La Caja Costarricense de Seguro Social se convirtió en uno de los ejes centrales de la propuesta de los partidos políticos, en el tema social durante esta campaña. (Foto: archivo)
Expediente electrónico y refuerzo en la atención primaria son parte de las propuestas que se repiten en los programas de cinco partidos.
La crisis de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que se destapó durante la presente administración y el aumento en problemas como las listas de espera para cirugías, hicieron de la seguridad social uno de los puntos centrales en las propuestas de gobierno de cinco candidatos a la presidencia.
UNIVERSIDAD realizó una revisión de los programas de gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC), Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC), Movimiento Libertario (ML) y Frente Amplio (ML), para detallar sus principales propuestas para el sector social.
Eliminación de la pobreza extrema, acceso a vivienda, atención a poblaciones vulnerables, pensiones y el sistema de salud con la CCSS como centro, son parte de los temas abordados por estos partidos en sus documentos programáticos.
En los aspectos mencionados, nuevamente los partidos dejan en evidencia que parten de un diagnóstico muy similar de la realidad nacional, por lo que muchas de las medidas por tomar en lo social se repiten de un programa a otro, aunque con distintos enfoques.
ATENCIÓN A LA CCSS
En la revisión de los programas de gobierno del PAC, PUSC, FA, ML y PLN, se hace evidente una mayor preocupación por atender los problemas de la CCSS, luego de que entre el 2011 y 2012 se destapara una crisis en la que se anunció que la institución no tenía los recursos suficientes para afrontar el gasto presupuestado.
Para Juliana Martínez, quien integró una comisión para analizar las salidas a la crisis de la Caja, en los programas de gobierno se debe observar que hay “varios tipos de seguridad social” propuestas, según el tipo de acceso, prestación de servicio y equidad que se plantea.
Martínez considera que el ML y el PLN plantean reorganizaciones importantes en la CCSS, mientras que las propuestas del PAC y FA es más de “ordenar la casa”, y el PUSC se centra más en el modelo de atención, que en el modelo de gestión.
En el caso del manejo político, el Frente Amplio también tiene como uno de los ejes centrales −en la atención de la CCSS− la despolitización de su Junta Directiva y eliminar la Presidencia Ejecutiva para reemplazarla por una Gerencia General, mientras que el nombramiento de los otros gerentes se realizaría por concurso.
El Movimiento Libertario propone lo mismo, pero con la diferencia de que el gerente general no sería nombrado directamente por la Junta Directiva como propone el FA, sino que saldría de una “terna” seleccionada mediante concurso público por una firma especializada externa a la CCSS.
El PLN no habla en su programa de gobierno de modificar la Junta Directiva o la Presidencia Ejecutiva de la CCSS, sino que propone profundizar el proceso de descentralización de la institución y nombrar un gerente general para cada una de las tres regiones en que se dividiría el país.
El PAC plantea cambios en el nombramiento de los integrantes de los gerentes y la Junta Directiva, mientras que el PUSC no menciona cambios en la actual estructura jerárquica de la institución.
Para Martínez, la propuesta del ML se sale de lo planteado por los otros partidos, al insistir en una mayor participación privada en la utilización de los recursos de la CCSS, lo que en su criterio no se puede calificar como una estrategia de “libre mercado”, sino de una utilización privada de los recursos públicos.
En este aspecto, el ML propone que como parte de su estrategia para reducir las listas de espera, la CCSS contrate servicios privados para los diagnósticos y cirugías, así como “tercerizar” los servicios de cocina, limpieza, seguridad y lavandería, entre otros.
La otra cara de la moneda la ofrece el Frente Amplio, que propone una prohibición gradual para que los empleados de la CCSS no puedan ejercer o vincularse en negocios privados, mientras que el PAC plantea la penalización de los “biombos”.
Otro aspecto en el que todas las propuestas coinciden es en la necesidad de fortalecer los primeros niveles de atención, por medio de los Equipos Básicos de Atención en Salud (Ebáis) y Centros de Atención Integral en Salud (CAIS), en el caso específico del PLN.
