El Plan Regulador de Montes de Oca está listo para enfrentar el examen finalde una de las comunidades más críticas y combativas del país.
Según el Plan Regulador, la UCR debe construir las aceras que le faltan en el perímetro norte del campus.
Desde 1972 Montes de Oca contaba con un Plan Regulador que ya era caduco, ya que contenía serias contradicciones que se acentuaron con el tiempo, y aspectos que no se habían previsto en esa época.
Por eso y gracias a la iniciativa de algunos regidores del Concejo anterior, para dotar al cantón de una herramienta «para ayudar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y disminuir los conflictos de uso de suelo y vialidad…», se suscribió un convenio con el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible (ProDus) para elaborar el plan.
Aunque la oferta que presentó ProDus era de ¢ 22 millones, según dijo su director Rosendo Pujol, la Municipalidad inexplicablemente ofreció ¢6 millones más, con lo que quedó en ¢28 millones.
EXPERIENCIA
En 2000, ProDus ya había terminado los planes correspondientes a San Ramón y Guápiles. La experiencia del proceso participativo que se impulsó para crear las estrategias básicas para el mejoramiento de ambas ciudades, también funcionó como punto de partida para iniciar el Plan Regulador de Montes de Oca.
La diferencia básica con los proyectos previos radicó en la metodología aplicada, pues en San Ramón y Guápiles se discutieron parámetros urbanos muy amplios y en Montes de Oca se examinaron problemas específicos. Los temas fueron abordados en reuniones de diagnóstico en cada distrito del cantón.
En Betania, por ejemplo, un aspecto medular fue el de circulación vial, mientras que en San Rafael se enfatizó en la conservación del ambiente.
Según Pujol, el proyecto rescató la información del catastro del cantón y lo incorporó a la base de datos municipal.
Además creó 4 categorías para uso mixto del suelo y amplió la temática incluyendo discusiones sobre política de estacionamientos, protección ambiental y nuevas vías.
Estas últimas pretenden romper el esquema radial que posee San José, en el cual las principales vías salen desde el centro de la ciudad hacia afuera, sin que los automovilistas puedan contar con otras comunicantes que permitirían un desplazamiento más fluido desde y hacia el centro de la capital. «El proyecto es más específico y sofisticado que los anteriores», afirmó.
PARTICIPAN LOS MUNÍCIPES
Para Pujol, el borrador final del Plan Regulador incorporó nuevos elementos aportados a través de los procesos de consulta ciudadana, como la
recalificación del área urbana localizada entre el sector sur oeste de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio y la Avenida Central de Montes de Oca de «zona comercial» a «zona predominantemente residencial».
Otras sugerencias de los vecinos fueron la creación de un tercer carril en la Avenida Central y modificaciones en los mapas de zonificación.
Sin embargo en los últimos días, un grupo de ciudadanos de Barrio Roosevelt expresaron su inconformidad con la parte del Plan regulador que convierte las Avenidas 2 y 4 de «residencial» a «predominantemente residencial», lo que permitiría la coexistencia de viviendas con edificios de oficinas, sodas y otros establecimientos comerciales.
Para Ana Lorena Volio, vecina del sector, es imprescindible rescatar la «residencialidad del cantón». «La proliferación de comercios no es sinónimo de progreso y desarrollo como pretenden algunos». Sabedora de la oferta comercial que existe en San Pedro, le parece innecesario abrir el portillo para que en el futuro este barrio aún tranquilo se convierta en otra zona comercial.
Volio fue parte de la Comisión de Seguimiento del Plan Regulador y según afirmó, ha colaborado con su divulgación y su análisis; por eso sostiene que «la opinión de los ciudadanos no fue respetada».
Con el objeto de limar asperezas y crear acuerdos, la municipalidad convocó a reuniones semanales para discutir los aspectos más controversiales del plan, todos los martes de julio y agosto a las 6 p.m.
El sábado 24 de agosto, a las 4 p.m. el Proyecto será presentado para su examen final ante la población. Luego de las recomendaciones de los vecinos, -que no son vinculantes,- debe ser aprobado por el Concejo. El INVU debe también darle su visto bueno y se envía a la Asamblea Legislativa para ser publicado en La Gaceta.