El presidente ejecutivo del ICE, Eduardo Doryan, rechaza cualquier posibilidad de que Radiográfica Costarricense pase a manos privadas.

Brindar servicios con un sentido solidario es una condición no negociable para el ICE y para cualquiera que participe en el mercado de la electricidad, pues estamos en una sociedad solidaria, en donde la electricidad tiene que llegar a todo lado y debemos encontrar los mecanismos para que así se haga, afirma Eduardo Doryan Garrón, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad.

En una entrevista con este Semanario, el pasado 22 de junio, el nuevo jerarca del ICE no quiso ahondar sobre el nuevo proyecto de ley general de electricidad que prepara el Gobierno, aunque sí detalló que “hay un proceso de reflexión y de pensamiento, de tal manera que se cumpla la visión estratégica de proveer energía renovable, tanto a la presente como a las futuras generaciones”.

A continuación un resumen de sus respuestas a los temas que se le plantearon.

¿Está trabajando el Gobierno en otro proyecto sobre energía eléctrica?

-Tal y como lo ha manifestado el propio ministro rector,Teófilo de la Torre, se está evaluando, repensando y trabajando en un proyecto de energía por parte de la nueva Administración y en el momento en que esté listo se dará a conocer a la opinión pública.

¿Cuándo calculan que estaría listo?

-Tan pronto como sea posible. La fecha es tarea que le corresponde fijarla al ministro rector del MINAET (Ambiente, Energía y Telecomunicaciones).

¿Cuáles serían las diferencias con el último en discusión?

-Cuando esté el texto listo del proyecto entonces las conversamos, porque si ya estuviera, las comentaría con todo gusto.

¿Hay diferencias sustanciales entre uno y otro?

-Hay un proceso de reflexión y de pensamiento, de tal manera que se cumpla la visión estratégica de proveer energía renovable, a la presente y sin duda a las futuras generaciones. Ese es el centro de la visión que tiene el proyecto: la capacidad de la sociedad costarricense de que en materia de electricidad, la huella que dejemos en el planeta en materia de carbono, pueda ser la más limpia e incluso revertir procesos anteriores. Este es un objetivo estratégico central y sobre esto se están construyendo las otras partes del proyecto.

¿Qué aspecto no le pareció a esta Administración respecto del proyecto que ya estaba planteado?

-Hay una parte importante, que tal vez nos planteamos la gente que estamos ahora –tanto don Teófilo como mi persona- y que hemos estado muchos años en diversos puestos, y es cómo hacer operacional un proyecto que puede ser perfecto en el papel,  pero imposible de implementar en la práctica, y que no toma en cuenta un conjunto de matices de lo que es la realidad misma de cada una de las instituciones y lo que es la industria. Estamos haciendo un balance, para ver si cumple con las condiciones que debe tener un proyecto de ley, de implementabilidad, de estar con los pies puestos sobre la tierra, y si efectivamente cumple con el propósito que está estipulado en sus objetivos retóricos iniciales.

¿Comparte el hecho de que en el pacto de gobernabilidad entre el Gobierno y el Movimiento Libertario se incluyera la tramitación del proyecto de ley general de electricidad?

-Como parte del funcionamiento de los parlamentos en una democracia, se ha podido  ver cómo los partidos hacen esfuerzos por ponerse de acuerdo en algunos proyectos; entonces, esto es parte de la dinámica natural de un parlamento en democracia.

¿Es de suponer entonces, que considera legítimo el derecho del exministro de la presidencia, Rodrigo Arias, de visitar a la presidenta Laura Chinchilla, para presionar por la aprobación del proyecto de apertura del sector energía?

-Mi opinión es que a los presidentes, y en este caso a la señora presidenta (Laura Chinchilla), nadie le hace presión. Ella es una mujer muy capaz, con su propia posición; así que el uso de la palabra presión me parece que no corresponde a la investidura que tiene, a su sólida posición, a su temple, a su experiencia, y al 47% de los votos que respaldan su gestión en la Casa Presidencial.

Presiones siempre hay. Que ella las acepte es otra cosa.

-Lo que estaba implícito y así entendí su pregunta, es que ella estaba asumiendo esa presión. Obviamente en la sociedad costarricense todo el mundo ejerce su derecho a hablar, ¡y qué dicha!, incluyendo los exministros. Ella escucha y toma sus propias decisiones.

