Luis Liberman, segundo vicepresidente de la República: Falta evaluar los daños mayores de las recientes tormentas

El gobierno dispone de $60 millones para avanzar en los trabajos de reparación, mientras se hace un plan para presentar a la Asamblea Legislativa

El Segundo Vicepresidente, Luis Liberman, advirtió que aún no se puede decir cuándo se podrá concluir la reparación de los cuantiosos daños en el territorio nacional causados por las recientes lluvias, inundaciones y derrumbes como efecto indirecto de la tormenta Nicole y el huracán Tomás, ya que las pérdidas son grandes y se están evaluando.

El gobierno dispone de $60 millones para avanzar en los trabajos de reparación, mientras se hace un plan para presentar a la Asamblea Legislativa y solicitar los recursos necesarios para afrontar los daños, que se estiman entre $330 y $350 millones (unos ¢180.000 millones), dijo Liberman.

El Vicepresidente coordina las acciones de atención a la emergencia y el siguiente es un extracto de una entrevista dada a UNIVERSIDAD, durante la realización del II Foro Nacional de Gestión del Riesgo, que se llevó a cabo el pasado miércoles 24 y jueves 25 de octubre.
La actividad estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Prevención y Atención de Emergencias (CNE) y del Instituto Preventec de la Universidad de Costa Rica (UCR).

¿En qué plazo se calcula que estarían reparados los daños dejados por las tormentas recientes?

-No podemos hablar de plazos porque hay daños que son muy grandes y en estos momentos se están evaluando. En la carretera que va de Puriscal a Parrita, por ejemplo, los daños son tan grandes que hay que empezar por ver si se puede reconstruir o hay que diseñarla de nuevo. En estas cosas, uno tiene que pasar tres etapas: primero, abrir las vías que se pueden abrir ya, aunque sea de manera temporal, para que la gente se pueda mover; en segundo lugar,  reparar lo que se puede reparar de inmediato que son daños menores. Estamos contratando cualquier cantidad de puentes ya, como el de Turrubares que se contrató la semana pasada.
Pero también hay obras mayores y entonces lo que viene es una evaluación. Por ejemplo, la carretera Panamericana Sur. Una vez que quitemos toda la tierra hay que ver qué es lo que tenemos abajo, y son los ingenieros los que tienen que decir cómo se diseña el arreglo de eso. Tenemos lugares en que va a ser más lento, por ejemplo, Los Santos y Acosta, donde los daños en la infraestructura vial son muy grandes. Lo que nos interesa es restablecer el paso aunque sea de manera controlada y luego hacer bien las reparaciones.

¿Cómo se va a financiar la reparación de los daños y la reconstrucción?

-Ya se han invertido $8 millones. Tenemos $60 que están entre los fondos del Banco Mundial para riesgos y la apropiación que hizo la Asamblea Legislativa en el último
presupuesto extraordinario. Para lo que falta, le hicimos varios planteamientos a la señora presidenta porque es muy grande (la suma requerida).

¿De dónde saldrán esos recursos?

-No quisiera adelantar de dónde vienen, pero sí tenemos que pagar por esto y financiarlo de alguna manera, porque hay que restablecer la red vial, y restablecerla por lo menos a los niveles en que estaba antes (del temporal), quitándole algunos de los riesgos que causaron estos daños.
En algún momento hay que ir a la Asamblea Legislativa (a pedir la aprobación de recursos) pero hay que llevar un plan que sea congruente. Los diputados están sensibilizados, porque en todas sus regiones hubo problemas.

-Algunos diputados de oposición critican que habían ofrecido aprobar $250 millones para eso, pero el Gobierno dijo que no eran necesarios…

A nosotros nos parecía un poco precipitado lo que estaban ofreciendo, mientras no hubiera un estimado de qué se trata, de dónde van a salir los recursos y cómo se van a pagar. Lo que tenemos que hacer ahora, con números más firmes en la mano, es sentarnos a proponer cosas que sean sensatas desde el punto de vista fiscal del país.

¿Y mientras tanto qué atención están recibiendo los damnificados?

-Eso va bien. Bueno, hay gente que perdió todo. Por lo menos se les dio la atención inmediata. Hay un grupo de ingenieros que voluntariamente se ofrecieron para ir a ver si las casas que parece que están bien verdaderamente lo están. Y si los que dicen que tienen la casa mal, de verdad lo están o nos quieren meter un gol. Y hay que ver cómo se ayuda a los que necesitan.
La ley dice que la CNE le puede ayudar a la gente en vivienda de carácter social, entonces hay gente que interpreta muy limitadamente que a una familia de clase media no se le puede ayudar. Bueno, se tomó la decisión que eso también es un problema social, y se estará mandando en las próximas semanas una modificación a la ley de emergencias para aclarar esto, y no se diga que a una pareja de maestros, por ejemplo, no se les puede ayudar porque ganan entre los dos ¢600.000 colones.


Cálculo de pérdidas

Los daños por los desastres se cuantifican entre $330 y $ 350 millones, sin contar los causados en las plantas hidroeléctricas de Ventanas y Nuestro Amo, de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.
-Solo en la red vial nacional las pérdidas se cifran en $242 millones.

-En el sector agrícola (café, hortalizas, granos, pecuario) $30 millones.
Viviendas afectadas, unas 3.400  (680 con pérdida total), lo que tiene un costo de $50 millones (¢26.000 millones).

Al AyA, los arreglos de los acueductos de Puente de Mulas y Orosi le costarán ¢3.000 millones.

La reparación de los diques de Parrita costará  ¢400 millones.

En ayuda humanitaria se transportaron 61.700 kilos de comidas y otras ayudas de primera necesidad para los damnificados, por unos ¢730 millones.

Fuente: Datos suministrados por el vicepresidente Luis Liberman.


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