La confesión que realizó la procuradora general, Ana Lorena Brenes, respecto a que recibió llamadas de Óscar y Rodrigo Arias, alborotó el panal político del país al dejarlos al descubierto en su nuevo intento de ejercer el poder desde fuera de la función pública.
Así opinan analistas consultados por UNIVERSIDAD, tras la revelación que realizó la procuradora Brenes en su comparencia ante la Comisión de Asuntos Ambientales de la Asamblea Legislativa, el pasado 3 de febrero.Brenes reconoció ante los diputados que recibió llamadas del expresidente Óscar Arias, y de su hermano Rodrigo, consultándole por el recurso de casación que presentó la Procuraduría contra la sentencia en el caso del proyecto minero Las Crucitas.
El recurso apela la sentencia que anuló los permisos para la empresa Industrias Infinito, y además ordenó una investigación contra Óscar Arias y otros funcionarios, por la forma irregular -según consideró el Tribunal Contencioso Administrativo- en que se otorgaron los permisos.
Brenes también reconoció que llamó al exministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, en la víspera de su reelección como procuradora en octubre del año anterior, para conocer sus posibilidades de ser ratificada en el cargo, lo cual finalmente sucedió.
El exdiputado José Miguel Corrales, el abogado Jorge Enrique Romero y el analista político Víctor Ramírez, coincidieron en que la práctica de políticos que llaman y presionan a funcionarios no es nueva, y está entre las principales causantes de la merma en la credibilidad de los costarricenses hacia sus instituciones.
“CONTRA LA ÉTICA Y LA MORAL”
Para el especialista en derecho y profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR), Jorge Enrique Romero, ya es “corriente” el que políticos llamen a diferentes actores de la administración pública, para tratar de influenciar los asuntos a su favor.
Romero recordó que tanto en el caso del fiscal general, Jorge Chavarría, y el ministro de Seguridad, José María Tiberino, como de la procuradora Brenes, quedó clara la manera en que se ejerció la influencia por parte de los hermanos Arias Sánchez.
“No sorprende, porque desde hace rato los políticos y empresarios acostumbran a llamar a gente que puede tener poder de decisión, para que las decisiones los favorezcan o no los perjudiquen”, reprochó Romero.
Para el académico, este tipo de llamadas a funcionarios van en contra de “la ética y la moral”; pero, cree que también debe revisarse la actitud de quienes reciben las llamadas, y si acceden a lo que se les está pidiendo de manera ilegítima.
Si bien identificó la práctica como “común”, Romero recordó que la ciudadanía exige transparencia y rectitud del sistema democrático, y principalmente del comportamiento de los funcionarios públicos.
“Lo que sale a la luz pública es la punta del iceberg, pero el resto del gran témpano de hielo la gente lo ignora. Sin embargo, hay que resaltar el papel de los medios de comunicación, sacando a la superficie todo esto que hace la cúpula política para conservar el poder por medios ilegales y contra derecho”, destacó Romero.
El jurista considera que la acumulación de poder de los hermanos Arias es un proceso que se inició con su primera presidencia en 1986, y que ahora, más de 20 años después, les permite tener “la tajada más grande” del poder político costarricense.
A su parecer, tampoco es de extrañar que la fracción legislativa del Partido Liberación Nacional (PLN) esté más preocupada por defender a Rodrigo Arias, que por llevar adelante la agenda de la presidenta de la República, Laura Chinchilla.
“En la fracción del “Partido Arias Sánchez” saben que son diputados porque recibieron la bendición de los Arias para serlo; entonces les deben lealtad a sus jefes políticos”, lamentó Romero.
“También la presidenta Chinchilla fue designada por Óscar y Rodrigo, y sin su apoyo, no hubiese podido ser vicepresidenta, y mucho menos presidenta del país. Ella está ahí porque los Arias la pusieron como candidata y le dieron todo el apoyo económico y político. Entonces, tanto la presidenta como los diputados le deben una lealtad completa a ellos, y eso es evidente”, acotó.
AL CONGELADOR
En opinión de Romero, no es mucho lo que se puede esperar de la comisión investigadora que conformó la Asamblea Legislativa para analizar el posible tráfico de influencias de Rodrigo Arias.
“Es una costumbre en Costa Rica que para enfriar las cosas y meterlas en el congelador, se nombran comisiones para que investiguen. La comisión después empieza a quebrarse, a negociar con “la fracción de los Arias Sánchez” y eso no va a quedar en nada”, advirtió el analista.
El académico tampoco ve posibilidades reales de que se concrete una alianza fuerte entre los grupos de oposición para dominar el directorio legislativo, y mucho menos para ganar las próximas elecciones presidenciales del 2014.
“Los grupos de oposición lo que están es tratando de debilitar a Rodrigo Arias, porque será con seguridad el candidato en el 2014, y a como está planteada la cosa, Rodrigo Arias será el presidente, porque la oposición está totalmente fragmentada, pensando en hacer negocios y no se va a unir”, vaticinó.
