El rector y vocero contra el TLC continuó su relación con la política a pesar de las críticas, y hoy aspira a que el pueblo escoja dónde se situará su siguiente lucha.
La campaña electoral aún no ha llegado al punto culminante que se definirá el 7 de febrero. No obstante, un candidato presidencial que abogó hasta el último momento por la unión de las fuerzas no tradicionales, muestra que ya hay varias lecciones por aprender.
El también aspirante a una diputación, Eugenio Trejos, aplica la experiencia obtenida en la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC) en el Frente Amplio, partido que por primera vez se lanza a escala nacional.
Este es un extracto de una entrevista concedida a UNIVERSIDAD el 5 de enero.
Usted prometió el año pasado que no se lanzaría como candidato presidencial y aseguró que se quedaría en la rectoría del Instituto Tecnológico de Costa Rica. ¿Qué lo llevó a declinar?
– La realidad varía en forma permanente y la coyuntura política me condujo a incursionar en los temas político-electorales. Comprendí que ninguna autoridad universitaria puede mantenerse al margen de los procesos políticos, sobre todo cuando se desea impulsar modelos de desarrollo alternativos. Mi participación en el movimiento del No al TLC y el deseo imperioso de la unidad de las fuerzas sociales exigió que me mantuviera ligado a estos movimientos y así propuse una coalición en la que se unificaran todas las papeletas.
¿Se sintió llamado para representar al partido Frente Amplio?
– El único partido que hizo una contrapropuesta de mi proposición fue el Frente Amplio, que estaba de acuerdo con una coalición en el nivel de presidente, pero no de diputados.
José Merino (actual legislador de esa agrupación) me dijo que podían apoyar una eventual candidatura mía a una coalición, pero con la condición de que no si no fructificaba me mantuviera al frente, a lo cual accedí porque pensé que se iba a producir la unión, por ello me involucré de lleno. Me postulé por la convicción de que la política es un derecho que la ciudadanía debe recuperar y no puede ser un instrumento de enriquecimiento de camarillas de poder.
¿Cómo afecta al país y al Frente Amplio la ausencia de la coalición?
– Siempre afirmé que difícilmente las fuerzas políticas del movimiento patriótico podrían enfrentar solas la máquina plutocrática del PLN. Podemos aprender lecciones, unidos y unidas somos invencibles. Hemos sembrado el germen de lo que será la futura unidad del movimiento patriótico con las coaliciones que logramos en el nivel cantonal. Los resultados de las elecciones serían más satisfactorios si hubiéramos tenido una unidad, aunque hay que seguir construyendo.
No pierdo la esperanza de que se dé una situación que conduzca a la población indecisa a tomar conciencia de los peligros que vive Costa Rica y que apoyen una de las fuerzas sociales que participamos en la lucha del No al TLC. Si se da ese apoyo, la historia puede cambiar.
Muchos habitantes han expresado que usted no tiene la experiencia suficiente para gobernar y que no es una figura que se impone como otras ¿Cómo demuestra lo contrario?
– La experiencia muchas veces es la acumulación y repetición de errores, como lo han demostrado muchos políticos que hoy nos gobiernan y que presuntamente tienen experiencia. Sin embargo, si hay visión de largo aliento, una actitud honesta y capacidad de tejer lazos de unidad entre distintas fuerzas sociales, la experiencia política, entendida como haber ocupado cargos públicos, puede ser compensada. En mi caso yo soy un gerente social, no solo he recibido formación académica expresa, sino también he ocupado cargos que implican el manejo de diseño de políticas y estrategias de desarrollo institucional y el trabajo fuerte en equipo, lo cual puede servir mucho a una gestión presidencial o legislativa.
Al ser el Frente Amplio un partido de tendencia izquierdista ¿qué estrategias aplicaría en un eventual gobierno suyo?
– El Frente Amplio encaja en la nueva izquierda latinoamericana al estilo Lula Da Silva, Tabaré Vásquez, Evo Morales, Ernesto Kirchner y hasta al propio Barack Obama, que ha sido catalogado en Estados Unidos como de izquierda por plantear una reforma a la seguridad social.
Revertiremos todos los procesos de privatización que sean posibles, denunciaríamos el TLC y de no ser viable por las marañas jurídicas que pueda entrañar, emprenderíamos un diálogo con los países que lo han suscrito para replantear la renegociación, y esto es valedero para todos los tratados suscritos por el país.
Se ha criticado en el presente gobierno la intervención del Poder Ejecutivo en el Legislativo. ¿Si la asamblea continúa así en la próxima administración, como actuaría la fracción del Frente Amplio?
– Hemos sufrido la imposición directa del Gobierno e incluso de intereses foráneos. Como diputados actuaríamos como lo ha hecho Merino, quien ha sido el legislador más coherente en sus planteamientos políticos y un ejemplo. Estoy planteando la doble postulación, el pueblo decidirá dónde quiere que esté en los próximos cuatro años.
¿Si quedara elegido como presidente, cuál sería su primera acción? ¿Y como diputado?
– Velaríamos por una política de creación de empleo decente que abra las posibilidades de un trabajo con seguridad laboral y de protección social, con igualdad de oportunidades y trato para hombres y mujeres. Impulsaríamos una política de protección de salarios mínimos y el mejoramiento de la eficiencia y productividad que garantice un nivel digno.