Entrevista Baltazar Garzón: “Los jueces deben estar dispuestos a perder todo por mantener su independencia”

El 6 de octubre de 1998 el nombre del juez español Baltazar Garzón resonó en todo el mundo al lograr el arresto domiciliar en

El 6 de octubre de 1998 el nombre del juez español Baltazar Garzón resonó en todo el mundo al lograr el arresto domiciliar en Londres del exdictador chileno, Augusto Pinochet, aplicando el principio de Jurisdicción Universal.

Desde entonces, Garzón se ha convertido en símbolo de la lucha por los derechos humanos, y sobre todo, de evitar la impunidad en los crímenes cometidos por las dictaduras del Cono Sur en las décadas de 1970 y 1980.

Inhabilitado como juez en su país en 2012 por una jugada de claros tintes políticos, hoy Garzón es asesor en la Corte Internacional de Justicia y se ha unido a nuevas causas como la defensa del fundador de Wikileaks, Julian Assange, para evitar que caiga en manos del poder político estadounidense.

Garzón ofreció a UNIVERSIDAD una entrevista en la Universidad para la Paz el pasado 24 de abril, en la que reflexionó sobre la independencia de los jueces y el estado de los derechos humanos en América Latina y el resto del mundo.

¿Cómo ve hoy a América Latina en lo que respecta a los derechos humanos?

-La lucha por los derechos humanos siempre está por hacer, por mucho que se haga. Si tuviera que emitir un juicio global sobre América Latina tendría que decir que es favorable, aunque hay evidentemente espacios en donde la preocupación por la falta de cumplimento de estándares sobre derechos humanos es evidente. Pero en comparación con otros hemisferios y bloques de países, creo que Latinoamérica no es de los peores sino todo lo contrario, es donde más dinamismo hay en la lucha por los derechos humanos, donde hay más discusiones, donde más empoderamiento se busca para las víctimas, donde hay una Corte Interamericana de Derechos Humanos que es la más avanzada del mundo en la protección de esos estándares. A mí me duele mucho ahora esa afirmación tan gratuita de algunos países europeos que hablan de forma despectiva de Latinoamérica. Si tengo que comparar ahora la situación española, por ejemplo, o italiana o francesa, en relación con América Latina, digo ¿de qué podemos presumir los europeos?

¿Qué lo motivó a buscar justicia en el caso de Augusto Pinochet y la dictadura en Argentina?

-No hubo una motivación específica más allá de que yo inicié la investigación, no del caso Pinochet sino del caso Argentina. Fue después, en el marco del Operativo Cóndor, que era el sistema de traslado y detención de opositores políticos en las diferentes dictaduras del Cono Sur (Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Argentina y Chile). La investigación se extendía a Pinochet y ahí emití la orden de detención. Realmente Argentina y Pinochet fueron casos que cayeron en mi jurisdicción y al estudiarlos, me di cuenta que la aplicación del principio de jurisdicción universal podía extenderse a ese caso y merecía la pena, era mi obligación como juez. Después lo que pasó con la investigación es lo ya conocido. De no haberse iniciado, no habríamos avanzado. Una vez que tuvimos “la gran suerte” de la detención de Pinochet, supuso un punto de inflexión importantísimo para la evolución de la jurisdicción universal.

¿A qué otro régimen o dictadura le hubiese gustado ver ante la justicia?

-No es que me guste, habría hecho lo propio respecto de aquellos que hubiesen llegado a mi jurisdicción. La concepción desde el punto de vista del juez, no es decir que me gusta un objetivo y voy por él. Ahora a lo mejor como activista de Derechos Humanos me gustaría decir que quiero que Al Bashir de Sudán sea sometido a la Justicia porque lo considero un genocida, o que Bashar al-Asad de Siria ya cese el ataque a la población civil y que se le someta a un tribunal de justicia. Como juez tuve los casos que tuve y procuré avanzarlos y desarrollarlos en todos los casos con igualdad de intensidad.

