Para un economista, el proyecto es un «zarpazo» a los dineros del público. Para otro, solo busca disminuir los márgenes de intermediación, en beneficio de ese mismo público.
No ha sido incluido por el Poder Ejecutivo en la agenda del actual período de sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, para el economista Mario Devandas, el proyecto de «Reformas a la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica, la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional, y otras leyes», Expediente No. 14.286, es precisamente del tipo que el Ejecutivo enviaría para ser tramitado por la «vía rápida», si se aprobara la reforma respectiva del reglamento de la Asamblea Legislativa.
Y es que la propuesta es una de esas iniciativas legales que, sin abrir un monopolio público ni privatizar activos del Estado, da pasos hacia un mercado bancario cada vez más regido por la competencia, o por la cuestionada «mano invisible» del viejo Adam Smith.
En este punto, no hubo divergencias entre Devandas y el diputado Álvaro Trejos, quien coordina el equipo económico del candidato socialcristiano, Abel Pacheco.
También coincidieron en valorar como positivas las modificaciones que el proyecto propone para reforzar la autonomía del Banco Central. Pero hasta allí llegaron los acuerdos.
UN ZARPAZO
Una de las iniciativas del proyecto es crear dos fondos de garantía: uno para los depósitos que se hacen en los bancos del Estado y las mutuales, y otro para los que se hacen en los bancos privados y en el Banco Popular.
Los fondos se constituirían con el pago de impuestos que harán las entidades involucradas. Sin embargo, para Devandas, el «truco» está en que el Estado y el Banco Popular en última instancia garantizarían los depósitos de los bancos privados.
«Si tomamos en cuenta el tamaño del Banco Popular, su aporte será mucho más significativo que el de los bancos privados, en un solo fondo que garantiza todos los depósitos. El Banco Popular es tan solvente, que no va a quebrar. Entonces, están creando un fondo con dinero de los trabajadores, para subsidiar a los bancos privados», argumentó.
Lo mismo sucedería con el fondo en el que cotizarán los bancos estatales y las mutuales, que son empresas privadas. «En este caso, quienes responderán realmente serán los bancos estatales», dijo.
Devandas recordó lo sucedido en Estados Unidos. «Allí la experiencia ha sido desastrosa. Esta es una protección que en teoría económica se ha estudiado, y es muy peligrosa, porque si el banquero está protegido por un seguro, descuidará su negocio, será muy laxo. Y si un banco empieza a entrar en operaciones especulativas, dudosas, quebrará. El banquero debe saber que él será la garantía de sus depositantes», explicó.
«Esto es un zarpazo para apoderarse de los depósitos del público», enfatizó.
Agregó que esta propuesta afecta a los bancos estatales, porque actualmente sus depósitos están garantizados por el Estado. «Se reduce la garantía que tienen los ahorrantes en la banca estatal, porque hoy es del 100%, y con la reforma se reduciría a 2.5 veces el Producto Nacional per cápita. Hoy serían aproximadamente ¢3 millones, de manera que si usted tiene depositado más que eso, solo le darían ¢3 millones», explicó.
Para el economista, el objetivo que realmente se persigue con estas modificaciones es «desviar a los ahorrantes del sistema bancario estatal, al privado. No por gusto el proyecto fue elaborado por la Asociación Bancaria Costarricense, y está obviamente orientado a favorecer el desarrollo del capital financiero en nuestro país, que es el capital que ha estado marcando la pauta en la política económica de Costa Rica desde hace bastantes años.»
Devandas también consideró inconvenientes las siguientes medidas propuestas en el proyecto:
-Se establece que el encaje legal no puede ser mayor de un 10%, y se fuera superior, el Banco tendría que pagar intereses a los banqueros. «Lo que se hace es trasladar a la gente el costo del manejo de la política monetaria, para que hagan más negocio los bancos privados.
-Cuando a los bancos privados se les permitió manejar cuentas corrientes, se hizo a cambio de que aportaran un porcentaje de sus ganancias a los bancos estatales, para apoyar proyectos de desarrollo. Esto nunca se ha cumplido, pero es un requisito para que los bancos privados puedan acceder a los créditos de redescuento y a los créditos especiales que otorga el Banco Central. El proyecto elimina ese requisito y amplía las posibilidades de conceder esos beneficios a entidades que no reciben depósitos a la vista, como las financieras privadas, que trabajan con capitales propios. «Me parece que esto es una barbaridad.»
