Se prolonga conflicto de bananeros en Sixaola, sin solución a la vista

/Los trabajadores despedidos, indígenas en su mayoría, permanecen concentrados en el local del sindicato, junto a la Clínica de Sixaola. (Foto: Fabián Hernández)La vida

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Los trabajadores despedidos, indígenas en su mayoría, permanecen concentrados en el local del sindicato, junto a la Clínica de Sixaola. (Foto: Fabián Hernández)

La vida de los bananeros en la zona del Caribe ha cambiado desde aquellos indignos tiempos que testimonió Carlos Luis Fallas (Calufa) en su obra Mamita Yunai, pero 80 años después algunas prácticas de las compañías los recuerdan.

De ello ha dado muestras una vez más la huelga de trabajadores por mejora de salarios y denunciados incumplimientos de derechos laborales, que va para un mes y medio de haberse iniciado en las fincas de la Corporación de Desarrollo Agrícola del Monte (Bandeco) en Sixaola, Talamanca, uno de los cantones que a lo largo de los años ha figurado entre las peores estadísticas de pobreza del país y como el más pobre de la provincia limonense.

Para la transnacional frutera lo que ocurre en sus fincas 1, 2 y 3 en Sixaola no es una huelga, sino una usurpación de propiedad privada por un grupo de trabajadores que fueron despedidos y por lo tanto ya no son empleados de la empresa, mientras que para el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Pública y Privada (Sitepp) −que los representa−, sí es una huelga de obreros que reclaman derechos incumplidos, jornadas y pagos ilegales.

Mientras tanto, varias reuniones con los representantes sindicales y de la empresa,  convocadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), no han fructificado en acuerdos para terminar el conflicto.

De momento hay un impasse, a la espera de que el Juzgado de Trabajo del Segundo Circuito Judicial de San José resuelva el conflicto colectivo económico-social presentado por el mencionado sindicato, que además solicitó declaración de legalidad de la huelga e incidentes de reinstalación de los trabajadores despedidos.

La semana pasada el Juzgado decidió rechazar el conflicto colectivo, resolución que fue apelada por el sindicato y, eventualmente, el asunto iría al tribunal superior, así que no se ha resuelto ninguno de los casos, aseguró Luis Serrano, presidente del Sitepp.

Harold Villegas, viceministro de Trabajo, dijo que al haber llevado el sindicato el conflicto a los tribunales, este se judicializó y se redujo la capacidad de maniobra del Ministerio, por lo que será el juez el que deba resolver las reclamaciones. En este asunto la agenda del MTSS está dedicada a evitar que se produzcan acciones o manifestaciones que interrumpan las labores productivas y alteren la paz social en la zona y, por otra parte buscar soluciones de empleo para los trabajadores sin trabajo, un total de 253, puntualizó.

El lunes 23 tuvo lugar una nueva reunión con los sindicatos y la representación empresarial en el MTSS, donde no se logró acuerdo alguno. Mientras tanto, se intentaba concertar una reunión entre los ministros de Trabajo de Costa Rica y Panamá con los representantes de la empresa, la cual también tiene fincas del lado panameño. El propósito sería que la compañía  diga a cuántos trabajadores podría contratar en sus fincas, y ver de qué manera los gobiernos le dan ayuda al resto o le buscan otro nicho de trabajo, señaló Villegas.

En principio se había acordado con los enviados de la empresa a las conversaciones, que esta recontrataría a 61 trabajadores a partir de esta semana, y luego se llamaría a otros conforme hubiera campo, pero finalmente no hubo confirmación de los mandos superiores de la compañía.

La mayoría de los trabajadores involucrados son indígenas panameños, y como trabajadores inmigrantes están cobijados por convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo y de derechos humanos, que responsabilizan a los gobiernos a darles protección.

La semana antepasada, efectivos de la Fuerza Pública y agentes del Organismo de Investigación Judicial detuvieron a los delegados de los trabajadores en huelga en las fincas, con lo que esta quedó prácticamente descabezada. Los detenidos fueron indagados en la delegación de Bibri, cabecera cantonal, y a las 24 horas fueron liberados con medidas cautelares que les impiden acercarse a las fincas, relataron a UNIVERSIDAD algunos de ellos.

