Fecop interpuso una acción de inconstitucionalidad contra el otorgamiento gratuito de licencias para pesca de atún en el país. (Foto: Fecop)

El atún es uno de los productos del mar más codiciados y consumidos del mundo, y pese a ello, una ley de los años 70 les permite obtener licencias gratuitas de pesca por 60 días en Costa Rica, por el solo hecho de descargar en el país al menos 300 toneladas de este pescado.

Una acción de inconstitucionalidad presentada por la Federación Costarricense de Pesca (Fecop) a inicios de este mes, hizo que la Sala Constitucional impusiera una medida cautelar que congela este “beneficio”, pero para este grupo de pescadores nacionales se debe avanzar urgentemente hacia una modificación de la ley.

Enrique Ramírez, director ejecutivo de la Fecop. (Foto: Fecop)

Para la Fecop, Costa Rica está “regalando” su atún a la flota internacional, al tiempo de que cobra hasta tres veces menos de lo que podría por las licencias de pesca, y tras de eso, regala licencias con un criterio ya obsoleto.

Pese a que afirma coincidir con la necesidad de cambio, el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), Gustavo Meneses, dice que los cambios se deben introducir “con cuidado”, pues podría desincentivarse la descarga de atún en las costas nacionales.

Gustavo Meneses, presidente ejecutivo del Incopesca. (Foto: archivo)

ATÚN BARATO

El director ejecutivo de la Fecop, Enrique Ramírez, recordó que prácticamente toda la flota atunera que pesca en aguas costarricenses es de bandera extranjera, elemento que de entrada hace cuestionar que se mantenga el beneficio establecido hace 40 años mediante la “Ley Ferreto”.

En el artículo 55 de la Ley de Pesca y Acuicultura, se estableció la posibilidad de que aquellos barcos que pactaran y descargaran al menos 300 toneladas de atún para la industria nacional, recibirían una prórroga a su licencia de pesca por 60 días más.

La licencia en la actualidad tiene un costo de $54 por tonelada, lo  que en criterio de Fecop no solo es bajo, sino que está sujeto a la “trampa” de no corresponder a toneladas métricas, sino a la capacidad registrada de “arqueo” que tiene la embarcación.

La tonelada de arqueo, también llamada “Tonelada Moorsom”, no es una medida de peso, sino de volumen, por lo que puede contener hasta 2,8 toneladas métricas de pescado.

“Es decir, que en realidad un buque solo paga $19 por tonelada de atún, y si se cuenta que la prórroga para volver a pescar sale gratis, en realidad están pagando $9 por tonelada, cuando un kilo de atún en el mercado le cuesta al consumidor $20”, comentó Ramírez.

Fecop asegura que una tonelada de segunda calidad puede venderse en el mercado internacional en $3000, mientras que la de primera calidad puede llegar a los $5000.

“Un buque de 1000 toneladas podría vender su carga en hasta $3 millones, pero en Costa Rica solo pagaría $54.000 por la licencia y el siguiente viaje le sale sin costo. El Estado costarricense podría cobrar hasta tres veces más. Estamos regalando el atún”,  lamentó el director de la Fecop.

Ramírez también llamó la atención sobre el hecho de que el país cobra $150 por la licencia de pesca sobre la cuota que tiene asignada en la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) para capturar hasta 9380 toneladas en aguas internacionales.

“Se cobra más por pescar en aguas internacionales, que lo que se cobra por utilizar los recursos de nuestra Zona Económica Exclusiva, en nuestra casa, donde deberían imperar nuestras reglas”, reclamó Ramírez.

PÉRDIDA MILLONARIA

Fecop realizó un estudio sobre el estado de la pesca en Costa Rica para el periodo 2001-2011, y −con base en datos oficiales− se logró determinar que en el periodo 2008-2011, el otorgamiento de licencias gratuitas hizo que el Estado dejara de percibir $958.000.

El estudio apunta que las capturas anuales promedio de atún tienen un valor que oscila entre los $75 millones y $125 millones, pero el país solo percibe un 0,6% del atún desembarcado.

