El ITCR y Recope acordaron no realizar un estudio técnico sobre la refinería china, que estaba estimado en $235.000. (Foto: archivo)
Ante las dudas y negociaciones que aún rodean el proyecto de refinería de petróleo conjunto entre la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el gobierno de China, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) prefirió hacerse a un lado y rescindir el contrato que lo comprometía a hacer un estudio de ampliación y optimización del proyecto.
La semana pasada la contratación directa que había realizado Recope con esta universidad estatal, fue formalmente rescindida por acuerdo entre las partes, mientras el gobierno del presidente Luis Guillermo Solís decide lo que hará con este proyecto.Según comentó a UNIVERSIDAD la asesora legal del ITCR, Grettel Ortiz, el proceso de contratación se inició en el mes de enero de este año a solicitud de Recope, pero para cuando se dio el cambio de gobierno en el mes de mayo, aún no se había retirado la “orden de pedido” para iniciar el estudio.
Fue entonces cuando el rector del ITCR, Julio Calvo, y la directiva entrante de Recope iniciaron las conversaciones para terminar con el contrato, en vista de que la administración Solís entraría a analizar los detalles del proyecto.
“Teníamos dudas de si el nuevo Gobierno que iba a entrar, realmente tenía o no interés en la contratación, dada la recomendación de la Contraloría General de la República, que había hecho algunas observaciones y había cierta impugnación sobre la refinería”, comentó Ortiz.
El ITCR consideró un “riesgo” iniciar el estudio −que se cifró en $235.000−, si luego el nuevo Gobierno decidía no seguir adelante con la refinería, lo que podía ocasionar problemas con el personal contratado.
El análisis y optimización de la refinería iba a estar a cargo del investigador de la Escuela de Química del ITCR, Carlos Roldán, quien ya había conjuntado un equipo interdisciplinario integrado por profesionales costarricenses y extranjeros, y realizaría una valoración técnica y financiera de la propuesta.
Ortiz puntualizó que la contratación se hizo por iniciativa de Recope y que sería esta entidad la encargada de pagar, ya que la empresa conjunta –Soresco− no tuvo ninguna participación en el proceso y solo envió una carta al ITCR para consignarse como parte interesada en el proceso.
HAY QUE ESPERAR
La presidenta ejecutiva de Recope, Sara Salazar, informó que si bien había conversaciones con el ITCR desde el mes de mayo para definir si se hacía este estudio, se debió esperar hasta que la nueva junta directiva se instalara en pleno, el pasado 11 de junio.
De acuerdo con Salazar, dentro de la gran cantidad de información que está analizando Recope en el tema de la refinería, se incluyó la factibilidad de terminar el contrato con el ITCR, sin que implicara alguna erogación, lo cual se logró por mutuo acuerdo.
Salazar detalló que este estudio fue solicitado como un insumo para el análisis por parte de la administración anterior, pero no es un requisito para que Recope tome una decisión sobre este proyecto, por lo que se valorará más adelante si es o no necesario realizar un gasto como ese.
A todo esto se sumó la negociación que realizó el presidente Solís con su homólogo chino, Xi Jinping, hace un par de semanas en Brasil, que abrió las puertas para renegociar el contrato planteado con China.
“El presidente nos dio la directriz al Canciller, al ministro de Transportes y a mí, de reunirnos para empezar el acercamiento con la Embajada China e iniciar el proceso de negociación. En el Consejo de Gobierno quedamos en conversar esta semana para reunirnos y trazar las líneas que nos van a guiar en la negociación”, indicó Salazar.
Acerca de la posibilidad de que Recope requiera de un nuevo estudio, la asesora del ITCR dijo que se tendrían que analizar las nuevas condiciones y plazos necesarios para realizarlo, pues lo que se había planteado era un análisis muy complejo y costoso.
“Es un estudio peculiar, porque en el país no tenemos experiencia en refinerías, más que con Recope. Es un estudio comparativo de la refinería de aquí con otra refinería en Canadá, que era el referente de lo que se podía hacer. No era tan fácil”, aseveró.
