Al cumplir el primer mes y medio de su gestión como regulador General, Herman Hess afirmó que cambiará el enfoque de la institución con el fin de exigir mayor calidad en los servicios y el cumplimiento de normas ambientales.
El jefe de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP), Herman Hess, expresó haber manejado rápido y bien la presa de solicitudes de alzas de tarifas que le heredó la administración anterior.
En algunos casos -dijo-, no aprobó aumentos tan altos como los solicitados. En otros, como el de los generadores privados de energía, fijó tarifas a pesar de la oposición que le ejercieron, pues manifestó estar decidido a hacer valer su competencia, hasta tanto las autoridades del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), no decidan iniciar el proceso por lesividad contra los contratos existentes con tales empresas.
De seguido, un resumen de la entrevista con el también economista y profesor de la UCR, el pasado 4 de setiembre.
¿Cuál es su visión del papel que debe cumplir la ARESEP en nuestro país?
-La ARESEP tiene una misión en el área de servicios públicos, que tiene que ver fundamentalmente con entregar servicios públicos de calidad para la mayor parte de la población que sea posible. Es algo que está pasando en todo el mundo. Hay un enfoque un poco «tarifista», contable, y en todo el mundo se está cambiando a un enfoque más integral, en el que se consideran variables de tipo social y ambiental y no solamente consideraciones financieras puras.
Pero, ¿cómo piensa usted aplicar esos cambios de enfoque en la práctica?
-De hecho, ya empezamos con lo que se llama «benchmarking», que es poner objetivos, porque sin ellos no tiene sentido evaluar el progreso que se haga en ningún sentido. Por ejemplo, ya les pedí a los directores que comparen Costa Rica con países de desarrollo relativo inferior, parecido o superior, para ver dónde andan en términos de parámetros de calidad de agua, telecomunicaciones, servicio de transporte de personas.
¿Cuándo comenzará a ver resultados la población?
– Creo que ya el año entrante podríamos empezar a ver resultados. El problema es que hay un marco institucional un poco complicado. Hay áreas grises con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Ellos son los que le dan la bendición a las flotas, y yo pongo tarifas con base en lo que ellos dicen que es el estado de la flota. Entonces, allí pueden presentarse incoherencias. De hecho, ya nos ha sucedido y estamos conversando con el ministro de Transportes, Javier Chávez, quien ha mostrado una apertura muy importante, y me parece que es una persona con una visión muy interesante y nueva del sector transporte, con quien podemos hacer muchos cambios.
¿La población costarricense puede esperar que realmente va a mejorar la calidad del transporte, y de su desempeño ambiental?
– Creo que sí. De hecho así ha sido. Aquí hay audiencias para oposiciones a las tarifas, pero algo que no sabe mucha gente porque a veces la prensa tiende a tener un enfoque amarillista, nada más de las alzas y de ese tipo de cosas, es que aquí viene gente a felicitar empresas en las audiencias. Es muy interesante. De hecho, los mismos autobuseros, a través de sus cámaras, nos han señalado que ellos están contentos con ARESEP. Antes la flota, el servicio, era muy malo, y poco a poco se ha ido actualizando, desde que se implementó la ARESEP.
¿Cree usted que la población está asumiendo su papel de control?
– Creo que sí, en forma limitada. En parte la ARESEP ha tenido un papel negativo en esto, en el sentido de que las audiencias eran en horas laborables, y es muy difícil para la mayoría de la gente venir a las audiencias. Desde que estoy aquí, hace mes y medio, las audiencias las hacemos después de las 5 p.m., y la gente está está llegando.
Usted asumió la ARESEP con un montón de solicitudes de alzas pendientes…
-Ya pasó. Ahora estamos con un ritmo de trabajo normal. Un poquito más de trabajo que el normal por el atraso, pero en realidad ya se ha atendido una parte de eso. No todo eran alzas.
¿Puede poner algunos ejemplos?
-Por ejemplo, las tarifas aeroportuarias bajaron un 30%. Los aumentos que se aprobaron en energía eléctrica y en hidrocarburos fueron bastante moderados, incluso por debajo del aumento de los salarios. Algunas tarifas de buses han subido considerablemente porque tenían casi cinco años de no pedir incremento. Otras se han denegado. Los taxis subieron menos que lo que subió la inflación en un período comparativo. Así es que no todo ha sido alzas.
¿Qué va a pasar con las tarifas que cobran los generadores privados de energía?
-La Contraloría está presionando en el sentido de que la ARESEP fije tarifas, que tiene la potestad para hacerlo. Los generadores privados arguyen que ellos tienen contratos vigentes, que el proceso de evaluación de lesividad que se les sigue por medio del Órgano Director, en el ICE, no echa por tierra los alcances de los contratos hasta que no haya una declaración. Como nunca había hecho anteriormente, el ICE pidió una derogatoria de la fijación de aumento en las tarifas a los generadores privados que hicimos hace 15 días. Pero esa fijación es automática, mientras queden las cosas como están, la ARESEP entra a regir, igual que con las tarifas de RECOPE. Así es que me parece que las objeciones en ese sentido no tienen fundamento. Pero es un problema importante que hay que estudiar con seriedad y con detenimiento, porque si, por ejemplo, uno declara que va a fijar tarifas al margen de lo que dicen los contratos, pues evidentemente habría un reclamo de parte de los generadores privados, que podría generar costos muy considerables.
De todos modos hay una lentitud o reticencia del ICE de hacer caso a lo que la Procuraduría le ha recomendado, que es iniciar el proceso por lesividad…
-Pienso que sí.
Usted proviene del PLN. Se ha denunciado, en la Asamblea Legislativa y en la prensa, que empresas de la familia Figueres son beneficiarias de esos contratos de generación privada. ¿Podemos esperar que usted actuará con firmeza en este caso?
-Definitivamente. Con firmeza, pero también estudiando el caso con detenimiento, para no causar un perjuicio grande al Estado o a los consumidores. Es que la ARESEP tiene que guardar un equilibrio entre los dos grupos.
Las preocupaciones
El Regulador General, Herman Hess, tiene algunas preocupaciones adicionales pendientes. A continuación, un resumen:
* «La ARESEP fija solamente un 20% de los precios de los que se compone el Índice de Precios del Consumidor. Entonces, muchas veces se le achaca el aumento de los precios a la ARESEP. Son precios que tienen un impacto muy considerable, por ser de bienes y servicios que afectan a la mayoría de la población: luz, agua, etcétera. Pero el 80% restante se fija por medio de otros mecanismos. Por ejemplo: la política monetaria del Banco Central, las tasas de interés. Incluso, de las cosas que maneja ARESEP, muchas son automáticas: si varía el precio de los combustibles en el mercado internacional, no hay nada qué hacer. El aumento es directo y casi automático. Es un aspecto que me parece importante señalar.»
* «Hay proyectos tendientes a ampliar los alcances de ARESEP. Por ejemplo, para cubrir el SICERE, que es el mecanismo que recoge las pensiones y las canaliza hacia las operadoras de pensiones. También hay sugerencias para que todo transporte se venga para ARESEP, que los seguros sean regulados por ella. Todo esto está en el aire, pero a mí no me hacen muy feliz, sencillamente porque tenemos demasiado trabajo. Para lo que es SICERE, debería haber otra instancia, igual que para los seguros, que constituyen parte del sistema financiero. Hay una Superintendencia de Valores, de Pensiones, debería haber una de seguros.»