En las primeras semanas los huelguistas ocuparon las plantas y paralizaron la producción de las fincas, pero esta se reanudó la semana antepasada, luego de que tuvieron que retirarse tras un ataque de miembros de la Unión de Trabajadores Bananeros de Sixaola (Untrabasi), sindicato afín a la empresa.

Desde entonces decenas de huelguistas permanecen en el local de Sitepp esperanzados en una solución a sus reclamos. En su apoyo, sindicatos bananeros bloquearon el jueves y viernes pasado el puente internacional sobre río Sixaola –que sirve de frontera entre Costa Rica y Panamá− exigiendo el reintegro de los trabajadores despedidos y que una alta comisión gubernamental de los dos países se hiciera presente para buscar solución al conflicto. El lunes el puente fue tomado de nuevo por los sindicatos panameños.

VIGILANCIA

La Fuerza Pública mantiene un patrullaje constantes en el sector, tomando fotos  y videos de los movimientos en el local de Sittep. Miembros del grupo entrevistados allí consideraron que de esa manera la policía trata de intimidarlos, pues han estado en actitud pacífica y no hay razón para el despliegue policial.

Reprocharon que el trato haya sido diferente para los miembros de Untrabasi, quienes el jueves antepasado bloquearon durante todo el día la vía pública, atacaron con piedras a los de Sitepp, le quemaron el carro a su delegada, Norma Calderón, y la policía presente no hizo nada.

“Nos estamos persiguiendo a nadie”, contestó el director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade. Explicó  que la presencia de la autoridad allí se debe a que “hay dos bandos que se amenazan en vía pública, han causado riñas entre ellos y no  podemos permitir que se hagan daño y más bien hemos querido que reine la tranquilidad”.

“No ha existido una sola intervención de la policía, ni el uso de un solo agente químico, ni hemos intervenido para detener a nadie. Lo único que hicimos fue el auxilio a una diligencia judicial que realizó el OIJ por orden del Ministerio Público”.


Ginet  Jarquín, directiva de Untrabasi:

“Ofrecíamos un mes de salario”

El presidente de Sittet dice que ustedes los de Untrabasi al 30 de noviembre no tenían la cantidad de afiliados que dicen tener (369), que afiliaron posteriormente.

−Lo que pasó fue que nos pidieron llenar un documento para ver cuántos afiliados tenía cada sindicato al 30 de noviembre, y nosotros salimos favorecidos, porque  él tenía 129 trabajadores que no existían en planilla (dentro de un total de 229). De los que nosotros presentamos había cuatro  que no aparecían, los buscamos y aparecieron; solo un señor no apareció. A ellos les aparecieron 29. ¿Y los otros cien?

Él dice que atemorizaban a los trabajadores, que si no se afiliaban al nuevo sindicato iban a tener consecuencias…

-Para nada.

¿No les ofrecían nada?

−Lo que ofrecíamos es un mes de salario. Preguntamos: ¿cuánto gana usted?  Decían: es tanto. Bueno, un mes de salario. Pero nunca llegamos a decirles ustedes van  ganar ¢400.000. Hay compañeros míos que ganan más porque hacen chambas (trabajos) aparte de las horas laborales, hasta a ¢420.000 pueden llegar.