¿Está de acuerdo con la apertura comercial del sector eléctrico?

-Primero hay que aclarar una cosa: el sector eléctrico lleva muchos años de apertura y hay dos leyes de cogeneración privada. El ICE tiene una larga experiencia en materia de operadores y generadores que no son públicos. Tenemos frente a nosotros retos mayúsculos, en donde la función esencial es tener un ICE que pueda ser garante de que no habrá racionamiento, un ICE que tiene un gran conocimiento en lo hidrológico, geológico, y experiencia de planificación, en cuanto a cuáles obras deben ser construidas en los próximos 20 años por el país, y que puedan estar otros actores nacionales supliendo, porque aquí estamos hablando de cifras que el país nunca ha invertido masivamente. Estamos hablando de casi $9.000 millones, solo para el 2021.

Con las reformas que se plantean, ¿podría el ICE seguir dando al usuario un servicio solidario?

-Esa es una condición sine qua non, o sea, no negociable. No solo del ICE, sino de cualquiera que participe en el mercado de la electricidad. Estamos en una sociedad solidaria, en donde la electricidad tiene que llegar a todo lado y por eso debemos encontrar los mecanismos para que así se haga.

Usted como presidente ejecutivo del ICE ¿entregaría por $7 millones las frecuencias del espectro radioeléctrico que poseía la institución?

-Lo que entiendo -en torno a esa construcción que usted está haciendo- es que lo cobrado por el ICE  es para limpiar la subbanda del espectro de 850 megahertz, y el costo de esa limpieza y de la transferencia a usuarios de diversas tecnologías que estaban allí, dieron un costo cercano a los $7 millones. Eso es lo que el ICE cobró por haber limpiado esa banda. Se hizo un estudio de costos –de cuánto costaba limpiar esa banda- y en ese momento es lo que se cobró.

El ICE cobró $7 millones por limpiar esa banda. ¿Entonces no cobró nada por el costo comercial de las frecuencias?

-Eso era lo que había que hacer. Esa era la banda que había que limpiar.

¿Considera que el tema del espectro radioeléctrico debe manejarlo el Consejo Directivo del ICE como confidencial en sus actas?

-Creo que la Sala IV ya lo definió: lo que no es confidencial, es información pública. La informacilón que podría afectar al ICE frente a la competencia, éste la puede resguardar. Incluso ya distintos órganos tienen expedientes separados y confidenciales, no solo la SUTEL (Superintendencia de Telecomunicaciones), sino que entiendo que la propia Contraloría General de la República, porque entienden que un ICE en competencia tiene elementos muy diferentes de como era antes. En algunas de esas actas se hablaba de la estrategia de cómo utilizar comercialmente determinados aspectos del espectro. Lo que no voy a permitir es que no se entregue información que es claramente pública, poniéndole la cobija de que es secreto comercial.

La Constitución Política también establece que el espectro radioeléctrico es un bien público y valioso. ¿No tiene derecho el público a saber cómo se está utilizando este bien?

-El espectro es público en un aspecto. El uso comercial que le va a dar una determinada empresa, qué tipo de telefonía va a utilizar en tal banda, con qué número de usuarios pretendería competir en determinada banda, eso entra en la parte comercial, y estoy absolutamente seguro de que es clara y obvia esta explicación para cualquier persona que está en el negocio. Una cosa es la información pública sobre el espectro y otra cómo va a darle uso una empresa a ese espectro.

¿Estima necesario poner en práctica algún tipo de movilidad laboral en la institución?

-El ICE tiene una población laboral muy calificada y que debe estar en un proceso constante de reentrenamiento, de capacitación, y quizás a algunas personas haya que pasarlas de un sector a otro, para fortalecer al ICE en apertura, especialmente en un contacto cada vez más cercano con nuestros clientes. En ese sentido, más bien veo una necesidad de ese reentrenamiento, para que nuestros funcionarios tengan una actitud de alta seguridad para enfrentar la competencia, que todos estemos alertas, totalmente despabilados frente a ella.

Esa actitud de la que usted habla, ¿era escasa en el personal cuando usted llegó a la presidencia del ICE?