Martínez considera necesario y positivo el fortalecimiento del primer nivel atención, pero no le parece sano que este fortalecimiento pretenda ser el “desahogo” de los siguientes niveles, y por ende de las listas de espera.
“Si se “medicaliza” el primer nivel de atención no funciona bien. Si estás viendo que en el primer nivel se atiendan las especialidades, no va a funcionar. La solución a las listas de espera no es llevarte el tercer nivel a la puerta la casa”, afirmó Martínez.
La experta reclama de los programas una ausencia importante en temas de medicina preventiva y estilos de vida saludable, que son mencionados fugazmente en los documentos con algunas propuestas concretas.
Aquí el Frente Amplio plantea un impuesto a las comidas chatarra, bebidas gaseosas y alimentos altos en azúcar, mientras que los otros partidos apuestan por campañas preventivas y fortalecer la rectoría del Ministerio de Salud.
Partidos como el ML y el PLN apuestan por una mayor desconcentración en la CCSS, en tanto que las otras propuestas están más enfocadas en ordenar y tratar de articular más entre las diferentes instancias de la CCSS.
En general, todos los partidos mencionan la necesidad de que el Estado atienda su deuda con la CCSS; el PAC y el FA instan a que las deudas con la Caja no prescriban, mientras que el ML señala que se debe ampliar la base de contribuyentes y asegurar a los inmigrantes.
Los partidos concuerdan totalmente en la necesidad de implementar el sistema de expediente electrónico, para ordenar la gestión de la institución y la atención de los pacientes, mientras que el ML amplía con una propuesta de gestión de citas por teléfono e Internet.
Respecto al tema del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), todos los partidos ven la necesidad de tener mayor claridad de la situación real del régimen, para tomar medidas correctivas; en la propuesta Libertaria se promueve una modificación para que el IVM tenga un componente de “capitalización individual”, donde la mayor parte del aporte del trabajador iría directamente a una cuenta propia, y otro porcentaje aporta al régimen no contributivo.
EXPEDIENTE ÚNICO
Acerca de los programas sociales, todos los partidos comparten la necesidad de unificar las listas en la que se encuentra más de un millón de personas beneficiarias de los programas de asistencia social, con el fin de hacer más eficiente la gestión de estos recursos.
En general existe la meta de los candidatos a la presidencia de acabar con la pobreza extrema, que alcanza a cerca de 330.000 personas, para lo cual el PLN pretende crear un Ministerio de Desarrollo Social, que se monte sobre la base del IMAS e integre a otras instituciones del sector social.
La reciente propuesta del partido oficialista, de brindar un subsidio mensual de ¢20.000 a las personas en pobreza extrema, no aparece escrita en su programa de gobierno.
El Frente Amplio planea declarar la pobreza extrema como “emergencia nacional”; asegura que atenderá y atacará el clientelismo en los programas sociales y promete fortalecer la organización de las comunidades, para vincular el asistencialismo con programas de generación de empleo y emprendimientos.
Por su parte, el PAC se inclina por fortalecer la rectoría del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para garantizar que se giren todos los recursos dispuestos en el Fondo de Asignaciones Familiares, así como instalar centros educativos de primera calidad en las zonas donde se concentra más la pobreza.
El programa de la Unidad Social Cristiana señala que la principal estrategia para la reducción de la pobreza es el apostar por el crecimiento económico, la generación de empleo y la mejora de los programas sociales; utilizaría para ello la tributación, el gasto público y ampliar el acceso a los medios de producción, como formas de distribuir la riqueza.
El ML estima que los recursos que se invierten actualmente en asistencia social, alcanzan para acabar con la pobreza extrema, por lo que impulsaría evaluar los programas, para eliminar gastos duplicados y una mayor coordinación con los entes privados que brindan distintos tipos de ayudas, como las iglesias y los organismos no gubernamentales.