Costa Rica se juega el chance de convertir deuda interna cara por barata, con el proyecto conocido como “eurobonos”.
Asfixiado por el déficit fiscal y una gigantesca deuda interna que presiona hacia el alza las tasas de interés, el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla ha decidido recurrir al mecanismo de convertir deuda interna por externa, aprovechando las condiciones de inversión que presenta el país y el abaratamiento del crédito en el mercado internacional.
La Comisión Permanente Ordinaria de la Asamblea Legislativa, presidida por el diputado del Partido Liberación Nacional, Víctor Hugo Víquez, con el consenso de representantes de otras agrupaciones, como Acción Ciudadana (PAC), Movimiento Libertario, Unidad Socialcristiana y Accesibilidad Sin Exclusión, ya dio el aval al expediente 18.042, cuya discusión en primer debate estaba prevista para esta semana.
Pese al consenso alcanzado entre las fracciones de los principales partidos políticos representados en el Parlamento, el proyecto “Emisión de títulos valores en el mercado internacional”, conocido como “eurobonos”, es visto con recelo por la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO), y su posible impacto positivo sobre la economía costarricense genera dudas y temores en algunos economistas y especialistas.
La Comisión de Económicos, tras estudiar durante varios meses la iniciativa presidencial, introdujo una serie de variantes al texto, el cual autoriza al Estado la emisión, a un plazo de diez años, de bonos por un equivalente a $4.000 millones. Pero, estas emisiones sólo se podrán lanzar por un máximo de mil millones de dólares al año.
(Ver recuadro “Economista Helio Fallas: El proyecto es un parche al problema fiscal”).
“El Gobierno necesita recursos y restar presión sobre la deuda interna y los intereses que afectan a todos los costarricenses que deben pagar sus deudas; con este proyecto de sustitución de deuda cara por barata, se pretende lograrlo”, dijo la diputada del Partido Acción Ciudadana, Yolanda Acuña.
Datos del Ministerio de Hacienda revelan que al 31 de mayo el monto de la deuda pública del gobierno central equivalía a $11.871 millones.
“Costa Rica tiene la oportunidad ahora de canjear o sustituir deuda interna cara por barata en el mercado internacional. El país presenta la certificación internacional de inversión, la economía y las exportaciones (a pesar del Gobierno) están bien y eso permitirá (al Gobierno) dejar de lado las excusas y tentaciones de nuevos impuestos y así los costarricenses dejarán de pagar intereses tan altos por sus obligaciones crediticias”, explicó a UNIVERSIDAD la diputada libertaria Patricia Pérez, secretaria de la Comisión de Económicos.
Jeannette Ruiz, también legisladora del PAC y quien ha asesorado a su partido en este tema, dijo que el peso de la deuda interna es una enorme carga para la economía costarricense, pues sólo el cumplimiento de las obligaciones por el servicio e intereses consume aproximadamente un 32% del presupuesto nacional.
El panorama no es tan halagador para economistas como Helio Fallas, Aníbal Barquero y Claudio Ansorena.
“Esto no es ningún plan b al proyecto de reforma fiscal; se trata de facilismo político. En vez de entrarle al problema de fondo, lanzan esos bonos y que arree el gobierno al que le toque pagar”, advirtió a UNIVERSIDAD Aníbal Barquero, director del Postgrado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Costa Rica.
“En contra de una sana técnica de finanzas públicas y hasta con implicaciones de legalidad, cabe la posibilidad de que el Poder Ejecutivo -que orienta y gestiona el gasto del gobierno central- continúe la mala práctica de destinar la totalidad o parte de esos recursos a gasto corriente, también denominado ordinario, como salarios, suministros, y transferencias corrientes”, indicó.
A juicio de Barquero, no hay indicios de que el Gobierno quiera frenar lo que llamó “gasto desbocado” en las instituciones públicas, y que a su juicio, es el principal disparador del déficit fiscal.
Barquero, al igual que Fallas, coincidieron sobre el riesgo de que una inundación de dólares en el mercado incida hacia la baja en el tipo de cambio y en una mayor revalorización del colón.
La sustitución de deuda interna por externa además podría incidir en la inflación y en las exportaciones debido al desestímulo que eventualmente provoque en el sector por la baja cambiaria.