-Se elimina la obligación de los exportadores de liquidar sus divisas en entes autorizados. «Debería dejarse la reserva para que el Banco Central pudiera, ante una emergencia de balanza de pagos, decir que los dólares por exportaciones se liquidarán en el Banco Central exclusivamente.»
-La flexibilización del régimen laboral de los bancos estatales «es un soborno que se les plantea a los trabajadores de esos bancos, pues se les ofrece acogerse a una relación laboral similar a la de los bancos privados, y probablemente se iniciará con niveles salariales más altos que los de los bancos privados, a cambio de que renuncien a su relación laboral actual. Les pagarán las prestaciones y después los volverán a contratar, bajo una relación laboral estrictamente privada.»
-Aunque los bancos extranjeros pueden operar en el país, se les quiere ampliar las posibilidades de hacerlo, y además se les garantiza que sus depósitos estarán protegidos por el Estado. «Es una cosa terrible. Imagínese al Gobierno protegiendo los depósitos que hubiera recibido en Costa Rica el Banco de Londres, que quebró. Esto es como un juego macabro. Si en las condiciones actuales los bancos extranjeros no se han establecido masivamente, es porque no pueden competir con los estatales. Por eso quieren disminuir las condiciones en que operan los estatales, y abrir más la puerta.»
-Proponen nombrar a los directores por períodos de 8 años. «Es decir, que virtualmente los van a nombrar «magistrados». Y nos van a costar dos contralores y medio, porque por dietas cada uno ganará la mitad del salario del Contralor, por sesionar cinco veces al mes.»
-Se autoriza al Banco a tener reservas de oro y comprarla a los productores locales, que «son subsidiarios de empresas extranjeras. Como no se regulará el precio del oro conforme a las cotizaciones internacionales, los cánones por explotación van a ser menores. No debería exportarse oro a precios libres.»
Por lo anterior, la conclusión de Devandas es que «este proyecto es un paso intermedio hacia la privatización total de la banca.»
PARA BENEFICIO PÚBLICO
En criterio de Trejos, por el contrario, el objetivo del proyecto es bajar los márgenes de intermediación financiera, lo cual redundaría en dinero más barato para los productores. El economista agregó los siguientes puntos:
-Los bancos privados trabajan con márgenes muy amplios, «básicamente porque la banca del Estado no presenta la competencia necesaria. Estos deben convertirse en promotores de esa mayor competencia.»
-Debe facilitarse que los bancos de Estado puedan competir y comprar a través de un régimen especial de contratación administrativa. Además, «que puedan contratar y despedir más fácilmente a los empleados, y fijar otras escalas salariales. Esto se puede lograr a corto plazo. No se puede abrir indiscriminadamente el portillo a los bancos estatales, sino buscar que sean promotores de la eficiencia reduciendo los márgenes y el papeleo.»
-«El hecho de que un banco sea estatal o privado o extranjero, no cambia el manejo de los riesgos monetarios ni cambiarios. Las personas que tienen depósitos en el Banco Nacional, en dólares, el día de mañana, ante cualquier incertidumbre, igual pueden retirarlos y llevárselos.»
-La rebaja del encaje es para bajar los costos de intermediación financiera. «Garantizar los depósitos es un tema efectivamente controversial. El Estado tampoco está en capacidad de dar una garantía ilimitada a los bancos. Si hubiese una crisis en el sistema financiero, el Estado no tendría recursos para pagar. Por eso, lo que se busca es que exista una especie de seguro. Pero, esto no es lo esencial del proyecto.»
-Facilitar que bancos extranjeros establezcan sucursales, ayudará «a introducir competencia, sobre todo para la banca privada, pues los bancos extranjeros competirían con los bancos privados, no con los del Estado.»
-«Debemos buscar cómo bajar los costos para que las empresas pequeñas y medianas puedan ser más competitivas. Por eso, un elemento fundamental en cualquier reforma financiera es la banca de desarrollo, orientada a la micro, pequeña y mediana empresa.»