Los inconformes fueron ellos, porque (el líder de Sitepp) les llenaba la cabeza diciéndoles que si firmaban la liquidación no los iban a contratar más, pero cuando vinieron a  firmar la liquidación y firmaron el contrato (nuevo), se dieron cuenta que eso era mentira. Les decíamos: dejen de creer eso, la compañía va a darles trabajo a todos por igual, no va a tener rencor, van a tener su trabajo. Pero, son tantas mentiras que les han pegado a los pobres…


Inspección constata faltas

Los huelguistas se alimentan en común mientras pasan los días en paro en el local del sindicato en Sixaola. (Foto: Fabián Hernández)

No son pocas. Violaciones a la legislación laboral y las obligaciones patronales en perjuicio de los trabajadores en las fincas bananeras fueron constatadas por la Inspección de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

En el caso de la finca 1 de la compañía Bandeco en Sixaola, donde un grupo de trabajadores iniciaron una huelga hace más de un mes, la Inspección de Trabajo le había notificado en mayo a la empresa una decena de infracciones que debía corregir, y que fueron comprobadas en dos visitas realizadas al lugar, según se indica en el acta de prevención emitida por la Dirección Nacional de Inspección, Región Huetar Atlántica.

El documento describe una serie de violaciones a disposiciones del Código de Trabajo en materia de obligaciones patronales, respeto en el trato al trabajador y condiciones de seguridad laboral, infracciones del Reglamento de Salud Ocupacional en el Manejo y Uso de Agroquímicos, y violaciones a artículos de la Constitución Política y ley y reglamento sobre seguridad e higiene en el trabajo.

A la empresa se le previno para que a los peones que aplican herbicidas y fertilizantes se les respete el horario establecido para esa labor, así como la jornada de 6 horas, y no se les obligue a trabajar las restantes 2 horas para obtener el pago de la jornada de 8 horas al día, ya que esa labor debe hacerse en 6 horas y pagarse las 8.

Dice en otro punto que el derecho que tiene todo trabajador a recibir atención médica cuando el deterioro de su salud así lo amerite, no puede verse condicionado a la voluntad de la representación patronal de extender el respectivo documento o pase al Instituto Nacional de Seguros, ya que debe ser un profesional en salud quien debe determinar si el trabajador requiere la atención o no.

Entre los casos enumerados, se anota que “la parte patronal tiene la facultad legal de introducir nuevas labores o cambios en los métodos o prácticas de trabajo existentes, siempre que los cambios no causen perjuicio importante a los trabajadores, y considerando que existe un procedimiento a seguir en caso de realizar algún cambio en este tema, debe la representación patronal proceder con lo establecido para la implementación de nuevas labores o para modificación de las ya existentes de acuerdo a lo indicado en el artículo 64 y 65 de la convención colectiva, en cuanto a que las partes reconocen que cualquier cambio en los métodos o prácticas de trabajo establecidas, sean estas por contrato, destajo pieza o por hora, así como las tarifas de pago de dichas práctica deben establecerse y / o llevarse a cabo con la necesidad de la empresa, pero debe tomarse en consideración que con dichos cambios no se perjudique el salario de los trabajadores”.


Sindicatos chocan por huelga que empresa no reconoce como tal

La Fuerza Pública mantiene un patrullaje constante en el sector de las fincas bananeras; aquí los efectivos de la unidad de intervención policial filman y toman fotografías del local donde permanecen los huelguistas. (Foto: Fabián Hernández)

La situación en las fincas bananeras de  Bandeco en Sixaola, frontera con Panamá −donde la transnacional frutera estadounidense renovó por un nuevo período de diez años el alquiler de las tierras a la Corporación Bananera Nacional (Corbana), tras liquidar y recontratar de nuevo a la mayoría de los peones−, enfrenta de un lado al sindicato  Sitepp, y de otro a la compañía de la mano con el nuevo sindicato Untrabasi.

La posición de Bandeco es que el conflicto se debe a que un grupo liderado por Sitepp, sin ninguna justificación, hizo abandono de sus trabajos el 16 de enero, impidiendo el proceso productivo con acciones amenazantes hacia el resto de trabajadores.

Dada la actitud asumida por ese grupo, Bandeco decidió actuar conforme lo dispone el Código de Trabajo y procedió con el despido sin responsabilidad patronal de esas personas, indicó la empresa en un comunicado.

Ya siendo extrabajadores, según Bandeco, el mismo grupo continuó con la invasión de las instalaciones por 24 días, irrespetando la presencia policial en las fincas y pasándole por encima al Ministerio de Trabajo, institución que confirmó que Untrabasi es el sindicato mayoritario.