-Esta es una carrera de constante aceleración, no de velocidad constante. Entonces, lo que hemos hecho es presionar el acelerador y lo vamos a seguir haciendo, porque aquí el que pestañea, pierde. Tenemos que acelerar cada vez más nuestra capacidad de autotransformarnos y de dar un servicio más amplio en cobertura, calidad, atención al cliente.  Esto es un reto inmenso para una institución que por muchos años recibía a los clientes y no los buscaba; era más bien introvertida y no extrovertida.

¿Para el ejercicio de su cargo ¿cree que sea necesario en algún momento desplazarse en helicóptero u otro vehículo especial?

-Lo que puedo asegurar es lo siguiente: si las necesidades del trabajo demandan desplazarse en el vehículo que sea necesario, porque eso es estrictamente necesario para el trabajo, no cierro la posibilidad de tener en algún momento que utilizarlo, para cumplir las funciones de mi cargo. Así que este no es un tema que debe verse fuera del contexto del trabajo, y por supuesto que me opongo a utilizar cualquiera de esos vehículos, para cosas que no sean específicas del trabajo.

En el proceso actual de apertura de la telefonía celular, ¿cuál es el mayor peligro que usted visualiza para el ICE?

-El de caminar y no correr, creer que va a ser sencilla la competencia, creer que nuestros clientes tienen una fidelidad casi religiosa hacia el ICE y que no tenemos que ganárnoslos todos los días. En realidad el mayor riesgo está dentro de nuestras propias cabezas y por eso es necesario ese cambio de actitud, para entender que hay que ir a ganarse los clientes y darles el mejor trato. Esto incluye repensar un ICE donde los procesos de principio a fin en cada cosa, lleguen a buen término y que nadie pase la responsabilidad a otros, sino que ésta sea compartida, hasta lograr el objetivo final en cada uno de los procesos. Este objetivo final debe estar jalado por el cliente, por las ventas, no estar simplemente basado en las plataformas –aunque sean muy buenas -, sino en ver cómo estas se ponen muy rápido al servicio del cliente.

¿Está conforme con la estructura organizacional que dejó la anterior administración?

-Lo pongo de otra manera: no estoy conforme aún con la estructura organizacional que tenemos para enfrentar a la competencia.  Creo que tenemos que dar  un salto con garrocha, tipo olimpiadas, para saltar la valla de nuestra relativa debilidad en materia de ventas.
Tenemos que poner una gigantesca atención en ventas, estar pegados al cliente; el cliente jalando a toda la organización. Esta es una tarea que tenemos por delante y sobre la cual aún no estoy satisfecho. Pienso que en el ICE nadie debe estar satisfecho nunca con esta tarea; en el momento en que nos demos por satisfechos y seamos complacientes, estaríamos sacando el pie del acelerador, lo cual no se vale.

¿Cuál es la situación financiera actual?

-Es una situación sólida y robusta, en donde incluso tenemos una caracterización triple A para nuestros bonos en el mercado nacional; así que tenemos un ICE con –todavía- muy bajo nivel de apalancamiento, de endeudamiento, lo que permite entonces invertir. Es una situación que indica que logró sortearse el periodo de la recesión del 2009 sin que fuera noqueada. Pero por supuesto que esto es un blanco móvil: no hay que pestañear.

¿Son sostenibles para las finanzas las actuales tarifas telefónicas y eléctricas?

-Esto hay que verlo de otra manera. Yo diría que desde el punto de vista de la industria eléctrica y de telecomunicaciones, en ambos mercados hay que hacer un ejercicio nacional, y esto no solo tiene que ver el ICE, sino con otros operadores.
Hay que darle vuelta a ver cuál va a ser la estructura tarifaria que vamos a tener hacia el futuro. Este es un tema importante. En el caso de telecomunicaciones, en los últimos seis años no ha habido aumentos. En mensajes de texto tenemos quizás una de las tarifas más bajas de todo el planeta.
¿Cómo ha logrado el ICE mantenerse sólido?: aumentando la cobertura, los clientes, posicionándose mejor en el mercado, por volumen, que es la lógica respuesta a esa situación. Como Estado, como país, como industrias –tanto el sector telecomunicaciones como el de energía- sí es un momento para pensar cuál va a ser la forma de estructurar las tarifas, cuáles serán los ajustes, y esto tiene un efecto en todos los operadores. 

