No hay datos concretos de cuántos empresarios del sector turístico enfrentan problemas financieros debido a las deudas contraídas con entidades financieras.
La falta de claridad es debida principalmente a un factor: el orgullo; muchos dueños de locales y establecimientos no aceptan la idea de perder su fuente de ingreso económico, y enfrentarse a la realidad de empezar de cero.
En Monteverde de Puntarenas se conocen al menos hasta diez casos de hoteles y restaurantes que se acogieron al convenio preventivo para frenar los embargos, aunque se presume que al menos otros diez empresarios enfrentan problemas financieros.
Mientras que en la Fortuna de San Carlos el paisaje es desolador, basta con un recorrido por el centro de la comunidad para notar que las cosas no andan bien económicamente entre los principales empresarios.
Restaurantes vacíos, hoteles con amplia desocupación y un sinfín de rótulos de “se vende” o “alquila”, son parte del panorama de una zona en la que lo que hasta hace poco fue su motor económico y orgullo, hoy es su principal dolor de cabeza.
Según los datos de la Asociación para la protección del turismo en Costa Rica (Protur) al menos 50 y 150 pequeños hoteles y restaurantes se enfrentan a los embargos y remates.
No obstante, el Ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, asegura que tras una reunión con representantes del Banco Nacional logró percatarse que de la cartera de turismo, en esa entidad que maneja, al menos en el 70% de los empresarios, para el pasado 2 de agosto, la morosidad de 90 días rondaba el 3%. En otros momentos esa morosidad rondó hasta el 8%.
Por lo que el ministro considera que las entidades financieras han propiciado mejoras para no desincentivar a los empresarios de esa actividad, y agregó: “Yo conozco a una buena parte de estas personas, es gente honesta, trabajadora, familias de la zona donde se ha desarrollado su operación comercial”.
“Solicitamos a los bancos tomar medidas y estos las tomaron para hacer arreglos de pago, extensiones de crédito, eliminación de comisiones comerciales, aplicación de modelos diferentes, readecuaciones de crédito, para estos empresarios, y afortunadamente, la cantidad de personas con morosidad en el crédito en bancos comerciales se controló”, explicó Benavides.
DOMINÓ SOCIAL
El efecto del desaceleramiento de la actividad turística es notorio en barrio Pilo o Valle del Volcán en La Fortuna, un caserío que pululó gracias al turismo, y que se convirtió en el principal centro habitacional de esa comunidad, ahora con el turismo paralizado muestra un escenario estático.
Ese barrio es reflejo del impacto negativo que ha tenido la crisis, ya que la mayoría de habitaciones que anteriormente eran ocupadas por trabajadores del sector turístico ahora permanecen desocupadas.
Así como los habitantes de esta comunidad han desmejorado los ingresos como efecto indirecto del turismo, otros sectores también han sido golpeados en sus bolsillos, principalmente el sector de la construcción, ya que difícilmente los empresarios continúen expandiéndose si no hay certeza de que la situación vaya a mejorar.
La crisis turística que viven principalmente zonas no costeras, provoca que muchos dueños de mipymes deban recurrir a nuevas actividades para mantener a flote a sus familias. En La Fortuna principalmente la ganadería ha sido el punto de fuga de los endeudados empresarios.
No obstante en estas comunidades el índice de desocupación ha aumentado según los datos que maneja Protur. Johnny Guzmán, empresario de Monteverde en Puntarenas, asegura que “uno de los principales problemas es la pérdida de identidad”.
En Monteverde, incluso asegura Guzmán que la crisis afectó al comercio local tanto que la fábrica de quesos de la comunidad pasó a manos extranjeras, según el empresario, como efecto colateral de la baja en el turismo.
En la región Huetar Norte las mipymes aportan hasta el 4% de los empleos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, donde según el Ministro de la Presidencia, las mipymes repuntaron el año anterior en cuanto al otorgamiento de empleos. Para este año representan cerca de 10 mil personas más integradas a las actividades económicas.