Según la versión de la empresa, la mayoría de los trabajadores de las fincas de Sixaola −afectados por este atropello que les impidió trabajar libremente−, desalojó por su propia iniciativa al grupo de extrabajadores que habían usurpado las instalaciones, lo cual permitió  reanudar la producción y las exportaciones de banano de las tres fincas.

Por su parte, los activistas del sindicato Untrabasi, Carlos Orozco y Ginet Jarquín (directiva de la organización), sostuvieron que la empresa cumple al pie de la letra con los salarios y la legislación laboral, y si hay problemas estos se pueden negociar mediante los mecanismos de la convención colectiva.

Ambos acusaron a los líderes de Sitepp de inventar falsedades y de engañar a los trabajadores llevándolos a una huelga que no va a llegar nada, como sucedió con otras huelgas en el 2011 y 2013, que duraron más de un mes y solo perjuicio causan a los trabajadores.

Orozco dijo que la empresa despidió a los trabajadores sin responsabilidad patronal, porque se fueron a una huelga ilegal. “El principal problema es que la empresa liquidó a los trabajadores porque el contrato de arrendamiento de las fincas de Corbana por diez años se le vencía, pero Luis Serrano (presidente de Setepp) no quería que liquidara a la gente como la empresa quería, sino en las condiciones que él quería”.

¿Ustedes no tienen problemas con la empresa?, se le preguntó. Sí hay problemas, porque no crea que no hay; pero si uno se sienta a hablar y si ellos tienen la razón, pues uno tiene que entender, respondió a su vez Jarquín.

Parte de lo que alegan los huelguistas es que a los trabajadores los presionaban personas enviadas por la empresa, para que los afiliaran al sindicato “blanco” patrocinado por esta, y con la cual firmó una nueva convención colectiva en sustitución de la que tenía con Sitepp. Para ello se les ofrecía a los obreros, que iban a ser liquidados en diciembre, firmarles un nuevo contrato, y que se les pagaría más por la cesantía.

El ofrecimiento fue confirmado por Jarquín, quien dijo que ella y otro compañero fueron los encargadas de buscar las afiliaciones (ver recuadro).

El caso es que Bandeco considera que al haber vencido el contrato de tierras que tenía con Corbana y empezar uno nuevo, también terminó la relación laboral y empezó una nueva.

Aquí hay un punto legal de fondo –dijo el presidente de Sitepp− y es que la extinción del contrato de arrendamiento de las fincas no extingue la relación laboral −como dice la empresa−, pues no se puede ligar el tema civil a lo laboral.

Otro punto es que no a todos los trabajadores les pagaron la cesantía que les correspondía. “Ellos (la empresa) saben que cuando hagamos los cálculos van a salir diferencias abismales en la cesantía al 31 de diciembre”, afirmó Serrano.

El sindicato también reclama que por el precio con que se pagaba un trabajo, la empresa pone a los peones a realizar varios trabajos diferentes, lo que significa una  reducción del salario.

JORNADA PESADA

Además, según Serrano, la empresa se ha negado a reconocer la jornada pesada, aunque está establecida por el Consejo de Salarios y el Consejo de Salud Ocupacional. Se trata de jornadas para los trabajos de mayor fuerza o riesgo, como machete, pala o aplicación de plaguicidas y abonos, en las que se labora 6 horas, pero se debe pagar las 8 de la jornada ordinaria.

La compañía solo reconoce la jornada pesada a los que riegan agroquímicos, pero cumplidas las 6 horas los mandan a otras labores por 2 horas más, y se las pagan como horas extra, puntualizó.

Ante una consulta de UNIVERSIDAD, de si reconocen la jornada pesada, Luis Gómez, director legal y de relaciones corporativas de Del Monte para Centroamérica, aseveró que “la compañía se ajusta plenamente a  la legislación laboral del país, incluido lo que refiere a las jornadas de trabajo”.

Constantemente la empresa es objeto de auditorías llevadas a cabo por diferentes compañías, en donde se certifica el acatamiento y cumplimento de las normas, indicó.

