Un mayor acceso a las urnas de votación, disminución en las tasas de analfabetismo y mejoras en salud, son opacados por la concentración de la riqueza en cada vez menos manos.
Los niños son el sector más vulnerable en el África.
Nunca como ahora los países intentan profundizar los procesos democráticos a través de las elecciones: de 200 naciones analizadas, 140 convocaron a comicios, pero la asistencia a las urnas por parte de la ciudadanía estadounidense y británica se ha reducido al 51% y 59% en las últimas votaciones.
Así lo expone el Informe sobre el Desarrollo Humano divulgado el 23 de julio, por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD).
Constata el organismo que desde 1980, en 81 países se adoptaron medidas orientadas a la democracia y 33 regímenes militares fueron reemplazados por gobiernos civiles. Sin embargo, en 106 naciones hay limitaciones al ejercicio de los derechos civiles y políticos.
El reto en este campo es asegurar la participación ciudadana en la toma de decisiones y crear mecanismos para la rendición de cuentas.
CONFLICTOS ARMADOS
Para finales de 2000 había 12 millones de refugiados, 6 millones de desplazados internos y 4 millones de refugiados devueltos y que solicitaban asilo. Estas cifras mundiales representan 50% más que las reportadas 10 años atrás.
Los genocidios en Europa y en África, provocaron la muerte a 200.000 personas en Bosnia entre 1992 y 1995; medio millón de personas fueron asesinadas en 1994 en Ruanda.
Los datos del PNUD agregan que 3,6 millones de personas perecieron en guerras civiles en el decenio de 1990, 16% más que los provocados por guerras entre naciones.
Las estimaciones de Naciones Unidas indican que 170 millones de personas murieron en el siglo XX a manos de los gobiernos, muchos más que por los conflictos entre los países.
La mitad de todas las personas civiles que perdieron la vida en conflictos bélicos eran infantes y se estima que existen hoy unos 300.000 niños soldados.
Los conflictos armados inciden directamente en la pobreza, pues 7 de los 10 países con más bajo índice de desarrollo humano, han enfrentado guerras internas recientemente.
POBREZA
La globalización de los mercados mundiales ha acentuado la pobreza y las disparidades entre las naciones y al interior de ellas.
El 1% de la población mundial tiene ingresos anuales equivalentes al 57% de las personas más pobres.
Se estima que 2.800 millones de seres humanos intentan subsistir con menos de $2 al día (¢720). Sin embargo el 5% de personas más ricas tiene 114 veces más ingresos que el 5% más pobre.
El 10% de los estadounidenses tienen ingresos similares al 43% más pobre del mundo. Los ingresos de 25.000 estadounidenses son equivalentes a los de 2.000 millones de personas.
En Estados Unidos, entre 1979 y 1997, el producto interno bruto aumentó 38%,pero los ingresos de una familia con un nivel medio sólo aumentaron en un 9%.
Son evidentemente los ricos quienes más concentran la riqueza. Los ingresos del 1% de familias más ricas aumentaron en un 140%, o sea, más de tres veces el promedio. Mientras que en 1979 los ingresos del 1% de las familias con los niveles máximos eran 10 veces mayores que los de ingresos medios, en 1997 eran 23 veces más elevados.
En las naciones de la Africa subsahariana se concentra mayormente la pobreza. El 47% de los habitantes en esta zona vive con menos de $1 al día. Durante el decenio de 1990 el número de personas que vivía en la pobreza extrema en esta región aumentó de 242 millones, a 300 millones.
El PNUD estima que para reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día, debería darse un crecimiento del 3,7% en la renta per cápita en los países en desarrollo. En los últimos 10 años solo 24 países lo han logrado, entre ellos China e India.
HAMBRE Y SALUD
En el decenio de 1990, el hambre se redujo en sólo 6 millones de personas cada año. A este ritmo, se tardarán más de 130 años en erradicar la carencia de alimentos en el orbe.
En 50 países, con casi el 40% de la población mundial, uno de cada 5 infantes menor de 5 años tiene un peso inferior al normal.
