Costa Rica recorta en esos rubros, mientras otros países como España y Estados Unidos más bien fortalecen su inversión.
La decisión de recortar los presupuestos de educación y ciencia y tecnología en un 20% hipotecará el crecimiento en el futuro y generará “un déficit científico social y cultural, que será una carga para futuras generaciones, afirmaron sectores universitarios.
Las críticas se fundamentan no sólo en la necesidad de invertir en investigación para que la economía costarricense sea más competitiva y generar empleo, sino que en otros países se mantiene o aumenta la inversión para salir de la crisis. (Ver recuadro Otros países refuerzan educación y ciencia)
Leiner Vargas, académico de la Universidad Nacional y miembro del consejo ejecutivo del Consejo Nacional para las Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), manifestó que con el recorte “el Gobierno apuesta por una raquítica estabilidad, para no tener déficit fiscal muy alto en términos macroeconómicos, a costa de hipotecar el futuro crecimiento, pues la inversión en ciencia, educación y tecnología es fundamental”.
Fue el pasado 19 de marzo cuando el ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, informó a la prensa que solicitó a todos los ministerios e instituciones del Estado hacer un recorte del 20% en su presupuesto de gastos, debido a la magnitud que alcanzó el déficit fiscal.
El funcionario señaló que a febrero de este año, los ingresos de la administración bajaron un 2,8% y los gastos aumentaron un 31,9% en comparación con el año pasado. Así, el déficit primario es de ¢40.852 millones, pero al sumarle el pago de intereses por la deuda interna y externa, ese déficit queda en ¢96.000 millones.
Explicó que se reúne con cada jerarca ministerial para definir de qué manera y en qué programas se hacen los recortes. “Prefiero que sean las instituciones las que identifiquen en dónde los hacen, no quiero hacer recortes indiscriminados desde mi escritorio”, señaló.
Se confirmó que los ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología, ya enviaron sus propuestas de recortes.
Leonardo Garnier, ministro de Educación y economista, destacó que el Ministerio de Hacienda ha hecho “un esfuerzo importante” para no recortar gastos prioritarios del Gobierno; sin embargo, “el acceso a recursos adicionales difícilmente llegará a ser suficiente como para no tener que hacer un esfuerzo por racionalizar las inversiones públicas”.
Sobre el recorte que deberá aplicar a su Ministerio, manifestó que “hacemos nuestro mejor esfuerzo por identificar gastos que puedan limitarse sin afectar significativamente los programas educativos que impulsamos y, en particular, el aumento de cobertura que estamos logrando”.
Garnier prefirió no especificar montos y programas específicos, pues informó que mantiene el proceso de diálogo con el Ministerio de Hacienda, “pero sí puedo garantizar que el compromiso del Gobierno, del Ministerio de Hacienda y del Ministerio de Educación es enfrentar esta crisis de tal manera que sus efectos sean de la menor magnitud posible sobre los programas sociales del Gobierno y, en particular, sobre los programas educativos, de los que depende tanto la competitividad como el bienestar del país”.
También se buscó el criterio de Eugenia Flores, ministra de Ciencia y Tecnología, pero al cierre de edición no fue posible contar con su criterio.
“UN PASO HACIA ATRÁS”
El economista Leiner Vargas informó que en materia de ciencia y tecnología se ha propuesto recortar el Fondo de Incentivos, el cual permite financiar proyectos de distinta naturaleza, como el desarrollo de tecnología en las empresas o las investigaciones académicas.
“El remedio es peor que la enfermedad, el costo futuro de estos recortes es mayor que el rédito a corto plazo”, apuntó. Manifestó que esta medida le deja un sabor “agridulce tirando a amargo”, pues el Poder Ejecutivo ha esgrimido un discurso de fortalecimiento de la educación, la ciencia y tecnología, “pero en la práctica se hace exactamente lo contrario, el gobierno de Óscar Arias es muy contradictorio”.
Vargas además añadió que el hecho de que se les recorte a todas las áreas por igual “quiere decir que el Gobierno no tiene prioridades” y consideró que “en el fondo se trata de un problema de lucha entre las autoridades monetarias y las fiscales, las monetarias no dan el brazo a torcer y quieren seguir sosteniendo un experimento cambiario, para lo cual necesitan un gobierno con déficit razonable”.
Añadió que “para sostener el experimento cambiario en el Banco Central, pagamos los platos rotos sectores sociales, de educación y ciencia y tecnología, que son los que nos sacan a mediano plazo de la crisis”.
