Testimonio «Los nicas venimos a dar la vida»

Patronos explotan a trabajadores ilegales, denuncian nicaragüenses.Imara, Marta y Marvin (orden usual) emigraron a Costa Rica en busca de mayores oportunidades. (Foto Alonso Mata

Patronos explotan a trabajadores ilegales, denuncian nicaragüenses.

Imara, Marta y Marvin (orden usual) emigraron a Costa Rica en busca de mayores oportunidades. (Foto Alonso Mata B.)


En una humilde casita de madera donde habitan 35 personas, encontramos a la familia Martínez Tijerino, la cual emigró a Costa Rica desde hace ocho años tratando de escapar de la pobreza de Nicaragua.

Cada habitación de la vivienda alberga a una familia (nueve en total), los Martínez viven al fondo, después del patio. En su aposento duermen: Marvin, el padre, quien se dedica a la construcción, Marta, la madre, trabajadora doméstica y sus dos hijos Eliécer e Imara de 13 y  9 años respectivamente.

Marta y Marvin llevan 18 años de estar juntos y a pesar de reconocer  que vivían tranquilos en Nicaragua,  decidieron venir a probar suerte en busca de su sueño, tener casa propia.

Costa Rica parecía la tierra prometida, donde había mejores salarios, mayores opciones de empleo, más  oportunidades; «a Costa Rica  la ponían como si fuera Estados Unidos, solo maravillas decían los que habían venido aquí»; narró Marvin.

Sin embargo, la realidad distaba mucho de las historias de otros coterráneos; una vez en Costa Rica Marvin y Marta enfrentaron una serie de problemas como la explotación laboral, la xenofobia y la discriminación.

TRABAJO DURO

Marvin Martínez empezó a trabajar en las fincas  bananeras de Sixaola cuando tenía 19 años, por lo que él llama un salario de hambre.  «Uno tenía que matarse para ganar algo». Debido a esto, después de cuatro años se trasladó a San José, pues una hermana le contó que en la capital las cosas eran diferentes.

Durante dos años trabajó en una fábrica, entraba a las 12 de la noche y salía a las tres de la tarde, ganaba ¢23 mil semanales. Lo despidieron por reclamar horas extras, y su liquidación alcanzó los ¢100 mil.

 

 

Actualmente trabaja en construcción; su jornada empieza a las seis de la mañana y termina a las cinco de la tarde, le pagan  ¢30.000 por semana. «Aquí explotan mucho a los trabajadores, se enojan porque uno va a tomar agua o al baño», advirtió.

Por su parte, Marta Tijerino contó que al llegar a San José laboró durante diez meses como empleada doméstica  en una casa donde entraba  los lunes a las seis de la mañana y salía los sábados a las cinco de la tarde.

A ella la despidieron por reclamar un feriado. Su liquidación fue de ¢ 13.000; debido a esto se fue a quejar al  Ministerio de Trabajo, donde estuvo  «peleando» dos años,  al final solo le dieron los ¢13.000 y  en abonos.

«Quejarse en ese Ministerio es una locura, deberían eliminarlo», acotó Marvin resignado.

ILEGALES CON MIEDO

Tanto Marta como Marvin tienen la residencia; no obstante, conocen a varios «ilegales» que  siempre viven con miedo de ser deportados.

«Tengo dos conocidos  ilegales y a uno le duele ver los tratos que les hacen, ellos vienen a trabajar para salir adelante. Caminan con miedo, todos los días salen con terror de que los agarren y los devuelvan, es muy triste andar así», expresó Marta.

Marvin denunció que a los ilegales  los tratan muy mal en los trabajos  y les pagan mucho menos. «Hay patronos que a los que no andan residencia  les pagan cualquier cochinada; uno por no morir de hambre tiene que aceptar, además, no hay con quien quejarse».

Para este matrimonio los nicaragüenses vienen a dar la vida a Costa Rica, a trabajar y buscar un mejor futuro; Marvin destacó que es difícil ver a un costarricense en los labores que ellos hacen.