Para Ramírez, si se considera que la mayoría de la flota atunera es extranjera y que los desembarcos benefician a una sola empresa enlatadora de atún en el país, no se justifica el mantener esta exoneración.

“Este artículo es contrario al interés público, ya que esta gratuidad deviene en menores ingresos por concepto de licencias para el Estado, que otorga los recursos obtenidos a las universidades estatales para la acción social, docencia e investigación en materia de pesca y mares, al Incopesca como institución encargada de regular la pesca y acuicultura, y el Servicio Nacional de Guardacostas encargado del cuido y protección de los mares”, señala la acción presentada por Fecop.

CON CUIDADO

Para el presidente ejecutivo del Incopesca, Gustavo Meneses, es claro que el hecho de tener una ley vigente con los criterios de promoción de la pesca que se necesitaban hace 40 años, muestra el descuido en que ha tenido el país a este sector durante todo este tiempo.

Sin embargo, Meneses afirma que los cambios por introducir se deben realizar con cuidado, pues no se puede cambiar de un día para otro el modo de operación de todo un sector.

“Cuando se emitió una licencia a alguien que está pescando y viene con la expectativa de tener la licencia gratis si descarga las 300 toneladas, esto puede ser también motivo de denuncia contra el Estado mismo. También puede afectar las expectativas de descarga de atún de la planta de procesamiento de Sardimar, que se programa con cantidades determinadas”, advirtió Meneses.

“Si estos atunes no entran porque la institucionalidad del país no se lo permite,  puede ser motivo demanda a la institución o al Estado”, añadió.

El jerarca de Incopesca piensa que una eliminación abrupta de este beneficio más bien podría desestimular la solicitud de licencias de pesca en el país, lo que afectaría las finanzas de su institución (en la que representan el 40% del presupuesto) y de otras entidades estatales.

Meneses cuestionó la aplicación de medidas legales como el recurrir a la Sala Constitucional, en lugar de buscar un diálogo que permita cambiar paulatinamente la situación del sector.

Costa Rica insistirá ante la CIAT por las 7000 toneladas de atún adicionales

La mayoría de la flota atunera que pesca en aguas costarricenses es de bandera extranjera, mientras que la flota nacional para este producto es casi nula. (Foto: Fecop)

A pesar de que no se cuenta con una flota atunera nacional a la que le interese, Incopesca y la representación nacional ante la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) insistirá en la solicitud de 7000 toneladas adicionales para su cuota de pesca de atún en aguas internacionales.

Así lo confirmó a UNIVERSIDAD el presidente ejecutivo del Incopesca, Gustavo Meneses, quien afirma que la solicitud se hace porque es una “potestad soberana” del país y es importante contar con ella a largo plazo.

La solicitud se realizó en la última reunión de la CIAT en Perú, pero no fue resuelta, por lo que el país insistirá en esto durante el próximo encuentro, que se realizará en el mes de octubre.

La gestión ha sido criticada por la Fecop, cuyo presidente ejecutivo, Enrique Ramírez, asegura no entender cuál es la necesidad del país de contar con esas 7000 toneladas adicionales.

Ramírez indicó que actualmente Costa Rica cuenta con una cuota de 9380 toneladas para pescar en aguas internacionales, las cuales son aprovechadas en abrumadora mayoría por los atuneros extranjeros, ya que la flota nacional para este producto es casi inexistente.

“¿Por qué está interesada esta gente en aumentar la cuota de acarreo? Aquí no hay flota atunera, esa cuota atunera es para financiarla con flota internacional y de esa manera incrementar el esfuerzo pesquero. Obviamente alguien se lleva una cuota ahí, por conseguir el comprador”, expresó Ramírez.

El director de la Fecop añadió que la solicitud del país va en contra de las recomendaciones hechas por el Comité Científico de la CIAT, en cuanto a que el “esfuerzo pesquero” del atún está cerca de su límite máximo sostenible, y no es conveniente incrementarlo para no agotar el recurso.

