE.UU. sino un «agreement» o «executive-legislative act», con rango inferior al de la Constitución norteamericana y las leyes federales de ese país; por lo que puede modificarse por leyes emitidas posteriormente. «Por eso el TLC no da muchas garantías, ni mayores de las que otorga la ICC».
Ruiz reconoció que el acuerdo no tiene la misma jerarquía en EE.UU., pero eso no significa que ese país no lo tenga que cumplir. El tema es qué pasaría si EE.UU. incumple, dijo, porque hay una Convención de Viena que regula los tratados internacionales.
Asimismo, señaló que le parece un análisis pobre decir que un 30% del empleo está en el sector exportador y un 70% no está ligado a la exportación. «Ese 70% no tiene que ver directamente con empleos, pero el sector exportador implica la venta de insumos en el país, gente con ingresos que pide préstamos para una casa, que va a los restaurantes, que compra y mueve la economía». De acuerdo con el empresario el tema no es cuántos empleos trae o no el TLC, sino «cuántos debería crear nuestra economía y cómo resolvemos eso en el TLC».
EMPLEOS DIRECTOS AMENAZADOS
De acuerdo con el estudio preparado para la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) los sectores llamados a contraerse dramáticamente incluyen a los que el gobierno muestra como «ganadores» de la negociación porque ganaron tiempo para su defunción. En el país hay:
-37.513 productores de ganado bovino, de los cuales el 82% son pequeños (menos de 50 cabezas de ganado).
-12.457 productores de ganado porcino, de los cuales el 85% son pequeños (10 cerdos).
-20.001 productores de aves, de los cuales, el 98% son pequeños (menos de 100 aves).
-4.000 productores de aceite.
En la producción de granos básicos, que incluye también productos como los frijoles, existe un empleo de 14.588 personas. También se verían afectados los de la industria farmacéutica, que por la regulación del TLC en materia de propiedad intelectual y producción de medicamentos genéricos perderán la posibilidad de mantenerse en el mercado interno, fundamentalmente con la Caja Costarricense del Seguro Social.
Fuente: Información del Ministerio de Agricultura y Ganadería y de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, 2003.