PROYECTO DESCONOCIDO

Ninguno conocía el Proyecto de Migración y Extranjería; lo único que atinaron a comentar fue que hay policías que los tratan muy mal y que abusan de su poder.

«Deberían de ser parejos, que sean respetuosos,  que nos traten igual a como nosotros tratamos. Yo no le hago daño a nadie, entonces  que nadie me haga daño a mí», manifestó Marta.

A pesar de que la vida en Costa Rica es dura y a veces injusta, este matrimonio sigue «pulseándola»  para darle un buen futuro a su dos hijos, en busca de tener casa propia, «nos falta poquito, ya tenemos las paredes», expresó Marta.




Extranjeros traen aspectos buenos y malos

En un sondeo efectuado por UNIVERSIDAD en el parque  de San Pedro, la opinión expresada por las personas con respecto a los extranjeros que vienen a trabajar a Costa Rica contempló tanto los aspectos positivos como los negativos.

Esteban Meléndez; administrador de empresas

Lo bueno: Realizan aquellos trabajos que los costarricenses no hacen; son de gran utilidad.

Lo malo: Los inmigrantes pueden ocasionar un trastorno en la cultura nacional, un crecimiento demográfico desproporcionado.

Alejandra Vargas, estudiante de secundaria

Lo bueno: Traen buenas ideas para que el país progrese y muchos vienen con muchas ganas de trabajar.

Lo malo:  Hay mucho tico que necesita trabajo y  de cierta manera se lo quitan.

Jairo Chávez, taxista

Lo bueno: Esta bien que vengan,  todos tenemos derecho a pulsearla.

Lo malo: La mayoría de los delitos los cometen los extranjeros.

Katia Soto; profesora de preescolar

Lo bueno: Nos aportan su conocimiento.

Lo malo: Nos quitan el empleo a los ticos.

Julio Salguero, cuida carros

Lo bueno: Esta bien que vengan a trabajar, ellos vienen a meterle el hombro a  Costa Rica y a ayudar.

Lo malo: Algunos se dedican a hacer otras cosas, por ejemplo delitos.

Jeannette Cubero, abogada

Lo bueno: Más posibilidades de trabajo para muchas personas debido a la inversión que traen.

Lo malo: Los productores de pequeña y mediana empresa tienen problemas con sus negocios, la llegada de otras compañías influye negativamente en sus economías.

Maria Eugenia Bustamante, dama voluntaria en el Hospital Blanco Cervantes

Lo bueno: Si vienen a trabajar no hay ningún problema, incluso generan más trabajo.

Lo malo: Ocasionan violencia y cometen delitos.

Fabián Abarca, estudiante universitario de Física Matemática

Lo bueno: Es una contribución al crecimiento económico y cultural del país, mientras  vengan a trabajar no hay ningún problema.

Lo malo: Lo negativo es si no trabaja, algunos caen en la delincuencia.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

Mientras algunos sectores cuestionan los alcances del proyecto de Ley de Migración y Extranjería, el Gobierno insta a aprobarlo cuanto antes.Marco Badilla Chavarría, jerarca

Solo cinco fechas le quedan al campeonato mayor de fútbol y el grupo A es una tormenta.Alonso Solís del Saprissa y Carlos Murillo de

Jollyanna Malavasi Gil, directora del Consejo Universitario. A partir de esta semana las puertas del Consejo Universitario (CU) estarán abiertas  para la comunidad universitaria todos

Después de cinco años sin grabar, el 2004 le devolvió al primer plano de la actualidad: apareció su disco Cositas buenas y le otorgaron

Organizaciones piden que el proyecto se base en los derechos humanos.La Defensoría insistió que la base del proyecto de ley deben ser los derechos

En ese venero de pensamiento que constituye la página 15 de La Nación S. A. hemos leído, según sean los vientos, que "resulta preferible

La Compañía Nacional de Teatro inicia este año su temporada con la obra Tarantela de Alberto CañasAna, lo escribimos cuando veamos las fotos de

En el puro final de los años sesenta empecé, sin darme mucha cuenta, mi trabajo profesional como periodista. Después de casi diez años en
Semanario Universidad