Serrano reprochó la falta de acción del MTSS para buscar una solución al conflicto y para llamar a cuentas de los incumplimientos a representantes de peso que puedan tomar acuerdos y no a enviados sin poder de decisión. Mientras tanto, el conflicto sigue sin resolverse y la mitad de los  niños de los  trabajadores en huelga no están yendo a clases, aseguró.


Posiciones encontradas

Sitepp:

-A unos trabajadores no se les pagó la cesantía completa.

-A los peones se les recargan tareas por las que no les pagan.

-Se presionó a los trabajadores para que se afiliaran al sindicato afín a la empresa.

-La  bananera no les reconoce a los trabajadores la jornada pesada.

Bandeco:

-A todo el personal se le liquidaron las prestaciones en diciembre, y en enero iniciaron con  un nuevo contrato, sin pasivos laborales.

-Un grupo liderado por  Sitepp hizo abandono de labores sin justificación, en actitud amenazante para los que querían trabajar, y ante la situación la empresa los despidió sin responsabilidad patronal.

-Ya siendo extrabajadores invadieron las instalaciones impidiendo laborar a la mayoría, quienes por propia iniciativa los desalojaron y las exportaciones de la fruta se reanudaron.

– La compañía se ajusta plenamente a  la legislación laboral del país, incluido lo que se refiere a las jornadas de trabajo.


Más trabajo y menos salario

Rolando Miller

Tengo 21 años de estar trabajando en bananeras en esta zona. Salimos a defender nuestro derecho; no nos dieron las prestaciones a que teníamos derecho y porque redujeron el salario tanto en planta como en el campo. Aquí lo que hicieron fue bajar el salario, y aumentar lo que hay que hacer.

Por ejemplo, si soy cortador son varios trabajos los que tenemos que hacer: amarrar la bolsa a la mata, esponjar y recoger mecate, eso gratuitamente. Inventaron un trabajo nuevo que es el concherito, que es como una montura para cargar el racimo, que lo que hace es chimar y quemarle el hombro a uno, y por causa de eso nosotros no podíamos rendir. Parece que ya lo quitaron.

Luis Muñoz

Yo soy de labor de desvío y aporcar. Nosotros resembrábamos y ahora la resiembra se puso gratis, no la pagan. Ellos (la empresa) nos exigían rendimiento y nosotros no podíamos y por eso tiramos esta denuncia.

Pedimos que nos vuelvan a dar trabajo y las mismas condiciones de  pago. Tengo familia que mantener. Ahorita mismo estamos solo comiendo banano, porque no hay plata.

Aristides Smith

El motivo de la protesta es porque pusieron más trabajo por el mismo salario. También porque la empresa no pagó la liquidación bien; ellos metieron otro sindicato y decían que la empresa iba a pagar ¢400.000  a los que se afiliaran. La mayoría de los blancos latinos sí lo hicieron, pero nosotros como estamos por nuestros derechos nos mantuvimos así.


Demandas de la huelga

-Pagos completos de la cesantía al mes de diciembre.

-Respeto de las condiciones laborales pactadas en convención colectiva anterior.

-Que se pague tareas que a los trabajadores se les pide hacer gratis.

-Reinstalación de los obreros cesados por participar en la huelga.

Línea de tiempo

31 diciembre: Bandeco liquida a los trabajadores.

3 de enero: Inicia nuevo contrato de trabajadores.

16 de enero: Sindicato Sitepp inicia huelga.

24 enero: Las partes aceptan que Ministerio de Trabajo verifique afiliación de Sitepp y sindicato rival, para ver cuál tiene mayor representación.

12 febrero: Ataque de trabajadores que deseaban reanudar labores contra huelguistas que ocupaban planta de la empresa, los cuales son desalojados.

19 febrero: Juzgado de trabajo rechaza demanda laboral de Sitepp y sindicato apela la resolución.

20 y 21 febrero: Sindicatos panameños bloquean puente fronterizo en apoyo a bananeros en huelga.


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