Víctor Ramírez: “Lo importante es tener una ciudadanía alerta”
El analista político, Víctor Ramírez, opinó que es sano el que se revelen las alianzas políticas de quienes pretenden continuar en el ejercicio del poder por medio de influencias, para que la ciudadanía esté siempre vigilante.
Ramírez recordó que después de muchas presiones, finalmente la semana anterior se logró crear una comisión investigadora sobre las actuaciones de Rodrigo Arias relacionadas con el manejo de fondos donados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
En su criterio, si bien son conocidos los intentos de políticos de influenciar las decisiones de algunos funcionarios, es importante que se conozcan estos casos, ya que dañan la credibilidad de la gente en las instituciones.
“Todas estas son las cosas por las cuales cada vez más costarricenses están desligados de la vida política; en todas las encuestas aparece que más de un 40% de los costarricenses dice no pertenecer a ningún partido político y que la credibilidad en la política es muy baja”, comentó Ramírez.
Rememoró los efectos que han tenido en la opinión pública, casos como el de los expresidentes Rafael Ángel Calderón, Miguel Ángel Rodríguez, y los cuestionamientos hacia José María Figueres.
“Lo principal en una sociedad democrática es que la ciudadanía esté alerta. Todo el conflicto que vemos hoy en Egipto, pasa por una sociedad que estaba dormida por temores, por sumisión, y ahora despertó. Eso salva las democracias”, consideró.
Para Ramírez, habrá que esperar nuevas encuestas, para ver cuánto ha afectado este escándalo en las aspiraciones políticas de Rodrigo Arias, pues no es fácil que personas que por muchos años han seguido a un partido, lo abandonen cuando ven cosas irregulares de sus gobernantes y líderes.
“Pero la historia costarricense ha demostrado en las últimas décadas que son muchos los costarricenses que cuando han ocurrido hechos graves hechos como estos, dejan de pertenecer a un partido y buscan una línea más independiente, lo que no significa que pasen a apoyar a otra agrupación”, declaró.
Respecto a una posible unión entre los partidos políticos de oposición para controlar el directorio legislativo, Ramírez aseguró que “todo es posible, pero no es probable”, dado que ya se intentó y fracasó una unión de este tipo al iniciar la presente legislatura.
Valoró además que la división que se muestra a lo interno del Partido Liberación Nacional, y el apoyo de la fracción legislativa a Rodrigo Arias, se han convertido en “una gran limitante” para el desarrollo del proyecto político de la presidenta Chinchilla.
El analista señaló que la aparente pasividad que muestra la Casa Presidencial ante estos temas, se debe a que “tiene los alacranes en la camisa”, lo que le dificulta dirigir a la fracción legislativa de su partido.
José Miguel Corrales:
“Los Arias probaron ya la forma en que sabíamos que actuaban”
El exdiputado y exintegrante del Partido Liberación Nacional (PLN), José Miguel Corrales, expresó que las revelaciones del Fiscal General y la Procuradora General, son la prueba del conocido modo de actuar de Óscar y Rodrigo Arias.
“Queda palpablemente demostrado que el estilo de gobierno de don Óscar era la presión a los funcionarios, y quedó demostrado en su momento con la resolución de la Sala IV sobre la reelección presidencial, cuando le dijo a don Guido Sáenz: “uno de ellos me traicionó” (en referencia a uno de los magistrados)”, recordó Corrales.
El exlegislador también mencionó que Óscar Arias se negó en su momento a que la Asamblea Legislativa investigara si había llamado a los magistrados de la Sala Constitucional, por lo que se reveló recientemente es una prueba de su forma de actuar.
Considera que no sólo la Procuraduría, sino también la Contraloría General de la República, ha sido presionada para dar dictámenes complacientes.
“Estamos viendo lo que en un momento se dijo, que estábamos viviendo una “dictadura en democracia”; ahora se va revelando a la luz pública la forma de actuar de los Arias”, afirmó.
Corrales felicitó a la Asamblea Legislativa por la conformación de la comisión para investigar el manejo de fondos del BCIE, y aseguró que la investigación judicial no podía ser excusa para que los diputados cumplieran con su deber de ejercer control político.
Lamentó el “mal ejemplo” que está dando la clase política gobernante a la ciudadanía, pues considera que un gobernante debe educar con el ejemplo, y resguardar la credibilidad de la gente en el sistema.
“Doña Laura (Chinchilla) y la institución de la Presidencia de la República, son los más lesionados con esto que está pasando. La fracción del PLN ha traicionado a quien le debe fidelidad. Entre doña Laura y don Rodrigo, han escogido abiertamente a don Rodrigo”, reprochó Corrales.
El abogado advirtió que la comisión debe cuidarse de no incurrir en excesos al analizar el caso de Rodrigo Arias, ya que podrían convertirlo en un “mártir” y catapultarlo directo hacia la silla presidencial en el 2014.
“A doña Laura también se le da la gran oportunidad de coger el mando pleno, y decir que las cosas son distintas. Sentarse con su fracción y decirle: “bueno, ¿quiénes están conmigo y quiénes no?”, expresó.
“Ojalá la presidenta “salga por sus reales” y tome el mando del país, porque hasta este momento sigue estando en la gradería”, fustigó Corrales.