Una reforma del sistema de salud de Chile pretende extender la experiencia de un hospital público que logró eliminar las listas de espera de pacientes por atención, explicó el médico Alberto Rodríguez-Navarro, quien vino en representación del Ministerio de Salud a exponer recientemente la experiencia a las máximas autoridades del ramo en Costa Rica.
Médico cirujano, miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y profesor afiliado a la Universidad de Harvard, Rodríguez-Navarro labora en el hospital público y se dedica a la investigación clínica y la investigación especial de gestión.
Así respondió a algunas consultas que sobre el tema le planteó este Semanario:
¿En qué consiste el éxito logrado por ustedes?
-Básicamente es lograr motivación de la gente que trabaja en los hospitales públicos. Es una manera de diseñar un sistema de cómo motivar, no solo al médico, sino a todo el equipo de salud, y de utilizar los recursos hospitalarios también fuera del horario convencional. Hicimos tan eficiente el hospital público, que como funcionarios nos convenía más estar en un hospital público que en uno privado.
¿Por los estímulos económicos?
-Una parte importante es la económica, pero no es la única. Los especialistas no se mueven solamente por asuntos económicos. Además de los pagos por el trabajo en horario no convencional hay otras motivaciones, como la carrera académica, posibilidad de investigación, prestigio, etc. En el área de salud es importante entender que uno está brindando una solución a la población.
¿Y cuáles son los resultados concretos?
-La experiencia la hicimos en el hospital Padre Hurtado, que tiene una población asignada de unas 400.000 personas en el área más pobre de Santiago. Aquí se operaban entre 1.600 y 1.800 pacientes al año, y nosotros logramos duplicar el número de operaciones con el mismo personal, solamente haciendo una redistribución de la parte administrativa, el uso de salas e instalaciones. Antes los pabellones se ocupaban de 8 de la mañana a 5 de la tarde. Ahora los ocupamos de 5 de la tarde a 9 o 10 de la noche. Además, empezamos a programar operaciones los sábados, domingos y días feriados. Eso significa que si un sábado vas a trabajar y no puedes compartir con tu familia, vas a tener una recompensa justa.
¿Y de dónde salen los recursos?
-Esto tiene un financiamiento especial por parte del Estado. Hacienda entiende esto y está dispuesto a colocar mayores recursos en salud, pero con base en un plan y un programa en que dice: está bien, te paso dinero pero muéstrame qué vas a hacer con él, y por qué colocando tal cantidad de dinero voy a manejar mayores números de pacientes. Cuando uno tiene un sistema que está mal diseñado, el dinero que invierte no rinde. El punto de quiebre de esto es el recurso humano. Es decir, que la gente entienda que lo importante es tener todo el personal necesario, y no es solamente los especialistas. Este es el personal más escaso, pero no es el único importante. Como cirujano, si no tengo quien me asista no puedo operar, o si no hay apoyo administrativo para la prescripción, la cosa no sirve.
¿Van a extender esa experiencia al resto del país?
-Estoy asesorando al Ministerio de Salud sobre cómo implementar esto a nivel nacional. Hay muchos puntos qué solucionar: que los incentivos estén bien colocados, que no haya mal uso de los recursos, en fin, hay muchos detalles que hacen que el sistema funcione o que sea un fracaso. Un punto importante es que haya un sistema de registro muy bueno, porque para poder administrar bien los recursos, uno tiene que tener registros muy fieles y eso no se logra de un día para otro.
¿Cree que en Costa Rica es aplicable?
-Desde el punto de vista teórico pienso que sí, pero hay que hacer un análisis más profundo de cómo se financian los hospitales, qué es lo que miden respecto a producción, cómo son los salarios de todo el personal de salud -no solo de los especialistas-, cuántos trabajan en el área privada, cuántos tienen flexibilidad de tener tiempo en los hospitales públicos. Son muchos puntos por analizar, e indudablemente no va a ser un sistema igual al que tenemos en Santiago, sino de conceptos con matices locales. Por ejemplo, me contaban que la investigación aquí está muy disminuida, entonces habría que hacer un proyecto de investigación para entrenar a la gente. Eso es una motivación muy importante en los especialistas.