“Toda la flota pesquera es extranjera, pero  el punto no es ese. El punto es que lo que se puede obtener es de manejo soberano de la nación: podrá disponer utilizarlo o no. Si aumentan las cuotas de capacidad, las puede obtener otro país que no sea el nuestro. No es para explotarla inmediatamente, sino para contar con ella”, asegura Meneses.

Preguntado acerca de si esta cuota adicional se puede convertir en una “tentación” y foco de presión sobre Incopesca de parte de la flota internacional, Meneses insistió en que es mejor tener la cuota y manejarla para contar con ella a futuro.

“El día de mañana nada nos limita a que nosotros podamos tener flota nacional para el atún. ¿Entiende? Es nada más una acción en perspectiva, que una acción inmediata”, insistió.

El jerarca aseguró que el país está en proceso de ordenar su recurso marítimo con un decreto de zonificación del recurso atunero, que guarda el 35% de las zonas de pesca, para que la flota nacional no deba competir con los pesqueros extranjeros.

“Sin embargo, no contamos con recursos suficientes para un control y vigilancia que responda al esfuerzo pesquero que existe; hay mucha pesca ilegal, entonces estamos enfocándonos a este ordenamiento”, aseveró.

Meneses dice haber encontrado un Incopesca “débil, delicada, de presupuesto bajo, poco personal, sin el equipo tecnológico”, por lo que se está haciendo un gran esfuerzo para mejorar la situación del sector pesquero nacional.

77% de la pesca de atún se hace sobre delfines

El 77,5% de la pesca de atún en aguas costarricenses se realiza sobre delfines. (Foto: Fecop)

Las exportaciones de atún costarricense a países como Estados Unidos y algunas naciones europeas, podrían estar en riesgo si las entidades certificadoras ponen atención a las prácticas más comunes en la pesca del atún en Costa Rica.

Según el informe “Análisis de la pesquería de atún”,  elaborado por la Federación Costarricense de Pesca, los datos levantados con base en registros oficiales revelan que el 77,5% de los lances de pesca de atún se realizan sobre delfines.

El informe detalla que de las 195.938 toneladas de atún registradas en el periodo 2001-2011, la mayoría fue capturada de cardúmenes asociados a grupos de delfines, pues es la manera más fácil de ubicar estos peces.

Esto a pesar de que los datos revelan que la pesca de atún realizada sobre objetos flotantes es la más efectiva, al registrar capturas en promedio de 23 toneladas por lance, mientras que la pesca sobre delfines registra solo 13,9 toneladas por lance.

Para el director ejecutivo de la Fecop, Enrique Ramírez, estos datos deberían llamar la atención de las autoridades y las empresas interesadas, ya que podrían hacer que se pierdan las certificaciones  de “Dolphin Safe” para el atún costarricense.

“Si la única enlatadora del país dice que compra el 60% del atún costarricense, y casi el 80% de ese atún fue pescado sobre delfines, esto podría crear dificultades para el ingreso del atún costarricense a otros mercados”, comentó Ramírez.

“Nosotros hemos tratado de saber con qué criterios se ha establecido que la pesca de atún en Costa Rica no daña a los delfines, porque los datos de nuestro informe muestran lo contrario”, afirmó.

En los registros oficiales se muestra que en casi la mitad de los lances sobre delfines se produjo la mayor cantidad de “capturas incidentales”, que incluyen varias especies de delfines, tiburones, mantarrayas, dorado y otros.

Pese a estos datos, el presidente del Incopesca, Gustavo Meneses, asegura que es falso que la pesca sobre delfines sea la que más perjudica a esta especie y alegó que es la “técnica más sostenible que existe, con menos de 0,01% de mortalidad para los delfines”.

Además, consideró una “falacia” que el país pueda perder las certificaciones relacionadas con delfines, o que esto pueda convertirse en obstáculo para las exportaciones a países como Estados Unidos.