“El problema es que el tema fiscal es muy grave y en lugar de sentarse seriamente a buscar una solución frente al gasto desbocado, se ha caído en el facilismo y la complacencia de la oposición parlamentaria, que apoya que se solucione un problema tan serio con la simple emisión de bonos del crédito externo. El problema es la dinámica institucional de gasto creciente, que requiere ser revisada urgentemente y recurrir (al endeudamiento externo) es la idea de los desesperados”, insistió Barquero.
Mientras tanto, el director general de la CADEXCO, Luis Loría, advirtió que el proyecto del gobierno de la presidenta Chinchilla puede representar un “grave golpe” a los pequeños y medianos empresarios, por la inminente caída en el tipo de cambio.
“Existe una preocupación muy seria acerca del impacto que tendrá el proyecto de “eurobonos” sobre la economía costarricense. Quieren vender la idea de los beneficios a corto plazo y que beneficiará la tasa de interés en colones. Pero esto será un beneficio temporal; es una curita, un parche y un remiendo. El gasto sigue creciendo. Las tasas de interés seguramente subirán de nuevo más tarde”, advirtió Loría a UNIVERSIDAD.
Detalló que en Costa Rica el 98% de la producción se origina en las pequeñas y medianas empresas, y “estas serán las más golpeadas”.
“Será su sentencia de muerte, tendrán que cerrar operaciones y despedir trabajadores. El Gobierno y los diputados no podrán decir que no se les advirtió y que no conocían el efecto negativo del proyecto. Lo barato puede salir caro y es grave que no le hayan hablado con claridad a la gente”, alertó.
La diputada Ruiz, así como Pérez, aceptaron que el proyecto de los “eurobonos” podría traer presión sobre la paridad cambiaria, como temen los exportadores; pero, opinaron que le corresponderá al Gobierno y al Banco Central aplicar las correcciones correspondientes.
Más crítico fue el economista Claudio Ansorena, quien consideró “irresponsable” que se hagan cálculos y proyecciones sin tener a mano un modelo económico en donde se pongan a interactuar las distintas variables económicas que gravitan en un proyecto como la emisión de títulos valores en el mercado internacional.
“Hay un montón de bateadores; que me enseñen el modelo desde las autoridades de gobierno, la Asamblea Legislativa o las universidades”, reclamó.
Helio Fallas secundó a Aníbal Barquero al señalar que el gobierno de Chinchilla no tiene un “un plan económico alternativo” y dijo temer que en el caso de los llamados eurobonos “la medicina sea peor que la enfermedad”.
Por su parte, José María Villalta, diputado del Frente Amplio, consideró que el proyecto “podría ser positivo”, porque la conversión de deuda interna en externa puede contribuir a disminuir las tasas de interés, “y darle más aire al Estado costarricense para enfrentar su crítica situación financiera”.
Opinó, además, que en el plenario legislativo habrá que hacer mayor blindaje al proyecto, para que la tramitación en la colocación de los títulos arroje el menor riesgo y costos posibles.
“Si se logra reducir las tasas de interés se beneficia a toda la población y sobre todo a las clases media y baja, los sectores que están más endeudados”, puntualizó.
La diputada Pérez consideró aceptables las preocupaciones de los críticos al proyecto, pero advirtió que en la actualidad no se corren grandes riesgos. “Tenemos un nivel de endeudamiento externo muy bajo (apenas llega a un 8% del total). Se puede aprovechar esta ventaja. Además, la crisis en Europa se convierte en una oportunidad para Costa Rica, un país con seguridad jurídica, con estabilidad política que paga sus deudas y esto podría interesar a capitales con la emisión de títulos”, argumentó
Economista Helio Fallas:
El proyecto es un parche al problema fiscal
El exministro de Planificación, Helio Fallas, advirtió que “el remedio podría ser peor que la enfermedad”, al referirse al impacto que tendrá para la economía costarricense la sustitución de deuda interna por externa.
¿Cuál es el análisis sobre beneficios o riesgos del llamado proyecto de eurobonos y sus implicaciones económicas?
-Son varias e importantes. Primero, el Gobierno no seguirá con tanta fuerza buscando recursos en el país. Esto implicará una baja en las tasas de interés, y los préstamos para vivienda -por ejemplo- saldrán con tasas más favorables. Esto sería un beneficio.
