Melvin Jiménez (Foto: Katya Alvarado).
“No todo se define en la Asamblea, se define con las organizaciones sociales, las comunidades, por eso hay disposición de atender a todos los sectores”.
“En lo que viene es clave que la Casa Presidencial tenga un diálogo permanente con la Asamblea Legislativa, y otra área importante es mantener un diálogo con toda la ciudadanía”.
El obispo luterano Melvin Jiménez, quien está a dos semanas de asumir como nuevo ministro de la Presidencia, relativiza el señalamiento de que le falta experiencia política para hacerse cargo del enlace entre el Poder Ejecutivo y un Legislativo fragmentado en nueve bancadas partidarias, donde tendrá que vérselas con políticos fogueados y “colmilludos” frente a los cuales el Gobierno necesitará un ágil músculo negociador.
“Si por experiencia política solo entendemos política partidaria estamos complicados; políticamente creo que uno está capacitado en la medida que tenga disposición a generar puentes y diálogos, respeto a todos los que están ahí, no solo a los que se llama colmilludos sino a cualquiera al que Costa Rica eligió”, respondió Jiménez a los periodistas minutos después del anuncio de su nombramiento que hizo el presidente electo, Luis Guillermo Solís, el pasado 15 de abril.
Teólogo y sociólogo de 57 años, y con diplomados en comunicación y en cooperación para el desarrollo, Jiménez reivindica su trabajo de muchos años con organizaciones sociales, creación de organizaciones no gubernamentales de apoyo a la pequeña empresa, agricultores y otros sectores productivos, participación en procesos de propuestas, diálogo y mediación en conflictos de sectores sociales y productivos. Es una experiencia acumulada en política ciudadana no partidaria, aunque también ha tenido participación en Partido Acción Ciudadana (PAC) colaborando en el distrito de San Jerónimo de Moravia y en otros niveles de la agrupación política, señaló Jiménez, amigo y mano derecha de Solís en la reciente campaña.
Ofrece poner todo de su parte para buscar el diálogo permanente de la Presidencia no solo con los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, sino también con los sectores productivos, sindicales, ambientales y las comunidades. Podría deducirse de sus palabras que a la ya de por sí complicada agenda que tendrá con el parlamento, se sumarían más voces, puntos de vista, más intereses, en la búsqueda de acuerdos y soluciones a las demandas de la ciudadanía.
Un proceso en el que “es vital la confianza”, apunta Jiménez cuando habla del propósito de las reuniones que ya venía sosteniendo, aun antes de que fuera oficialmente nombrado en el cargo, con los representantes de las fracciones legislativas electas y actuales, así como de los encuentros que ha tenido Solís con varias bancadas partidarias.
Tras conocerse el nombramiento de este obispo luterano –con dispensa temporal de su ministerio sacerdotal para ejercer el cargo político− la pregunta recurrente de los periodistas fue: ¿Su falta de experiencia parlamentaria no jugará en contra de la intensa negociación que el Gobierno deberá tener con la Asamblea Legislativa, donde habrá nueve fracciones y la del PAC es una de ellas con solo 13 diputados de 57?
Su respuesta es que con su nombramiento, Luis Guillermo Solís reconoció su trayectoria en procesos de diálogo y mediación en organizaciones sociales, comunidades y diversos sectores, aspecto que será importante para lo que viene en los próximos años.
“En lo que viene es clave que la Casa Presidencial tenga un diálogo permanente con la Asamblea Legislativa, que establezca puentes para poder hacer una gobernabilidad que nos permita avanzar en todos los retos tan complicados que tenemos en este momento. Pero no solo eso, otra área importante es cómo mantenemos un diálogo con toda la ciudadanía que tiene que ver con trasmitir, negociar la cantidad de demandas que se han venido acumulando y esa es parte de la tarea que don Luis me encargado”.
¿Cuáles serán los proyectos prioritarios para el arranque del Gobierno?
