Lucha contra dengue sufriría revés

Baja en presupuesto afecta prevención comunitaria Por más fumigaciones que se han hecho el mosquito transmisor del dengue se resiste a desaparecer. La lucha

Baja en presupuesto afecta prevención comunitaria


Por más fumigaciones que se han hecho el mosquito transmisor del dengue se resiste a desaparecer.

La lucha contra el dengue sufrirá un nuevo revés si el Gobierno aplica un recorte presupuestario de ¢30 mil millones, lo cual se sumaría negativamente al comportamiento ciudadano que impide la erradicación del mal, a campañas preventivas técnicamente poco acertadas y a condiciones climáticas que cambiaron el desplazamiento del mosquito transmisor de esta enfermedad.

La jerarca del Ministerio de Salud, María del Rocío Sáenz, aseguró que si su homólogo de Hacienda, Alberto Dent, mantiene su posición de hacer ese recorte presupuestario a la cartera, libraré una fuerte lucha porque de lo contrario, se impactaría «en forma fatal» toda la lucha librada contra ese y otros males.

«No he recibido una notificación oficial sobre el recorte, estoy a la expectativa; aunque el ministro Dent lo ha dicho a la prensa», aseguró la funcionaria para quien no es ningún secreto que el sistema sanitario ha sufrido un deterioro desde que en 1998 se comenzaron ciertas reformas nacionales.

Freddy Solórzano, encargado del sector salud de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), dijo que apoyaría a Sáenz si se da un eventual recorte financiero porque esta situación ya la habían previsto en conversaciones mantenidas con ella el pasado 17 de julio. Lo mismo opinó Xiomara Rojas, secretaria general del Sindicato Independiente de Trabajadores Estatales Costarricenses (SITECO).

En lo que va del año se han reportado más de 5 mil casos de personas contagiadas con el dengue –12 de ellas con el tipo hemorrágico–. Aún se mantiene una alerta por la amenaza de que se genere una epidemia en el Área Metropolitana, donde se concentra la mayoría de la población; las zonas más afectadas han sido San José, Pavas, Hatillo, La Carpio, León XIII, Santa Ana, Desamparados, Turrubares, Mora y Goicoechea.

 

 

ESTIMACION PREOCUPANTE

 

De acuerdo con proyecciones de la Comisión Nacional del Dengue –que pertenece a la Caja Costarricense de Seguro Social–, si en este momento se desatara una epidemia en el Valle Central implicaría un gasto en atención de enfermos por ¢1.561 millones.

De ahí que han persistido los constantes llamados a la población para que ayude a combatir la enfermedad con buenos hábitos de limpieza en sus hogares –evitar el agua estancada dentro o fuera de las casas–, entre otras medidas.

En la propagación del dengue también ha incidido la resistencia del mosquito transmisor (Aedes Aegypti) a las fumigaciones hechas en varias zonas, según explicó Mario Vargas, investigador de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR). (Ver nota: «La lucha no puede ser generalizada»).

La ministra citó como otro factor el mal manejo de los desechos sólidos que se mantiene en Costa Rica, si bien ha habido notables mejorías durante el último decenio.

«Desde que se llevan a cabo las reformas del sector salud el recorte presupuestario pasó de un 14% respecto del Producto Interno Bruto (PIB) a un 7,5%», lo cual también puede explicar por qué se ha dado un deterioro en el sistema de salud.

Específicamente en el caso de esa cartera, el presupuesto pasó de ¢13.648 millones en 1999 a ¢15.389 millones en 2001, lo cual implica una baja en términos reales tomando en cuenta la inflación para ese periodo, según dijo el Oficial Mayor de Salud, Edwin Acuña.

Para el 31 de este mes se proyecta un presupuesto de ¢9.783 millones, de acuerdo con datos aportados por el mismo funcionario.

Las citadas reformas de salud iniciadas en los años 90 trasladaron algunas de las competencias del Ministerio de Salud a otras entidades, según dijo Sáenz, pero la labor preventiva de las enfermedades se mantuvo siempre en esta entidad.

«Esta función sigue centralizada en el ministerio, como tiene que ser. Pero más recortes, tomando en cuenta nuestra actual situación por los factores antes descritos, produciría un desastre y estoy dispuesta a dar la lucha para que no nos suceda algo así. Es algo inaceptable», enfatizó.

Teresita Solano, Jefa de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica del ministerio, coincidió en que ha habido una fuerte resistencia de la población para educarse y mantener limpias sus casas a pesar de las campañas educativas. «Lo que queda es seguir formando a los ciudadanos», destacó.

 

«EDUCACIÓN ES VITAL»

 

Guido Miranda, expresidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social y Coordinador Académico del Posgrado en el Área de Salud de la Universidad Estatal a Distancia, opina que si el dengue no se ha logrado erradicar completamente se debe en gran parte a ciertos hábitos difíciles de erradicar en la población, por lo que muchas comunidades son altamente vulnerables. En esto coincidió la jerarca de Salud.

«Más que un desmantelamiento del sistema de salud, yo hablaría de que este insecto se cría y reproduce en cualquier sitio donde haya agua estancada. Uno ve cómo en plena ciudad se mantienen charrales y lugares insalubres, por lo que no se puede atribuir la propagación de la enfermedad a un solo factor», dijo Miranda.

