Telefonía en Latinoamérica Dos empresas tras suculento bocado

De haber apertura telefónica en Costa Rica, los usuarios podrían pasar a ser clientes del oligopolio que domina el mercado latinoamericano.

El interés por abrir el mercado costarricense de las telecomunicaciones en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, es claramente entendible si se tiene en cuenta que -por ejemplo- para el año 2008 los negocios que movería la telefonía celular o móvil en Latinoamérica se calcula que rondarán los $35.000 millones.

Dentro de este mercado latinoamericano, su actual distribución desmiente con contundencia el supuesto que algunos pregonan, de que cuando este servicio está en manos privadas hay múltiples empresas que compiten y ofrecen tarifas más bajas, pues un «duopolio» tiene acaparada la prestación del acceso a los teléfonos y las tarifas no son mejores que las cobradas a la población por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

La cifra mencionada es la que preveía a mediados de abril pasado la firma Telefónica de España, la cual es dueña de la segunda tajada más voluminosa de este suculento pastel telefónico que comprende más de 120 millones de usuarios, dominado por las compañías del magnate mexicano Carlos Slim Helú, la tercera persona con más riqueza económica en el planeta.

Las empresas de Slim Helú (a través del Grupo Carso-Telmex) y Telefónica de España han desarrollado desde hace varios años un intenso «pique» por adueñarse del mayor segmento del mercado, y hasta hace pocos meses la firma española marchaba a la cabeza.

No fue sino hasta agosto pasado cuando el mexicano Slim pudo romper el virtual empate técnico que mantenían dichas transnacionales, al comprar por medio de su compañía América Móvil, la empresa chilena Smartcom y TIM Perú.

De acuerdo con datos del sitio español en Internet Noticiasdot.com, estas adquisiciones le permiten al consorcio mexicano superar a la firma española por más de 8 millones de abonados y esta cifra podría aumentar si cuajan algunas negociaciones que realiza en Venezuela.

COSTA RICA

En Costa Rica y Uruguay, por la condición de monopolio estatal en que se mantienen los servicios de telecomunicaciones, el duopolio mexicano-español no ha podido extender sus tentáculos y de allí las expectativas que se generan frente a la eventual ratificación del TLC por parte de la Asamblea Legislativa.

Este tratado obligaría a la apertura de los servicios más rentables de las telecomunicaciones costarricenses, como lo son la telefonía celular, y el acceso a Internet, consideradas las dos porciones del mercado que tendrán más dinamismo en los próximos años, según un estudio que hizo el año pasado Óscar González Soto, consultor de la Unión Internacional para las Telecomunicaciones.

Las previsiones de González Soto indican que los ingresos del ICE por concepto de teléfonos móviles pasarán de $184 millones en el 2003, a $376 en el 2008; mientras tanto, por Internet pasarán de $25 millones a $237 millones, para el mismo periodo.

Estos servicios que el TLC abriría a la competencia -los más lucrativos y que el ICE presta al costo y bajo principios solidarios-, son los que aportan 68% de los ingresos a la institución nacional, detalla el informe del consultor.

En un contexto de apertura -o de privatización solapada, como aseguran algunos-, las posibilidades de sobrevivir del ICE dependerán del fortalecimiento legal que se le brinde mediante un proyecto de ley. Sin embargo, como informó este Semanario en su edición anterior (véase «¿Fortalecer el ICE, o… ICE for TLC?»), las esperanzas de que esto se logre son pocas, dadas las presiones de los sectores empresariales por acabar con el monopolio estatal en este campo.

De acuerdo con el estudio de la UIT, si el ICE no fuera fortalecido por medio de una ley y se diera la apertura de sus servicios más rentables, en el 2008 la entidad apenas se quedaría con un 34% de los ingresos y sus competidores con el resto; es decir, en pocos años podría desaparecer.

¿COMPETENCIA?

En cuanto a la repartición del pastel del mercado telefónico en un ambiente de apertura, los resultados muestran que los usuarios no se benefician de las supuestas tarifas más bajas y esto es posible verlo en países como España, en donde se privatizó el servicio y la empresa Telefónica se adueñó de él.

El año pasado, la Asociación de Internautas de ese país publicó un análisis en el que se mencionaba la falta de competencia y la actitud complaciente entre el órgano regulador y las empresas operadoras, lo cual desfavorecía al consumidor y le impedía a este obtener los supuestos beneficios de la liberalización del mercado.

Una información de Noticiasdot.com detalló que la clientela de Telefónica pagaba tarifas un 16% más caras que el resto de europeos.

En Latinoamérica, las empresas de Slim Helú y Telefónica de España manejan en condiciones de «duopolio» la telefonía y se espera que esta tendencia se acentúe, ya que el interés de ambas es dominar ese mercado potencial de 500 millones de habitantes.

El año pasado, la empresa española contaba con casi 41 millones de clientes de teléfonos celulares, en tanto que la mexicana manejaba casi 31 millones.

Con las últimas inversiones de Slim, esta relación cambió a partir de agosto anterior, cuando este registró 71.924.000 abonados, y Telefónica 63.675.000.

Ahora, si a la firma de España se le suman sus clientes fuera de Latinoamérica (22 millones más) llega a más de 90 millones, con lo que resulta más poderoso que el grupo mexicano. Sin embargo, América Móvil también ofrece servicio a 4 millones de abonados en Estados Unidos, lo cual elevaría su cartera a cerca de 76 millones.

En caso de que el TLC abra el mercado costarricense, habrá que ver cuál de estos dos grupos se queda con esta porción nacional, que es pequeña si se le compara con el de otros países de la región, pero que no por eso deja de ser apetecida por las transnacionales y por algunos sectores empresariales del país.