Los diputados deberán pasar por elecciones cantonales y distritales lo cual es interpretado por algunos parlamentarios como un signo de «purificación» de la democracia.
Aunque muchos aseguran que el regreso al sistema cerrado de elección de parlamentarios implicará un retorno al «dedazo» -la escogencia directa de estos representantes por parte de líderes influyentes en los partidos políticos tradicionales-, algunos diputados consideran que no necesariamente será así.
José Miguel Corrales es el legislador liberacionista quien considera que el retorno a ese tipo de escogencia privilegiará a unos pocos y se volverá a una «meritocracia» inconveniente para la democracia del país.
Él fue uno de los que más se opuso a que este sistema se mantuviera en 1993 cuando se celebró una de las convenciones más importantes del Partido Liberación Nacional (PLN).
Para entonces hubo un amplio debate nacional sobre la conveniencia de mantener ese procedimiento y si el nepotismo se había apoderado de las principales instituciones, incluida la Asamblea Legislativa.Luego esa forma de elección se cambió y durante los pasados comicios nacionales la forma de escogencia abierta estuvo presente.
Sin embargo, hace un mes las cosas comenzaron a cambiar radicalmente en la situación de las grandes agrupaciones políticas, pues tanto el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) como el PLN optaron por volver a la escogencia cerrada.
Esto ha dividido las opiniones sobre la conveniencia de utilizar dicho sistema.
«ENCLAVE TECNOLÓGICO»
Para Corrales, esta forma de escogencia lo que busca es no solo montar de nuevo una democracia meritocrática, sino también es una medida necesaria para que los partidos mayoritarios puedan aprobar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica y Estados Unidos.
«El PUSC, Liberación y el precandidato Óscar Arias necesitan pasar el Tratado para comenzar una agresiva reforma y privatizar al Estado», puntualizó el legislador.
Además, dijo que de esta forma se le ha dejado la mesa servida a esas agrupaciones para que nombren al diputado rojiazul Rolando Laclé y así ocupe la presidencia del parlamento, con lo cual se facilitaría el pase de dicho tratado. Este representante negó esa posibilidad en forma contundente.
Corrales también aseveró que se trata de un retroceso muy grave de la democracia participativa, al reforzar el poder de unos cuantos sobre las decisiones políticas y económicas del país.
«Este tipo de decisiones permitirán que nos transformemos en un enclave tecnológico a bajo costo», dijo.
Para el representante, la mejor opción sería establecer un mecanismo en que se prorrateen los gastos de la deuda política con la que se financian las elecciones nacionales. «Es darle oportunidad a personas que no tienen grandes presupuestos».
En contraste, la diputada socialcristiana Gloria Valerín considera que no necesariamente el sistema reinstalado se presta para la manipulación política.
«Soy el más fiel reflejo de que no por haber sido escogida directamente siempre he sido incondicional con el presidente Abel Pacheco. Cuando he tenido que levantar la voz para manifestarme contra algo que no me parece, lo he hecho y han sido varias veces», destacó la legisladora.
De ahí que para ella la elección «a dedo» de un candidato no implica automáticamente «ser mal diputado».
«Claro que los hubo en el pasado y que los va a haber. Pero el mecanismo de consulta popular también se presta para juegos políticos, se puede pervertir fácilmente con el andamiaje actual», manifestó.
La solución es que sean las personas electoras quienes decidan con razonamiento por quién van a votar y así se puede evitar la intromisión de «politiqueros. Si se sabe que lo son: ¿para qué los eligen?», dijo.
Para la diputada también sería una buena idea autorizar la existencia de partidos unipersonales mediante los que se logre democratizar más el sistema político.
«Una frase dice: ‘la libertad nace sin dueño, y ¿quién soy yo para colmarle el sueño’?», recalcó.
«ES CONVENIENTE»
El jefe de la bancada socialcristiana, Federico Vargas consideró conveniente el regreso a un sistema que exija a la persona pasar por un sistema selectivo que incluya elecciones distritales y cantonales.
«Estuve directamente vinculado a la redacción de la reforma que se hizo en la Unidad. Considero que el sistema abierto es el que no permitía volver a las bases, o que los líderes de base participaran de nuevo en una elección democrática», consideró.
Dijo que no estaría de acuerdo en que la reinstaurada forma de selección se aplicara a las asambleas nacionales de su partido porque en ese caso sí se prestaría para posibles manipulaciones políticas.
Rolando Laclé, quien es una de las figuras de larga trayectoria dentro del PUSC estimó que «los nuevos mecanismos de elección son más democráticos y permitirán que los ciudadanos participen más».
«Considero que el sistema actual se ha prestado para que muchas personas lleguen también a una curul luego de haber recibido contribuciones y retribuciones por ¢40 millones o ¢50 millones. Existía más influencia y filtración con la otra forma selectiva. Por ejemplo, cualquier persona podía llevar a sus amigos a votar aunque no pertenecieran al partido», mencionó Laclé.
Consultado si existe una mejor opción que la alternativa existente hasta la fecha, fue enfático al decir que «lo que se aprobó es un modelo mixto el cual garantiza ir a comicios cantonales y distritales garantizando que no solo influye el dinero».
COMPARTE POSICIÓN
«Los partidos no somos el mecanismo absoluto o perfecto para aprobar la democracia, pero ciertamente la vuelta de esta manera de elegir diputados está bien. Ya se tuvo una experiencia de ocho años en que las cosas no funcionaron muy bien», aseguró Luis Ramírez, jefe de los diputados del PLN.
«Liberación necesita consolidarse fortaleciendo sus líderes de arriba. Los de abajo llegarán mediante las distritales», aseveró.
El precandidato verdiblanco Antonio Álvarez cuestionó el regreso al viejo sistema electoral, mientras que el exmandatario Óscar Arias -quien ya anunció su precandidatura- sí está de acuerdo.
