De haber acogido el Gobierno una propuesta de Paz con la Naturaleza, se habría prohibido la minería de cualquier metal.
Un decreto ejecutivo que hubiera establecido “la moratoria nacional para la actividad de minería metálica en todo el territorio nacional, tanto continental como marino”, fue desechado por la presidenta Laura Chinchilla, quien después de ser juramentada como mandataria el 8 de mayo, prefirió algo menos drástico, como una suspensión “por plazo indefinido para la actividad de minería metálica de oro en el territorio nacional”.
Fue así como el texto de cinco páginas propuesto al Gobierno entrante por el programa Paz con la Naturaleza, nunca fue oficializado por Chinchilla y en su lugar dejó abierta la posibilidad de que se puedan ejecutar proyectos de minería a cielo abierto de otro tipo de metales.
Uno de las consideraciones del documento en mención dejaba claro que “la minería metálica representa una actividad que produce un alto impacto ambiental a diversos factores del medio en países tropicales como Costa Rica, como son los bosques, la biodiversidad, el aire, el agua superficial y subterránea, el suelo y el subsuelo, así como el paisaje y los recursos culturales, sin que se cuente con una efectiva y eficiente valoración del costo beneficio ambiental y social”.
Alfio Piva, vicepresidente de la República y a cargo de la temática ambiental, tras recordar que era miembro de Paz con la Naturaleza, afirmó a este Semanario que la propuesta de decreto que hizo esta agrupación, en el Gobierno “la recogimos y la integramos. Nosotros integramos el criterio que ellos tenían con el nuestro e hicimos un decreto integrado”.
Sin embargo, Piva admitió que para este decreto el Gobierno se concentró en el tema de la minería de oro, “porque no queríamos legislar por decreto y entonces dijimos: Dejémosle al legislador la escogencia de las otras cosas que en este momento no son objeto de cierta emergencia, como sí lo es el oro en este momento”.
Con el fin de confirmar lo dicho por el Vicepresidente, se le consultó al coordinador del programa Paz con la Naturaleza –Pedro León-, pero este aseguró no estar seguro ni saber si el Gobierno incorporó al decreto algo de lo que propusieron, y recomendó consultarle al respecto al geólogo Allan Astorga, encargado del plan de ordenamiento territorial en esa instancia.
Astorga explicó que el decreto redactado por Paz con la Naturaleza, en términos generales no fue tomado en cuenta y más bien lo que hizo el Gobierno fue modificar el decreto de moratoria que publicó el 29 de abril la Administración de Óscar Arias. Lo que la presidenta Chinchilla agregó al texto que se refería a la minería de oro a cielo, fue la minería subterránea de oro.
De acuerdo con el geólogo, lo fundamental de lo sugerido por Paz con la Naturaleza –que es un programa que nació apadrinado por Arias- es que se ampliaba la moratoria a la minería metálica en general y se cerraban los portillos a la extracción dañina de otros tipos de metales.
PROPUESTA INTEGRAL
Astorga comentó que la propuesta destacaba por ser integral y cuando la presentaron al equipo de gobierno de Laura Chinchilla faltaba cerca de una semana para que asumiera el poder.
Piensa que una razón de que no tomaran en cuenta la iniciativa de Paz con la Naturaleza, podría ser la prisa para tener un decreto listo que modificara el de Arias, el cual fue cuestionado por el grupo ambientalista Llamado Urgente para el País, debido a que resultaba extraño que cuando se encontraba por expirar su Gobierno, corriera a sacar un decreto de moratoria.
En cuanto a la propuesta integral que elaboró Paz con la Naturaleza, se enfatiza que existen diversas resoluciones de entidades internacionales pidiendo una moratoria de minería metálica en zonas tropicales, tales como la de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Este organismo exigió a los gobiernos de los países de la región mesoamericana, “cancelar las actuales exploraciones y explotaciones mineras de metales a cielo abierto con probadas afectaciones negativas al ambiente, y (que) tomen las medidas preventivas necesarias para que en el futuro otorgamiento de permisos de exploración y explotación minera se excluyan las de minería de metales a cielo abierto, y que se realicen y apliquen de forma rigurosa las evaluaciones ambientales estratégicas y otros instrumentos de gestión ambiental pertinentes”.
Asimismo, la propuesta recuerda que “que hay necesidad de proteger los acuíferos nacionales y transfronterizos de todo riesgo de contaminación irreversible de las aguas que contienen, tal como lo exige el anteproyecto de Convención sobre el derecho aplicable a los acuíferos transfronterizos, elaborado por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas desde el año 2000 y aprobado en la resolución 63/124 de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre `El derecho de los acuíferos transfronterizos´ (aprobada el 15 de enero del 2009)”.
El geólogo Astorga no descartó que de haberse aprobado el decreto de Paz con la Naturaleza, se presentaran reacciones fuertes en contra por parte de la industria minera; pero, una medida más radical como esta prohibición, sería más consistente con lo que se busca, ya que muchos de los expedientes mineros activos podrían querer explotar a cielo abierto otros minerales que no sean oro.
La entrega de la propuesta –precisó el especialista- la hicieron en una reunión informal con el vicepresidente Piva, y nunca hubo una respuesta oficial.