“Si el gobierno no gasta se profundiza la recesión y no sólo por dos años sino por muchos más”, puntualizó.
Por su parte, Henning Jensen, Vicerrector de Investigación de la UCR, manifestó que la inversión en ciencia, tecnología e innovación es parte del proceso de búsqueda de soluciones a la actual crisis financiera y económica, no parte del problema, “eso lo comprenden con absoluta claridad diferentes gobernantes en el mundo, entre ellos el presidente Barack Obama”.
Jensen señaló que en los próximos años las ciencias sociales cobrarán importancia, por lo que “el desarrollo de masa crítica es especialmente estratégico y no debe ser afectado; de lo contrario, se crea un déficit científico y tecnológico, pero también social y cultural, que fácilmente se convertirá en carga hipotecaria de futuras generaciones”.
El académico subrayó la importancia de proyectar el futuro desarrollo a largo plazo y fustigó al Poder Ejecutivo por haber sido “lento en admitir la existencia de una crisis y en reaccionar ante ella, no hay duda de que deberán hacerse recortes, pero también habrá que distinguir entre lo que es esencial y estratégico y aquello que no lo es”.
Recordó que los fondos gubernamentales para ciencia y tecnología han sido y son escasos, sin embargo necesarios para estimular la investigación, por ejemplo, en nuevas fuentes de energía y variedades de productos agrícolas, así como biotecnología en general. “Son campos que pueden dinamizar la economía y crear trabajo, los recortes en ciencia y tecnología eliminan opciones posibles y viables dentro de la crisis”.
Rodrigo Zeledón, exministro de Ciencia y Tecnología durante el primer gobierno de Oscar Arias, puntualizó que “es con investigación científica como se contribuye a la nueva era del conocimiento, que se caracteriza por un desarrollo industrial acelerado basado en conocimiento científico”.
Por ello consideró disminuir los presupuestos dedicados a estos rubros, sobre todo si ya son escasos, “no sólo es contraproducente sino que atenta contra el modelo de desarrollo que el país se proponga y contra su crecimiento económico, por lo tanto en el contexto de la crisis es un paso hacia atrás”.
Otros países sí refuerzan educación y ciencia
Contrario a lo que hace Costa Rica, el reforzamiento de la inversión en educación, ciencia y tecnología es la medida a la que diversos países recurren dentro del conjunto de acciones ante la crisis económica.
A pesar de la crisis, el gobierno de Chile ha mantenido un fuerte gasto en educación, que incluye un programa de becas de postgrado para que profesionales de ese país se formen en el exterior, en el cual se invierten $6.000 millones hasta el 2010.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó durante un discurso el pasado 16 de marzo, que para la recuperación ante la crisis es “imprescindible” impulsar un modelo productivo más competitivo y ello “pasa necesariamente por anclar el horizonte del crecimiento económico en el desarrollo de la educación, de la formación en todos los niveles, de la ciencia y de la innovación”.
En un acto sobre la innovación, en el que estuvo presente el premio Nobel de Economía Paul Krugman, Zapatero recordó que desde el 2004 el presupuesto público destinado a educación, investigación e innovación casi se ha triplicado.
Sobre la crisis actual, apuntó que “es la primera donde se mira al conocimiento y a la innovación como la gran palanca que nos ayudará a superarla”.
Otro ejemplo es Alemania. En enero la canciller Angela Merkel logró la aprobación de un segundo plan de gastos gubernamentales ante la crisis y uno de sus puntos importantes es la innovación.
Así, la inversión pública en educación, tanto en renovación de estructuras, como en formación e investigación, ascenderá hasta €6.500 millones ($8.570 millones) hasta finales de 2010.
Quien no ha escatimado palabras en defender recursos para la educación es el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Según reportó la cadena CNN el pasado 12 de marzo, durante un foro con empresarios, Obama indicó que los problemas en los mercados son solo una parte de una crisis mayor y sentenció que una recuperación económica sostenida será imposible si no se resuelven problemas estructurales de largo plazo en sus sistemas de educación, energía y salud.
El líder norteamericano sentenció que cualquier atraso a nuevas inversiones en esos campos, implicaría continuar con “la misma irresponsabilidad que nos trajo a este punto” y que debilitaría la recuperación.
Tan solo un día antes, en otro discurso Obama puntualizó sus propuestas en el campo educativo, las cuales incluyen estímulos económicos sobre el rendimiento de los profesores y el aumento de las horas lectivas, entre otras cosas.