Relacionado con las tarifas, ¿está dentro de sus planes mejorar la relación entre el ICE y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP), deteriorada en los últimos años?

-Ya hemos tratado de hacerlo. Visité tanto la SUTEL como la ARESEP antes de entrar a este cargo, y hemos procurado tener las mejores relaciones, mecanismos de comunicación más fluidos. En esto, como en cualquier cosa, puede haber momentos de discrepancia o de acuerdo. Lo que no querría –en absoluto- es que esos altibajos sean tema de disputa mediática, sino de arremangarse las mangas y trabajar juntos para resolver los problemas.

Aparentemente existe una situación de ilegalidad en la conformación del Consejo Directivo. ¿Buscará corregir esta situación?

-Según me han dicho los abogados, la Junta Directiva se formó sobre la base de la ley vigente en aquel entonces. Cuando se nombraron a los directores no existía la nueva legislación; entonces siguen con las reglas de la legislación con la cual fueron nombradas las personas. Aquellas personas que renunciaron,  son sustituidas con el mismo marco jurídico del anterior. Cuando esos nombramientos fenezcan, tendríamos que aplicar el transitorio de la ley nueva, que fija las nuevas reglas del juego y del tipo de profesión que debe tener quien sea nombrado.

¿Es partidario de que Radiográfica Costarricense (RACSA) deje de ser una empresa del ICE?
 
-Soy 100% partidario de que RACSA no debe dejar de ser una empresa del ICE. Por el contrario: RACSA debe permanecer siendo parte del Grupo ICE. Es un activo muy importante para el Grupo ICE; y un activo muy importante para el país.
Ese activo debe permanecer público, con el 100% de sus acciones en propiedad del ICE. Estamos trabajando en un planteamiento innovador, para que RACSA tenga un relanzamiento, para que pueda llegar al máximo de sus capacidades, complementando las fortalezas del ICE y potenciando al máximo –de una manera innovadora- lo que RACSA puede hacer para que podamos funcionar y maximizar el rol de ambas instituciones.

¿Cuáles serán sus relaciones con los sindicatos de la institución para los próximos cuatro años?

-Espero que sea una relación franca, abierta, que coincidamos en muchas cosas y en lo que haya que disentir, se disienta. Siempre espero que haya un  diálogo con los sindicatos y si hay acuerdos del 100% mejor; si no los hay, eso es parte de la dinámica de una institución, en donde a veces no se coincide en todo.
Quiero compartir con los sindicatos la estrategia que tenemos para el ICE, los planes hacia delante, y que podamos tener una relación muy franca en ese y otros temas, con mucha transparencia en los temas que les competen a ellos y al ICE.

Cualquier denuncia será investigada

Cualquier anomalía en el ICE será investigada, aseguró el presidente ejecutivo, Eduardo Doryan, cuando se le preguntó  si piensa realizar indagaciones sobre las denuncias que han presentado los sindicatos, sobre compra y alquileres de edificios, y proyectos que aparentemente presentan irregularidades administrativas.
El jerarca del ICE comentó que “los sindicatos ya me han dicho que algunas de esas cosas ya las plantearon al Ministerio Público o a la Contraloría General. ¡Enhorabuena! Cualquier denuncia que me llegue directamente a mí, le daré trámite con la auditoría que corresponda”.
 Sobre la denuncia de alquileres y compras irregulares de edificios, expresó que “en los últimos días y en las próximas semanas, se desocuparán once edificios alquilados. El ICE está poniendo prácticamente a la mayor parte de su personal de telecomunicaciones en un nuevo inmueble, en un trabajo conjunto con el Banco de Costa Rica y el Popular. Desde que entré, cualquier cosa que me pareció que no debía darse, se la pasé a la Auditoría o se hicieron investigaciones; algunos contratos se rescindieron y esta presidencia ejecutiva no va a hacer más contratos”.
Doryan advirtió que “los contratos y convenios deben estar ligados estrictamente a las necesidades de ampliar el negocio del ICE y para ello las responsabilidades estarán en los subgerentes a cargo de las áreas. Se están revisando todos los contratos que no deberían haber sido hechos desde la presidencia ejecutiva, sino desde cada una de las áreas donde hay todo un aparataje, precisamente para poder saber  qué cosas son útiles para avanzar en la agenda de energía y telecomunicaciones”.