El tema de los desechos sólidos continúa como uno de los grandes pendientes en la agenda de salud pública. (Foto: Katya Alvarado)
El panorama actual de la salud pública en el país es poco halagüeño y si bien Costa Rica muestra altos índices de salud de su población, pareciera que la salubridad comparte flaquezas con las grandes urbes latinoamericanas, que no logran controlar las condiciones sanitarias ni el crecimiento de los bolsones de pobreza.
Las principales decisiones que han llevado al país a este extremo dependen de una peligrosa mezcla de decisiones económicas y políticas, con un costo social, sanitario y ambiental, que afecta más a los pobladores de zonas urbanas marginales y rurales.Estar inmerso en el modelo neoliberal, durante los últimos 30 años, ha repercutido negativamente sobre la sociedad solidaria construida durante el siglo XX.
Los retos más complicados para el Ministerio de Salud están asociados con el deterioro de las condiciones de vida de amplios sectores, donde el hacinamiento es caldo de cultivo para la violencia urbana y doméstica, el irrespeto del otro, los abusos, la violación y embarazo de niñas y adolescentes, la deserción escolar, la propagación de enfermedades contagiosas, que son variables del ámbito de acción de este Ministerio.
Los desechos sólidos y la incapacidad de implementar la Ley de manejo integral de Residuos Sólidos (Ley GIR- 2010) suman dificultades a la gestión del Gobierno, así como lo relativo al recurso hídrico, regido por incontables menciones dispersas en innumerables reglamentos, a pesar de los esfuerzos para que se apruebe una ley integral con las regulaciones de uso y cuidado de las fuentes de agua potable. Como muestra de ello, la semana pasada la Sala IV devolvió al Plenario el proyecto de ley del Agua por contener transgresiones en su articulado.
El reciente diagnóstico del estado de las funciones esenciales de la salud pública identificó vacíos urgentes de solventar, para alcanzar las metas de proteger y asegurar la salud de los costarricenses.
En entrevista con UNIVERSIDAD la ministra de Salud, María Elena López, en tres frases resumió la situación de dicho sector.
El mayor reto que encontró “es la falta de liderazgo, de protagonismo y el debilitamiento institucional del Ministerio de Salud”, el cual “tiene que sacudirse del letargo”.
Por el contrario, considera que el área más consolidada es la vigilancia de la salud y las acciones que lleva a cabo el Ministerio, para proteger la salud de la población.
Mientras tanto, estima que el área más débil es la promoción de la salud y de estilos de vida saludable, que van de la mano con la calidad de vida de la población, para lo cual se requiere sacar de la pobreza y la pobreza extrema al 22% de los costarricenses, una cifra que no se ha movido en los últimos 20 años.
A esta realidad se enfrentan las nuevas autoridades sanitarias, obligadas, además, a sacar de su letargo a la institución rectora en salud.
Ministra de Salud: Vamos al trabajo con la gente
La nueva política de salud tendrá un principio rector: trabajar cerca de la gente para atender las necesidades y los problemas de la población localmente, porque hay enormes diferencias entre las comunidades de distintos zonas del país y en algunas existen problemas muy específicos de salud pública, urgentes de atender, puntualizó la ministra María Elena López.
¿Cuáles son temas de atención inmediata al asumir la cartera de Salud?
−Llegamos a un Ministerio que presenta déficits significativos en varias áreas, que se deben superar para garantizar las actividades para proteger y asegurar la salud de la población; esto lo afirmo con el respaldo del diagnóstico que acabamos de realizar.
En salud pública es necesario tener claro el rol del Estado en la protección, la promoción y la vigilancia de la salud, así como en la prevención de enfermedades, la planificación, la regulación de actividades y procesos que involucran a la salud.
¿Qué encontraron?
−La función más importante y más desarrollada es la vigilancia de la salud. Cualquier cristiano tiene que reconocer cómo el Ministerio está moviéndose alrededor de las actividades de vigilancia de la salud, y nos alegra que sea así. Es la función que está direccionando como un motor las acciones protectoras de la salud en el país.
La promoción de la salud es una función tan importante como la anterior, que permite incidir en la prevención de enfermedades crónicas a través actividades dirigidas, como el ejercicio físico, dietas sanas y un cambio de mentalidad hacia estilos de vida saludables; es un área con muy poco desarrollo.
La promoción de la salud es una función estratégica que vamos a desarrollar. Nos plantea una serie de retos que involucran otras áreas del quehacer del Estado, porque para que la población tenga estilos de vida saludable, debe tener acceso a lugares para el ejercicio físico en condiciones de seguridad y condiciones económicas que le permitan comprar las frutas, las verduras y las proteínas para tener una dieta sana.
Una propuesta nueva. ¿Es así?
−Si la promoción de la salud no estaba bien calificada, tampoco lo estaba la participación social. Encontramos un Ministerio de Salud que pensaba que la rectoría podía hacerse verticalmente, de arriba hacia abajo.
Cada vez más, la población está más informada. La gente se está informando con o sin nosotros. Se nota cuando le exige más información al médico de lo que le pasa y los tratamientos y cuando demanda transparencia en las acciones del Estado.
Vamos hacia un modelo que requiere entender y hacer la salud con participación de la ciudadanía, porque la salud se tiene que atender con la gente, no aislándose de ella. En una política pública de salud la acción de la gente es primordial, no la puede hacer el Ministerio solo.
La política pública de salud en doble vía.
−La salud pública es de doble vía, sí, el Ministerio no puede quedarse viendo la patología, tiene que ir a los determinantes de esa patología. Si vemos que aumenta la incidencia del cáncer en una comunidad y se observa que está asociada al uso de cierto plaguicida, entonces hay que regular el uso del plaguicida.
Otro aspecto estratégico responde a un reclamo generalizado en el que también hay consenso en las autoridades de salud: la mejora de la calidad y la calidez de la atención; es una necesidad, la gente lo reclama. Hay que trabajar para cambiar la cultura en el ejercicio de la salud.
Situaciones apremiantes
Desechos sólidos
La Ley GIR, que cumplió 4 años, es obligatoria y los logros que muestran las municipalidades se miden en centésimas. Un sondeo telefónico en el Área Metropolitana para esta entrevista, reveló que los logros no alcanzan al 1% del volumen que producen.
La pobreza
La situación en que vive el 22% de la población, determina el aumento de violencia doméstica y de género, las violaciones y embarazos de niñas y adolescentes, el maltrato físico de menores −declarado pandemia en 2012−, la deserción escolar; todo suma más marginalidad.
Dengue
La extendida enfermedad tropical transmitida por el mosquito Aedes aegypti es casi una vergüenza nacional. El control del ciclo de reproducción es la clave. Ahora se agrega la chikungunya, un tipo de dengue más mortífero que transmite el mismo mosquito.
Ébola
El 4 de agosto la OMS emitió una alerta sanitaria mundial por el Ébola. Se transmite por contacto con fluidos de humanos o animales contagiados, vivos o muertos. La letalidad es del 60% y no existe tratamiento. Las personas que viajaron a la zona deben reportarse.