Según recuerda, durante el gobierno del exmandatario Rafael Ángel Calderón se preparó un proyecto en el que participaron 400 funcionarios para ejecutar una reforma en el sector de salud y «lo que se hizo fue un desastre. El financiamiento de esos cambios llegó a los $200 millones mediante créditos del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial; también de los gobiernos de España y Finlandia. Luego de todo ese proceso estamos lejos de haber cumplido los objetivos originales».

Entre estos se encontraban la creación de una rectoría en el Ministerio de Salud, el establecimiento de más centros sanitarios de atención primaria y la construcción del Hospital de Alajuela, «pero muchas de estas cosas no se han hecho».

Las estadísticas oficiales son fácilmente cotejables porque muestran cómo las comunidades más vulnerables y con mayor número de enfermos de dengue son aquellas en donde abundan la pobreza y las malas condiciones sanitarias: sin alcantarillados, ni recolección adecuada de basura.

Adicionalmente, Mario Vargas aseguró que ha faltado investigación que permita combatir este mal con conocimiento de causa. Dijo que desde 1993 –cuando fue creada la Comisión Institucional para la Prevención del Dengue de la UCR– los distintos gobiernos han ignorado las recomendaciones planteadas por los especialistas universitarios y no es sino hasta ahora que este gobierno parece dispuesto a prestarles atención.

Quizás si el actual acogiera dichas recomendaciones, en un mediano plazo se revertiría el avance del mal, ya que la investigación es uno de los aspectos primordiales que se impulsarían. Este aspecto estaría en consonancia con la estrategia que desde hace un año propuso la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el eficaz combate de la enfermedad, detalló Vargas.

Dr. Mario Vargas:

Lucha no puede ser generalizada

El comportamiento y reproducción del mosquito causante del dengue: el zancudo (Aedes aegypti ), no es el mismo en una región como el Valle Central que en las llanuras de Guanacaste, y por lo tanto, para combatirlo no se puede aplicar la misma manera, aseguró el Dr. Mario Vargas, especialista en entomología médica y miembro de la «Comisión institucional para la prevención del dengue» de la UCR.

Creada en 1993, está integrada por doce profesionales en química, biología, microbiología, trabajo social, educación, medicina, salud pública, y comunicación colectiva.

Vargas, quien es investigador de la Facultad de Microbiología, explicó que el mosquito presenta una serie de variables que determinan si transmite o no la enfermedad, como la temperatura ambiental.

Los cambios climáticos que generan fenómenos atmosféricos como El Niño y La Niña, también repercuten sobre el desarrollo del Aedes aegypti, y por eso es necesario realizar estudios para cada región.

La labor investigativa también debe extenderse a otros aspectos, como el comportamiento y eventual resistencia del agente transmisor ante la aplicación de los insecticidas empleados.

Vargas cuestionó la fumigación o «nebulización» que hasta ahora han aplicado los funcionarios de salud, debido a que esta se hace en las afueras de las viviendas y, aparte de que no tiene efecto residual (por varios días), las partículas difícilmente penetran al interior de las casas, en donde probablemente se alojan otros mosquitos.

En cuanto a la eventual resistencia a los insecticidas que los zancudos pueden crear, puntualizó que estos se defienden mediante mecanismos bioquímicos que se traducen en inmunidad hacia dichas sustancias.

Estas situaciones solo se pueden detectar por medio de estudios permanentes de campo y laboratorio, insistió el microbiólogo.

CAMPAÑA ERRÓNEA

En su opinión, el Ministerio de Salud ha utilizado índices de hallazgos de criaderos y a partir de ellos determina el riesgo de transmisión. Sin embargo, este tipo de parámetro ha sido descartado.

Detalló que las nuevas estrategias promovidas desde el año pasado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), incluyen tecnologías como uso de sensores remotos y sistemas de información geográfica, los cuales permiten conocer las variables del mosquito en las distintas zonas y combatir la enfermedad con mayor eficacia.

Lamentó que los últimos  gobiernos hayan desaprovechado las propuestas que la UCR les planteó en su oportunidad a los jerarcas del Ministerio, con enfoques que apuntaban hacia un manejo integral del dengue. No debe extrañar entonces que los esfuerzos de esta entidad para combatirlo, han resultado muy limitados.

«Está haciendo falta todo un contenido científico, porque cuando actúa un  vector las recetas de cocina no son válidas, y se tiene entonces que cambiar la mentalidad para lograr una integración de los diferentes factores y actores» (ministerios de salud y entidades que hacen investigación), comentó.

El especialista no excluyó de esta lucha a la población, y si bien estima que en alguna medida tienen razón las autoridades de salud cuando se quejan porque las personas no colaboran, cree que posiblemente el mensaje contra el dengue no les ha llegado, debido a fallas en la comunicación.

Piensa que quizás esta deficiencia se deba a que los técnicos no son los más indicados para llevar este mensaje y que se hace necesario poner esta tarea en manos de expertos en el campo social y educativo, los cuales existen en la UCR.

Agregó que la referida comisión afina una nueva propuesta para combatir el Aedes aegypti y la enviarán en los próximos días a la ministra de Salud, quien al parecer sí está anuente a darle cabida en la lucha contra este mal.

Si este proyecto es acogido, en el término de un mes se podrían tener resultados que permitirían desplegar una nueva estrategia de lucha, agregó


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