-Tenemos una agenda trabajada; no me gustaría decirla porque hemos tenido reuniones con las diversas fracciones y falta otra en la cual dejaremos establecido un criterio que es el siguiente: hay proyectos en que estamos todos totalmente de acuerdo, hay proyectos en que tenemos que ponernos de acuerdo, y hay otros en los que cada uno tendrá que luchar por su misma fracción. Eso es parte del proceso que estamos iniciando, poder platicar y proponer nuestras ideas, establecer puntos en orden ascendente en lo que estamos más de acuerdo y lo que no y seguir avanzando. En la medida que hagamos ese ejercicio y nos encontremos, y sobre todo que generemos confianzas, creo que podremos salir adelante por el bien del país.
¿Considera fundamental que el PAC tenga la presidencia del directorio legislativo?
-Considero que después de más de 1.300.000 votos (que recibió Luis Guillermo Solís) el país está pidiendo que al menos la presidencia esté en manos del PAC. Don Luis ha manifestado que le gustaría un directorio compartido, y también lo ha manifestado la fracción legislativa.
¿En las negociaciones tenderán puentes también con los diputados de Liberación Nacional?
-Desde hace rato estamos en eso, hemos tenido reuniones con las diversas fracciones, estamos abiertos para ver en qué compartimos y qué podemos construir en conjunto.
¿Necesitan generar confianza en esos encuentros con las bancadas?
-Para mí es vital la confianza. Confianza para mí significa cuando usted dice, estoy de acuerdo o no estoy de acuerdo, y poder mantenerse, o tener argumentos para decir: modifico porque usted me convence y eso hay que hacerlo; me parece que esa es la ley fundamental para seguir avanzando. Cuando no se establecen las confianzas o se pierden es muy difícil.
¿Con una asamblea tan dividida como lo que vendrá no le preocupa una reacción negativa de los diputados ante su falta de experiencia en la función pública?
-Mire, ya he tenido diálogo con la mayoría de los diputados de todas las fracciones y hay un respeto, una comunicación muy efectiva; quiero mantener esa ruta de diálogo permanente con todos, y quiero que todos entiendan que don Luis Guillermo ha llegado a este Gobierno a tender puentes para sacar adelante el país.
¿Siente que hay clima favorable para que ustedes lleguen a un acuerdo con los partidos para el directorio compartido?
-En ninguna de las fracciones se ve indisposición alguna, hay un clima de mucha cordialidad y transparencia, cada uno poniendo las cartas sobre la mesa, ver cuáles proyectos tenemos en común, cuáles se adversan y en cuáles podemos avanzar, y hablando cómo cada uno percibe lo que se debe hacer, desde una conversación con el Ejecutivo, hasta una alianza y un directorio compartido.
Ya nos conocimos, ahora viene la fase de ver esos proyectos en que estamos de acuerdo, y que podrían ser los proyectos del primer año, y luego vendría el momento de decir en cuáles nombres están pensando para el directorio, los que los tienen, porque no todos quieren ocupar puestos.
Hay un clima muy positivo, que tiene que ver tal vez con la novedad que ha sido la elección de Luis Guillermo, tal vez por el millón trescientos mil votos que recibió, o quizás porque hemos mostrado puertas abiertas para todos, que parece no ha sido la característica de las administraciones anteriores.
¿Pero cree que hay ambiente para lograr acuerdo sobre el directorio?
Veo un clima favorable, disposición, voluntad. Falta ver si eso se materializa en los próximos días cuando lleguemos a acordar proyectos para la Asamblea y puestos en el directorio.
Pensamos que el próximo lunes (28) tiene que estar clarito lo que va a acontecer ahí y eso implica que debemos esforzarnos mucho para que esta semana aterricemos todas esas conversaciones.
¿En el desempeño de su cargo se le verá mucho en la Asamblea Legislativa?
-En muchos lados, no solo en la Asamblea Legislativa, porque no todo se define en la Asamblea, se define con las organizaciones sociales, las comunidades, por eso hay disposición de atender a todos los sectores que en alguna medida reclaman proyectos y soluciones desde hace rato, y lógicamente la Asamblea Legislativa será uno de los lugares importantes.