¿Qué condiciones se deben dar para garantizar la verdadera independencia de un juez?

-Primero que los jueces quieran ser independientes y estén dispuestos hasta perderlo todo por mantener su independencia. Eso quiere decir que no estén en disposición de corromperse. Muchas veces la corrupción de la justicia ni siquiera es por presión de otras instancias sino de la propia “autocorrupción”. Siempre hay formas de oponerse a la corrupción.

Una vez establecido esto hay que poner mecanismos que cortocircuiten la incidencia de lo político y económico sobre lo judicial. Mecanismos de designación independientes, controles de calidad eficientes, selección exhaustiva, objetiva, con calidad de méritos perfectamente contrastables, sueldos dignos. Todo esto se tiene que hacer, pero lo principal es la voluntad del propio juez.

¿Le es suficiente al mundo el actual funcionamiento del sistema internacional de justicia?

-Se puede mejorar. Por ejemplo con el hecho del que el Estatuto de Roma fuese ratificado por todos los países del mundo. Eso sería fundamental porque estaríamos hablando que todos los países serían democráticos. Se puede mejorar avanzando el concepto de crímenes económicos y contra la naturaleza como crímenes de lesa humanidad. Se puede ampliar el concepto de jurisdicción universal a aquellos países que no lo tienen reconocido. En definitiva, yo creo que lo que le falta al mundo en ese ámbito de la justicia es que Naciones Unidas de una forma seria y definitiva consiguiera formular un sistema integral en el que los distintos ámbitos quedaran perfectamente engranados, para que no haya impunidad. Eso es muy difícil si hay países que no respetan ni el propio sistema de Naciones Unidas.

En junio, Julian Assange, fundador de Wikileaks, cumplirá dos años asilado en la embajada de Ecuador en Londres. ¿Como su defensor, qué alternativas para su situación?

La alternativa es que se reconozca la vigencia del derecho de asilo, y una vez que se tiene la seguridad de que no va a haber una entrega a Estados Unidos, desarrollar la acción pendiente en Suecia. No tenemos problema en hacer frente a las acusaciones suecas que creemos inconsistentes y que se van a caer en el momento en podamos hablar. El problema es que no podemos hablar porque el fiscal se niega a tomar la declaración.

¿Qué lugares del mundo le preocupan en este momento en el tema de derechos humanos?

-Me preocupa África, me preocupa Centroamérica, Honduras me preocupa mucho. Porque no veo una clara política de defensa de los derechos humanos. Se está anteponiendo la seguridad a cualquier otra incidencia. Las acciones contra campesinos, defensores de derechos humanos, a los que se les considera enemigos y no protectores, contra periodistas, contra todo aquello que significa discrepar del poder político y económico establecido, es peligroso.

¿Usted estuvo como observador en Honduras en las elecciones de noviembre?

-Sí. En ese momento me manifesté y creo que hubo fraude electoral e indicios al menos de que la elección no fue limpia. Así lo consignamos en un informe que próximamente se hará público.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

El decano de la Facultad de Derecho, Alfredo Chirino (al centro) sostuvo un conversatorio con los estudiantes y docentes el pasado 28 de abril.

Contaba apenas los 11 años de edad cuando la Crónica de una muerte anunciada tocó las manos y la imaginación de mis vidas, eran

“Me opongo a la violencia, porque cuando parece causar el bien este sólo es temporal, el mal que causa es permanente”. Mahatma Ghandi Con

4

El lanzamiento del globo se realizó el 20 de abril desde el Museo de los Niños. Los responsables del proyecto calculan que el dispositivo

6

El director de la Unidad de comercio Internacional e Industrial de la Cepal, Jorge Mario Martínez, fue uno de los expositores en el Primer

María del Rocío Sáenz (Foto Katya Alvarado).“De la información que tengo al día de hoy, tengo la impresión que la crisis de la Caja
Semanario Universidad