La otra parte, que es muy preocupante, es que inundará de moneda extranjera -seguramente de dólares- el mercado. Esto hará presión sobre el tipo de cambio y lo tirará hacia abajo, en un momento contra todos los pronósticos, que tenemos un tipo de cambio igual al de hace seis años. Se está acercando a la banda inferior de ¢500 por dólar y le vamos a hacer más presión para que baje. Para los exportadores y para el país es una pésima noticia, porque va en contra de las exportaciones, del incentivo para exportar; golpeará económicamente a ese sector.
¿Hay un momento difícil en la economía mundial, como en Europa?
-Se da en un contexto muy complicado, pues parece que puede venirse una nueva recesión, con una economía muy volátil. En esas exportaciones en algún momento ya se va a sentir el efecto y no van a seguir creciendo como ahora.
Si se inunda el mercado de dólares, esto desestimulará las exportaciones. Si alguien quiere exportar más lo pensará un poco, porque la rentabilidad -sobre todo al aumentar acá los precios internos- caerá.
La entrada de esa moneda extranjera es un desestímulo para las exportaciones. Con sólo que se mantenga el tipo de cambio y los precios internos vayan subiendo, eso hace caer la rentabilidad de las inversiones.
CADEXCO plantea que esto podría golpear especialmente a las pequeñas y medianas empresas y podría desencadenar una ola de cierre de puestos de trabajo
-Estoy de acuerdo con ellos, puede ser. ¡Claro!
Los defensores del proyecto en la Asamblea Legislativa dicen que quitará presión sobre los intereses y que el Gobierno deberá además adoptar medidas económicas de contención para neutralizar efectos negativos.
-Sí, pero ¿cuáles? Si ni siquiera hay en este momento un plan económico de activación. Pero hay otro problema. El asunto es que es un financiamiento que busca el Gobierno, dada la brecha entre ingresos y los gastos fiscales. En lo que se refiere a los riesgos, tiene que ver con el comportamiento de la economía internacional. Por ejemplo, ¿qué pasa si las exportaciones se caen? ¿Se viene la crisis de Europa? Este es un factor de riesgo. Se viene un impasse en las inversiones extranjeras, bajas en las exportaciones, se caerían también algunos ingresos de tipo fiscal. Y la demanda del Gobierno se aumentaría. En el fondo lo que significa es que el problemón es para el próximo gobierno, es patear la bola para adelante.
¿Los diputados están de acuerdo?
-Pregunto a los diputados: ¿Ustedes están pateando esto para el próximo gobierno?
No están resolviendo el problema central, que es que el Gobierno tiene un déficit y estamos poniendo un parche que se llama “eurobonos” al problema económico.
Cuando uno se va a endeudar pienso si es un buen negocio, si voy a obtener ingresos futuros que me permitan cumplir con el pago de la amortización.
El Gobierno no ha hecho -ni lo hará- una valoración de cuál es el rédito que esto tiene, al menos en términos financieros. Ahora, habría que hacer un rédito desde el punto de vista social. ¿Qué pasaría si el Gobierno no paga salarios? La que se armaría sería peor… Pero en realidad (el Gobierno) no está solucionando el problema, no tiene los ingresos suficientes ni tampoco está en un plan de racionalizar gastos, de revisar programas que no funcionen. No está haciendo su tarea, sino pateando para el que sigue.
Lo que uno no ve es claridad de hacia dónde va el país. Por eso digo que se trata de un parche y no forma parte de un plan integral destinado a subir ingresos, racionalizar los gastos y posteriormente pensar en impuestos, si no alcanza con los ajustes. Pero nada de eso existe.
“Eurobonos”
– Autorización de emisión: $4.000 millones.
– Límite de $1.000 millones por año durante 4 años.
– Plazo de vencimiento: 10 años.
– Beneficios:
– Alivio en tasa de interés.
– Elimina presión sobre la deuda.
– Sustituye deuda cara por barata.
– Riesgos, según CADEXCO:
– Mayor caída en el tipo de cambio.
– Afectación de exportaciones.
– Golpe a pequeñas y medianas empresas.
– Presión inflacionaria.