Pero la desnutrición está presente incluso en las naciones ricas. Unos 815 millones de personas en el mundo estaban desnutridas en 1999. De ellas 777 millones vivían en países en desarrollo, 27 millones en economías en transición , y 11 millones en países industrializados.
En lo que respecta a salud, cada día más de 30.000 niños del mundo fallecen como consecuencia de enfermedades que se pueden evitar.
Cada día se diagnostican 14 mil casos de sida en el mundo. Solo en 2000 el número de fallecidos por esta pandemia ascendía a 22 millones y cerca de 13 millones de niños habían perdido a su madre o a ambos progenitores.
Más de 40 millones de personas están infectadas con ese virus, de ellos el 90% vive en países en desarrollo (75% en el África subsahariana). En América Latina, 1,3 millones son portadoras del virus.
Cada año hay al menos 300 millones de casos de paludismo y 60 millones de personas contraen tuberculosis. En 2020 se estima que habrá mil millones de personas con tuberculosis, de las cuales 35 millones morirán a causa de este mal.
A inicios del milenio se estimaba que 1.100 millones de personas carecían de agua potable y 2.400 millones más no disponían de ninguna clase de servicios sanitarios. De ahí que cada año se produzcan 4.000 millones de casos de diarrea que causan 2,2 millones de muertes, principalmente de niños, lo que representa el 15%de la mortalidad infantil en los países pobres.
Las lombrices intestinales infectan a aproximadamente el 10% de la población de esos países y el tracoma ha causado la ceguera de 6 millones de personas y amenaza a otros 500 millones.
MUJERES EN PELIGRO
Cada año fallecen más de 500.000 mujeres como resultado de embarazos y partos. La peor situación se da en el África subsahariana, donde una mujer tiene una probabilidad entre trece de morir durante el embarazo o el parto.
Por otro lado, en todo el mundo solamente el 14% de los parlamentarios son mujeres -y en 10 países no hay ninguna congresista.
Para el PNUD, el proceso de aumentar la participación política de la mujer necesita una estrategia de cambio a largo plazo, ya que existen prácticas de larga data que no pueden modificarse de repente.
En todo el mundo, las mujeres aún perciben sólo el 75% de la remuneración de los hombres por el mismo tipo de trabajo, y la violencia doméstica contra ellas es un hecho común en muchas sociedades.
De los 854 millones de personas adultas analfabetas en el mundo, 544 millones son mujeres. De los 113 millones de los infantes no matriculados cada año en las escuelas, el 60% son niñas.
EN CENTROAMÉRICA
El más reciente informe sobre el desarrollo humano evidencia las diferencias económicas y sociales en las naciones centroamericanas.
La diferencia de expectativa de vida entre los costarricenses y los guatemaltecos supera los 12 años. Así, mientras los ticos tienen una esperanza de vida de 76,4, en Panamá y Belice es de 74, en El Salvador de 69,7; en Nicaragua 68,4; en Honduras 65,7 años y desciende a 64,8 para los chapines.
Las asimetrías en educación son tales que mientras la tasa de alfabetización de adultos en Nicaragua es de solo 66,5%, en Costa Rica llega al 95,6; en Panamá es de 92%, Belice 93%, El Salvador 78, Honduras 74% y Guatemala 68%
En relación con el porcentaje de pobreza, mientras que en Guatemala el 57% de los habitantes enfrenta este problema, en Honduras llega al 53%, en Nicaragua desciende a 50, en El Salvador es de 48%, en Panamá disminuye al 37% y en Costa Rica llega al 22%.
Uno de cada cuatro hondureños vive con menos de un dólar al día y cerca del 45% subsiste con menos de ¢ 720.
La desnutrición que afecta al 5% de los ticos llega al 29% en Nicaragua y al 22% en Guatemala. En Panamá afecta al 16% de los habitantes, en El Salvador al 12% y en Honduras al 21%.
Mientras que Costa Rica destina $257 por persona en salud, en Panamá se invierten $246 por persona, en El Salvador $143, en Nicaragua $29, en Guatemala $22 y en Honduras $21.
En educación Costa Rica destina el 22% del gasto público, mientras que en Panamá, Guatemala, Honduras y El Salvador ronda el 16%; desciende al 8% en el caso de Nicaragua.
